Contagio criminal
Hablar de la actualidad, es hablar de la violencia de género, es hablar de la inmigración, de las muertes por accidente de tráfico, de las mafias de la droga, de terrorismo, de hambre… Todo esto es la actualidad, y la gente muere por todas estas causas, mueren a puñados, ¿pero cómo nos afectan estas muertes cuando ocurren lejos de nosotros? Prácticamente no nos afectan en absoluto. Asistimos a la imagen de las desgracias, lo mismo que si se tratara de un reportaje cualquiera. Para que las noticias nos afecten de verdad, las hemos de ver en vivo y en directo, o nos han de tocar a nosotros mismos, de lo contrario, nos hemos hecho tan insensibles, que no reaccionamos ante ellas. La insensibilidad se presenta en nosotros por el mismo mecanismo de defensa que entre el personal médico de un hospital. La costumbre da a las cosas el marchamo de normalidad, aunque los sucesos sean extraordinarios. ¿Qué ocurre con el suicidio? Por causa de suicidio mueren en España la asombrosa cifra de diez personas al día, y no se dice nada de ello. Resulta curioso que se mantenga, durante varios días, la noticia de un homicidio cometido por un altercado en un bar, por ejemplo y, sin embargo, la muerte de diez personas al día por suicidio, no sea noticia, y es precisamente porque se ha hecho habitual. Yo estaría muy de acuerdo si se hiciera lo mismo con todos los hechos criminales que ocurren cada día, porque el simple motivo de hablar de ello nos inmuniza y porque aporta ideas a quien ni siquiera había pensado en ello. Son diversas las causas que pueden empujar a una persona a delinquir, y entre ellas están el contagio y la emulación. Existe toda una Teoría del Contagio Criminal que se estudia en Criminología. Conociendo esto, me pregunto ¿hasta qué punto es necesario dar a conocer con tanta asiduidad y detalle este tipo de noticias diariamente? ¿Qué beneficio nos reporta, si no es el simple morbo por los pormenores? Si se dieran por la televisión las noticias de muerte por suicidio, contando detalles y circunstancias, seguro que estos aumentarían, porque el criminal se nutre con el protagonismo que le ofrece la publicidad. Por lo mismo, si disminuyeran las noticias sobre violencia de género, sobre robos con violencia, sobre violaciones en grupo o sobre los incendios provocados, éstos descenderían en idéntica proporción. En definitiva ¿se analizan las causas que pueden derivarse de la información o se trata simplemente de dar noticias que vendan? ¿Se han estudiado a fondo las consecuencias de publicar robos, asesinatos y violaciones? ¿Dónde está el límite? Combatir el crimen, sí, con todas las armas legales y castigo ejemplar para el culpable, pero no dar publicidad disfrazada de noticia, porque ésta ni educa ni coarta.