Tímido por naturaleza, presumido en la conquista
EL TRAGOPÁN DORSIGRÍS es un ave rara, tímida y esquiva. Los machos son tan llamativos como difíciles de avistar. Se cree que unos 3.300 individuos sobreviven en estado salvaje, en el estado de Himachal Pradesh, en la India.
Allí pasó gran parte de 2017 y 2018 la realizadora Munmun Dhalaria mientras rodaba un documental sobre esta ave. Un día vio acercarse un macho, espléndido con su pectoral de plumas anaranjadas y su capa negra con motas blancas. Tras buscar comida durante unos momentos se encaramó a una piedra y emitió un reclamo, destinado a atraer a las hembras e intimidar a los rivales. Dhalaria, Exploradora de National Geographic, lo filmó durante 35 minutos: fue uno de los avistamientos en estado salvaje más completos documentados hasta el momento.
Presenciar una llamada de apareamiento es una cosa; observar el apareamiento en sí, otra. A veces alcanza a entreverse en el recinto del único programa de cría en cautividad existente, en Himachal Pradesh. El macho se aproxima sigilosamente a la hembra y exhibe sus atributos: de la cabeza emergen unos cuernos azules, se abre el abanico de la cola y se despliega una barba arcoíris. En el momento culminante se aleja, vuelve a acometer, se abalanza sobre la hembra, la monta… y se aparean 10 segundos. Breve y efectivo. En las siguientes seis u ocho semanas, ella incuba entre tres y cinco huevos. Las aves criadas en cautividad cautividad son una esperanza para una especie cuya población salvaje decrece. El programa tiene unas 40 aves y pretende liberar unas cuantas en 2020.