RECICLAR LO NO RECICLABLE
CONVERTIR LOS RESIDUOS PLÁSTICOS EN UN PRODUCTO DE VALOR. ESE ES EL COMETIDO DE MIRANDA WANG, UNA DE LAS LAUREADAS CON LOS PREMIOS ROLEX A LA INICIATIVA 2019.
ESTA CANADIENSE DE 25 AÑOS de edad ha tenido una idea de aquellas que pueden hacer historia. Preocupada por el gran impacto global que tienen los residuos plásticos en el medio ambiente, Miranda Wang, empresaria y bióloga molecular, quiere reconvertirlos en riqueza mediante una tecnología exclusiva de reciclaje químico desarrollada por su empresa BioCellection, ubicada en Silicon Valley, California.
Junto con su amiga y socia Jeanny Yao, Wang experimenta con un proceso mediante el cual el plástico de polietileno, uno de los de uso más común, es reconvertido en una serie de precursores químicos (bases indispensables en la elaboración de muchas sustancias) de alto valor económico. «Hoy en día no existe prácticamente ninguna tecnología que funcione con los plásticos realmente sucios –explica Wang–. Estos plásticos son de tan baja calidad que no tiene sentido limpiarlos y hacer nuevos productos con ellos. Nosotros nos centramos específicamente en esos plásticos problemáticos que nadie quiere ni tocar. Por este motivo hemos inventado un nuevo proceso sostenible y económico para fabricar químicos industriales de alto valor a partir de esos plásticos. Y hemos podido demostrar que esos productos tienen la misma calidad que los homólogos hechos con petróleo virgen». No solo eso: además, ese proceso patentado por Wang y Yao genera muchas menos emisiones de CO2 que si los precursores químicos se obtuvieran a partir del petróleo y, por supuesto, muchas menos que si esa basura imperecedera fuera incinerada en un vertedero.
Sin duda, esta iniciativa pionera ha llamado la atención de muchos sectores, pues la gravedad del asunto del plástico es verdaderamente colosal. Cada año se producen 340 millones de toneladas de este material en el mundo, y en Estados Unidos, por ejemplo, desde