Mediación escolar y resolución de conflictos
Defender la formación integral de las personas pasa por una concepción de la educación basada en el diálogo y la convivencia pacífica, y en la construcción e innovación de actitudes, valores y normas. Enseñar y aprender a vivir y convivir raramente se integran de forma explícita en el currículum, sin embargo nuestro Centro considera fundamental trabajar en un contexto acogedor que posibilite el crecimiento personal integral. La convivencia entre las personas se deteriora si no se cultivan activamente las relaciones intra e interpersonales. Nuestros alumnos pasan por una edad crítica para la formación de la identidad y de los marcos de pertenencia y en muchas ocasiones, la naturalidad con la que aparecen los conflictos en nuestras vidas no se corresponde con la anormalidad con la que los vivimos. El conflicto es consustancial a la vida social y no hay que evitarlo sino sacarle partido, constituyéndose como necesario para el progreso personal y social, ya que pone de relieve aquellos aspectos de nuestro entono y de nosotros mismos que podemos mejorar y superar. Entendidos como motor de cambio, los conflictos generan aprendizaje y crean y fortalecen los vínculos interrelacionales. La mediación incorpora a nuestra cultura elementos dialógicos y éticos que permiten la colaboración entre las personas implicadas en un conflicto, antes que el enfrentamiento entre adversarios sin crear enemigos, ni vencedores ni vencidos. En cuanto dos personas o un grupo de personas que experimentan una situación de conflicto deciden sentarse a hablar en presencia de una tercera, se crea un escenario único y genuino. La mediación integra elementos creativos y herramientas para hacerlos aflorar. Los mediadores acompañan a los verdaderos protagonistas del conflicto en la exploración de la situación, sin emitir juicios sobre la misma, contri- buyendo a que se den cuenta de aquello que necesitan y planteen sus propias vías de salida. El proceso de mediación debe ponerse en marcha de forma voluntaria, ya que uno de sus puntos fuertes es que los acuerdos tomados en común se traducen en grados de cumplimiento superiores a los que resultan de decisiones impuestas por una autoridad externa. Ponerse de acuerdo con quien ha existido desavenencia resulta satisfactorio y pone en evidencia el interés por mejorar la comunicación y las relaciones. En Colegio Internacional Ausiàs March venimos implementando desde el año 2011 un Programa de Mediación Escolar y Resolución de Conflictos, que no responde a la necesidad de combatir un alto grado de conflictividad en las aulas, sino que se trata de una propuesta de formación y acción que permite concebir el conflicto y al otro de forma constructiva. Una forma de conceder a los miembros de la Comunidad educativa la oportunidad de ejercitar su responsabilidad social. Dicho programa se desarrolla en varias fases: La primera y recién finalizada fase ha sido la formativa, a través de la cual los alumnos de 1º a 4º de ESO que han querido formarse en relaciones interpersonales, conflicto y mediación han recibido dos sesiones semanales girando los contenidos fundamentales del programa formativo en torno al conocimiento de uno mismo, al análisis de las rela- ciones personales, al conocimiento del conflicto y las actitudes que desarrollamos frente a él, así como contenidos referidos directamente al proceso mediador. En la actualidad, dicho alumnado ejerce como mediador del Servicio de Mediación que se constituyó el pasado curso 13-14, participando activamente en todos los procesos de similar naturaleza surgidos en el Centro, siempre con el objetivo de aprovechar la oportunidad que nos brinda el conflicto para crecer, para cultivar la paz, para educar para la vida y favorecer el tránsito a la sociedad de forma autónoma, responsable e innovadora.
*Profesora del C.I. Ausias March y responsable del proyecto