EL PRESENTE NO ES SOLO ACTUALIDAD
ANALIZAR EL PRESENTE Y EL FUTURO
de la movilidad es mucho más que decidirse por un coche eléctrico o un coche de combustión, incluso mucho más que pensar en la presencia o no del hidrógeno en los vehículos del futuro. Ante la indiscutible revolución industrial que estamos viviendo, lo primero que tenemos que aceptar es que, en absoluto la industria estaba preparada para semejante reto, y que solo está siendo posible gracias a los esfuerzos titánicos que cada uno de los grupos automovilísticos está llevando a cabo.
Pero una vez en el camino, este triunfo está permitiendo crear una movilidad casi como un traje a medida para cada una de las necesidades posibles de una sociedad que está cambiando constantemente. Las ciudades no cambiarán a corto plazo en su definición arquitectónica, y mucho menos se asemejarán unas a otras.
Por otro lado, las nuevas generaciones solicitan tecnologías capaces de cubrir la nueva versión de movilidad donde el coche, la propiedad o el saber conducir, no están presente siempre en las ecuaciones que nos plantea el futuro.
En el punto de partida la única coincidencia indiscutible es la confirmación de la necesidad de tener que trasladarse el ser humano de un punto a otro, así como el transporte comercial. Como hemos mencionado en ocasiones anteriores, el presente que vivimos definirá la movilidad para las próximas décadas. Es por ello que cada acción que realice un grupo automovilístico, cada nuevo lanzamiento que surge, no solo son respuestas al cambio, son productos que, cada uno de ellos, están creando el futuro.