Octavian Nedea
Octavian estaba de safari fotográfico en la Reserva Nacional Masai Mara cuando unos guardas avisaron de que una manada de ñúes se había congregado en un margen del río Mara. Él acudió al lugar para captar la imagen, pero de camino se topó con otra escena más peculiar: «Una carraca atrapó una rana a la que golpeó contra el suelo varias veces. Cuando la tuvo aturdida, la agarró y empezó a tragársela en un proceso que duró hasta cinco minutos», un tiempo que al ave debió de parecerle una eternidad y que el fotógrafo aprovechó para retratar aquel momento único.