HOPE, EL MODELO ONCOLÓGICO PERSONALIZADO QUE REDUCE EN UN 97 % LA DURACIÓN MEDIA DEL TRATAMIENTO EN EL HOSPITAL DE DÍA
El proyecto desarrollado por la Fundación Jiménez Díaz mejora la calidad de vida del paciente con cáncer al disminuir en un 62 % las citas innecesarias entre ciclos en el Hospital de Día, al mismo tiempo que aumenta la eficacia clínica, ya que se producen un 25 % menos de ingresos hospitalarios por toxicidad grave del tratamiento.
Poner al paciente en el centro del proceso. Esta es la premisa bajo la que opera HOPE (Hospital de día Oncológico Personalizado), un modelo de atención oncológica diseñado e implantado por la Fundación Jiménez Díaz, perteneciente al grupo hospitalario Quirónsalud, que en sus cinco años activo ha logrado mejorar la experiencia y la calidad de vida de las personas con cáncer, sus resultados clínicos y también aumentar la satisfacción de los profesionales sanitarios.
La iniciativa, liderada por la Dra. Cristina Caramés, directora asistencial y de Investigación del Grupo Quirónsalud y una de las impulsoras del proyecto en el momento de su puesta en marcha, en calidad de jefa asociada y coordinadora del Área de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz, ha dado la vuelta al abordaje tradicional del tratamiento del cáncer en Hospital de Día, en el que los pacientes orbitaban alrededor del hospital y los profesionales sanitarios, para convertirlo en un modelo en el que tanto el centro hospitalario como sus facultativos giran en torno a la figura clave de todo este proceso: el paciente.
CUANDO MENOS ES MÁS: CITA ÚNICA
Así, HOPE se basa en una única cita en el Hospital de Día Oncológico, que opera como una unidad de práctica integrada, en la que un equipo multidisciplinar de profesionales, integrado por todos los implicados en la atención y cuidado de los usuarios con cáncer, se organizan y coordinan alrededor del paciente oncológico que requiere tratamiento.
De esta manera, son responsables del ciclo completo de atención de un proceso, miden procedimientos y resultados en equipo, y no individualmente como se hacía antes, y aceptan la corresponsabilidad de los resultados y sus costes.
OBJETIVO: REDUCIR LA INACTIVIDAD
Un cambio de paradigma en el sector sanitario que ha permitido eliminar el tiempo de inactividad entre citas, incluyendo los desplazamientos y las esperas innecesarias de los pacientes, reduciendo así en un 97 % la dura
ción total de la sesión de tratamiento, que ha pasado de durar alrededor de 10 horas en hasta tres días a tan solo dos horas en una sola jornada. A esto se añade la disminución en un 62 % de las citas innecesarias entre ciclos.
Unos resultados que, además de los múltiples beneficios que suponen para el propio tratamiento, aportan un valor añadido en el día a día de los afectados. «Los pacientes con cáncer se enfrentan no solo a un diagnóstico que les cambia la vida, sino también a un maratón de pruebas, citas hospitalarias y procedimientos clínicos que reducen su calidad de vida», afirma la doctora Caramés. Por ello, añade, «nos preocupa no solo que el paciente se cure o reciba el tratamiento más adecuado, sino también que el tratamiento realizado interfiera lo mínimo en su vida cotidiana, en su trabajo y en sus relaciones personales».
EL PODER DE LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
A ese mayor confort y calidad de vida del paciente se suma también el aumento de la eficacia y la seguridad clínica que ofrece HOPE debido, en gran parte, a la incorporación de la última tecnología.
Gracias a la sistematización en la recolección de datos clínicos, este modelo de atención permite la identificación y detección precoz de efectos adversos, lo que ha contribuido a una mejora importante en los resultados clínicos, reduciendo los ingresos hospitalarios por toxicidad grave en un 25 % de media, aunque hay meses que esta cifra alcanza el 38 %.
Asimismo, la coordinación entre los profesionales sanitarios y la estandarización e integración de cada protocolo del tratamiento dentro de la historia clínica electrónica (HCE) ha posibilitado mermar la carga administrativa de los oncólogos en un 98 %. Un tiempo que les permite atender, de media, a un 4,25 % más de usuarios y duplicar así el número de pacientes que pueden recibir tratamiento en un día, que ha pasado de 30 a 60 personas.
TRABAJO EN EQUIPO
A este respecto, la doctora Caramés señala que «HOPE ha demostrado que, trabajando en equipo, creando un entorno de trabajo más seguro y confortable e implicándonos más en el proceso de salud de los pacientes, hemos mejorado nuestra relación con ellos y su experiencia, y hemos ayudado a darles vida y a interferir lo menos posible en su día a día para que no solamente puedan curarse, sino también sentirse mejor durante su tratamiento».
La última novedad tecnológica que se incorporó al proyecto es ‘AI-ON: Asistencia Inteligente en Oncología’, un asistente virtual para la atención de síntomas frecuentes y la resolución de dudas de los pacientes oncológicos en tiempo real, basado en un modelo de inteligencia artificial que utiliza un chatbot integrado en el Portal del Paciente y en la HCE del usuario.
Desde la puesta en marcha de HOPE, los pacientes reconocen que su experiencia de atención oncológica ha mejorado, con un aumento del NPS (Net Promotor Score, herramienta que indica la satisfacción del paciente midiendo su predisposición a recomendar un servicio tras haber sido atendido en él) del Hospital de Día del 75 al 95 % entre 2018 y 2021.
Entre los aspectos que destacan más positivamente se encuentra la disminución de los tiempos de espera y los desplazamientos, el acceso instantáneo a su equipo asis
tencial a través del Portal del Paciente, aplicación propia del hospital, y una atención más centrada en ellos.
UNA INICIATIVA CON PREMIOS
Un reconocimiento que no solo ha llegado por parte de los usuarios. La iniciativa ha recibido varios premios nacionales e internacionales en estos últimos años como el Premio a la Mejor Trayectoria Institucional del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) y uno de los premios Profesor Barea 2022. También ha sido distinguida con el galardón de la categoría de ‘ Innovación Asistencial’ en los Premios Quirónsalud, que tienen como objetivo reconocer proyectos innovadores que favorezcan la mejora de la práctica asistencial y la utilización de nuevas tecnologías en el ámbito sanitario español.
Un orgullo que resalta también la doctora Caramés: «En 2019 nos propusimos mejorar la vida de los pacientes y, a día de hoy, lo hemos conseguido». «Esperamos que nuestra experiencia pueda ayudar e inspirar a otras instituciones que también se esfuerzan por brindar una atención del cáncer verdaderamente centrada en el paciente», apostilla.
UNA MEJORA DE LA EVALUACIÓN
De cara al futuro, los próximos objetivos incluyen una mejora de la evaluación de los resultados en salud y experiencia (PROMs y PREMs) y la prescripción del tratamiento a través de la incorporación de herramientas de inteligencia artificial que faciliten la toma de decisiones en la práctica clínica diaria.
De esta manera, HOPE incorporará un apoyo «a domicilio» estructurado e individualizado que facilitará al paciente información personalizada sobre recomendaciones para su autocuidado. Para ello, se utilizarán herramientas de medición de los resultados reportados por los pacientes y de la experiencia vivida durante su proceso para proporcionarles información útil para manejar los posibles síntomas relacionados con su tratamiento.
Además, a través del Portal del Paciente, el usuario podrá informar a su equipo médico sobre los síntomas potencialmente graves, cuyo conocimiento en tiempo real permitirá a los facultativos responder rápidamente, anticipándose y evitando así posibles complicaciones. □