Ciencia y ciudadanía
PUEDE QUE PASEN DESAPERCIBIDOS, pero son muchísimos. El año pasado alrededor de 1.700.000 personas de 234 países participaron de manera voluntaria en la generación de conocimiento científico en todo el mundo, según datos de uno de los mayores portales de ciencia ciudadana, Zoouniverse, que nació centrado en el campo de la astronomía, pero que hoy engloba numerosas áreas científicas y cerca de un centenar de proyectos.
Según Josep Perelló, profesor del Departamento de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Barcelona (UB) y promotor de OpenSystems UB, grupo de investigación que plantea la participación ciudadana como una manera diferente de hacer ciencia, «los ciudadanos, en general, tienen necesidad de participar, de implicarse en la generación de conocimiento. De hacerlo ellos mismos y, a la vez, con otros». La ciencia ciudadana, añade, «promueve las vocaciones científicas porque cambia radicalmente la percepción de lo que es la práctica científica: nadie se siente excluido, todos pueden aportar su grano de arena». Además, fomenta un cambio de paradigma en el que la compartimentación del saber deja paso a un sistema abierto, donde el conocimiento creado por muchos es accesible para todos.
En nuestro país también son muchas las personas que colaboran en la recolecta de datos científicos para distintas organizaciones. Algunas lo contaron en el evento Fixing the Future que tuvo lugar en Barcelona hace unos meses. Como el ecólogo Bernat Claramunt, uno de los científicos principales de Earthwatch Institute, que lleva 10 años coordinando colaboraciones científicas desarrolladas por gente de todo tipo en distintos ámbitos y que constituye una poderosa herramienta de cambio. O el biólogo Manel Gazo, al frente de la organización Submón, que promueve un cambio en la relación entre la sociedad y el océano y que cuenta con la inestimable ayuda de voluntarios en temas como la conservación de los cetáceos o la valoración del impacto de los océanos en la salud de las personas.
Ya lo dijo Lynn Margulis: la vida es una unión simbiótica y cooperativa que permite triunfar a los que se asocian.
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TOMANDO PARTE EN JUEGOS EXPERIMENTALES DE COMPORTAMIENTO Según el Libro Blanco de la Ciencia Ciudadana de 2017, las personas que en España participan en este tipo de proyectos se reparten de esta forma entre las distintas áreas de conocimiento. PARTICIPANDO EN EXPERIMENTOS DE INTELIGENCIA COLECTIVA