Médicos y cirujanos
La mayoría de los médicos tenía su propia farmacopea, aunque ya existía la figura del apotecario (almacenista de remedios), que sería el germen de los boticarios. No tuvieron mala relación con los médicos, pero sí entraron a menudo en conflicto con las universidades hasta que estas se hicieron con su control en el siglo XIII. La relación entre médicos y cirujanos sí se ha dibujado a menudo como más tirante, aunque realmente no lo fue tanto. El final de la Edad Media se caracteriza por el dominio de la cirugía frente a la medicina.
El primer texto de cirugía de la Edad Media es La práctica de la cirugía, de Rogerio de Salerno (1140-1195), notable por su claridad y sentido práctico. Fue actualizado en 1250 por su alumno Rolando de Parma, quien tuvo gran destreza en el tratamiento de heridas de cabeza y reconoció, ya por aquel entonces, la necesidad de tener las manos limpias, seis siglos antes que el icónico médico húngaro Ignaz Semmelweis.
Durante la Edad Media hubo también algunos avances en odontología, como puede ser el uso de piezas de hueso de buey o dientes humanos de cadáveres atados con alambres de oro a los sanos. La supremacía de la cirugía se fundamenta en el éxito de sus resultados. Un ejemplo claro es el gran logro de John Bradmore, un cirujano inglés fallecido en 1412: extrajo con éxito la flecha del cuello del futuro Enrique V. También cosió los intestinos y la pared del abdomen de un herido.
La medicina universitaria constituía lo racional y el estudio de los textos hipocráticos y galénicos, a través de las traducciones árabes. Por contra, la cirugía era una profesión artesanal más, en principio separada de la medicina.
Durante la Baja Edad Media el cuerpo humano no merecía mayor estudio, pues no era más que una prisión del alma. La práctica quirúrgica fue quedando en manos de los barberos hasta el punto de que en 1163 se formuló el edicto del Concilio de Tours en el que se prohibía tal práctica a los clérigos. Pero la gradual secularización iría cambiando la visión hasta que la cirugía entraría en los planes de estudio universitarios para integrarse por completo a finales de la Alta Edad Media.