¿Las RRSS han enterrado a la web?
Si te estás haciendo esta pregunta, la respuesta es NO y te explicamos el porqué.
Las redes sociales han crecido muy rápidamente en los últimos años, pero tienen un objetivo totalmente distinto a una web corporativa. Beneficios de una web corporativa y redes sociales:
WEB CORPORATIVA:
Es tu escaparate en internet.
Es de tu propiedad, el diseño se adapta a tu imagen corporativa. Tienes control absoluto sobre los contenidos publicados en ella. Cualquier incidencia que pueda surgir, depende de tu desarrollador y tienes total libertad de solucionarlo, no dependes de terceros. Se utiliza un lenguaje y contenido más corporativo, potenciando la marca de la empresa. Tiene más beneficios sobre el posicionamiento y es más fácil que un futuro cliente encuentre tus servicios en Google.
Se trabaja con un dominio propio, asociado a la marca, donde dispones de correos electrónicos totalmente personalizados y gestionados por ti para mantener la comunicación con el usuario.
Se publica información más coloquial y se le da mayor difusión a dicha información, generando una comunicación más cercana con los usuarios.
Es más económica su implementación, aunque luego es muy importante un buen mantenimiento y calendario editorial para tener una buena evolución y rentabilidad. Nos ayudan a potenciar nuestra web corporativa, blog, noticias internas, servicios…
El usuario tiene mayor facilidad de interactuar con la empresa. Dispones de una comunidad de usuarios interesados en tu negocio. No necesita un mantenimiento técnico por tu parte.
No se trata de plantear si debemos operar con una web corporativa o con redes sociales, sino crear una estrategia de marketing adecuada y combinar ambas herramientas sacando el mayor rendimiento de cada una de ellas. Hay que saber que los contenidos que se publiquen en la web corporativa y posteriormente se compartan en las redes sociales van a marcar el prestigio y la reputación online de nuestra marca profesional.