El efecto del calor en nuestras mascotas
Todos los años al llegar estas fechas siempre avisamos de los riesgos del calor, de dejar a nuestra mascota dentro del coche, del por desgracia ya conocido golpe de calor. Pero las consecuencias de la estación estivales no se reducen a dos patologías.
Durante el verano, las altas temperaturas pueden hacer que muchas patologías empeoren, los pacientes renales por ejemplo que necesitan mucha agua pueden descompensarse en verano. Cualquier cuadro gastrointestinal con vómitos tiene una mayor posibilidad de sufrir deshidratación ya que los perros controlan la temperatura a través del jadeo y las pérdidas son mucho mayores en verano. Las enfermedades hormonales también se pueden verse afectados por las altas temperaturas.
Cuando hace calor lo normal es que intentemos refugiarnos del mismo, pero a veces los cambios de temperatura son causantes de faringitis importantes, casi todos nosotros alguna vez nos hemos resfriado en verano por quedarnos mojados, por las corrientes de aire o el uso indebido del aire acondicionado. Del mismo modo, nuestras mascotas son muy propensas a faringitis en verano. Por último tenemos que destacar el aumento de enfermedades infecciosas en verano, ya que aumentan los mosquitos, pulgas y garrapatas que los transmiten, aunque muchas veces estos diagnósticos se realizan unos meses después hacia otoño.
De modo que en verano debemos de tener siempre agua fresca a disposición de nuestras mascotas, desparasitarlos bien y protegerlos de mosquitos, tener cuidado con corrientes de aire y aire acondicionado. De este modo evitaremos muchas enfermedades típicas de la época veraniega.