Los vecinos afectados por la Hípica Las Palmas desmienten que bloqueen el acceso a la entrada del recinto y solicitan su cierre
A consecuencia de la noticia del pasado número, “Un vecino bloquea el acceso de entrada y salida a la Hípica Las Palmas con una licencia de obras caducada del 2016”, nos entrevistamos con los vecinos afectados que nos explican su versión de los hechos, mostrándonos información documental
Según nos cuentan a Nou Torrenti, los vecinos afectados, la hípica Las Palmas lleva 7 años intentado culpar a los vecinos y a las administraciones de todos sus males, cuando han sido ellos mismos, con sus desaciertos, los únicos responsables de su situación al querer trabajar sin licencias. Como por ejemplo, presentar un proyecto inicial consistente en entrar por una parcela que no era de su propiedad y de la que tampoco tenían una opción de compra sobre la misma. “Cabe recordar que ese negocio está abierto desde 1994 sin la preceptiva licencia de apertura ni de actividad. Además, al ser denunciados por los vecinos a causa de las molestias generadas, la hípica se dedicó a denunciar a los vecinos en lugar de intentar acercar posturas”, según nos explican los vecinos. Después de la publicación de nuestra noticia en el anterior número, se volvió a interpretar que la hípica parecía ser la víctima, acusando a un vecino de bloquear el acceso a sus instalaciones. Los vecinos, cansados de tantas falsedades, acudieron
Para poder legalizar esa empresa privada, la Generalitat, a través de la Declaración de Interés Comunitario (DIC), que concedió hace ya 5 años, les exige unos requisitos
a este periódico. Nos aportaron la documentación y los datos que el centro hípico había ocultado a esta redacción y que desmienten las informaciones publicadas.
“no es del todo cierto que los clientes tengan que salir con sus caballos por una puerta de acceso a la carretera CV-405, pues disponen de otras salidas a camino público, por donde salen de excursión”
Esa documentación indica que las obras consisten en el vallado de la parcela del vecino con su correspondiente licencia. La hípica recurrió esa licencia por vía administrativa y judicial sin obtener resultado alguno. El problema apareció porque la hípica había abierto dos puertas a la parcela privada de ese vecino, el cual esperó pacientemente a que hubiera una sentencia firme sobre el asunto para finalizar las obras que inició en 2016. La hípica renunció a apelar dicha sentencia, debiendo acatar lo que en ella se dictaba y que daba la razón al ayuntamiento al conceder la licencia al vecino.
Según nos comentaba el afectado, “No es cierto que los clientes tengan que salir con sus caballos por una puerta de acceso a la carretera CV-405, pues disponen de otras salidas a camino público, por donde salen de excursión”. Los vecinos continuaron explicando que Centro Hípico Las Palmas sólo intentó legalizarse a raíz de las denuncias de los vecinos y nunca de motu propio. Esto supone un agravio comparativo con el resto de pequeños empresarios, a los que el ayuntamiento les hace cumplir con todas sus obligaciones y requisitos antes de abrir su negocio.
Para poder legalizar esa empresa privada, la Generalitat, a través de la Declaración de Interés Comunitario (DIC), que concedió hace ya 5 años, les exige unos requisitos. Entre ellos está la construcción de un nuevo acceso, pues el que utilizan desde la carretera no es legalizable. “Nadie les obligó nunca a entrar por ese acceso de titularidad municipal que ahora dicen que no cumplía las normas. Sólo les exigieron un nuevo acceso que soportara de un modo seguro el tráfico que su negocio generaría. Fueron ellos quienes optaron por la solución de adaptar el acceso municipal existente, lo cual con la información de la que ya disponían, parece que quizá no era la mejor opción, pues como es fácilmente comprensible su nuevo acceso nunca podrá ser a través de una propiedad privada ajena, sino que deberá de hacerse desde una vía pública”, nos exponía el vecino afectado. Basándonos en un caso similar, pero a otra escala, esto es lo mismo que se le exigió en un pueblo cercano a un centro comercial de muebles suecos. Se les obligó a construir un nuevo acceso desde la autovía incluyendo un puente y dos rotondas. Esa DIC, que la hípica tanto menciona, fue modificada en 2015, hecho que también se ha ocultado. En esa modificación se incluyen medidas destinadas a atenuar las molestias que los vecinos sufren. Molestias derivadas de una actividad calificada como insalubre, molesta, nociva y peligrosa. Entre esas medidas figura la plantación de una franja verde perimetral continua de 7 metros de anchura, con árboles de alto porte y que no podrá ser utilizada para la circulación de vehículos ni de caballos. Los vecinos aún esperan que se ejecute desde hace 4 años. Mientras tanto, la hípica, en lugar de intentar atenuar las molestias, se dedica a denunciar a sus vecinos.
¿Qué se solicita?
Se solicita que hasta que no tenga una licencia de apertura no sigan trabajando aprovechando el limbo de las administraciones, mientras en Torrent, se cierran otros negocios por no cumplir con todos los requisitos. Por otra parte, a la vista de la documentación revisada, nos preguntamos si esa actividad, en la situación actual es legalizable o no. O si pueden cumplir con todos los condicionantes que se le imponen, ¿en qué plazo? Y por otra parte, las obras de acceso desde la carretera finalizaron hace año y medio: ¿qué han hecho desde entonces?, es más ¿qué se les ha exigido hacer? y ¿qué seguimiento ha tenido ese negocio desde las administraciones? En este caso, el vecino se queja a la no actuación de la administración pública.
“25 años trabajando sin licencias son demasiados y los plazos no pueden ser infinitos”, concluían los vecinos afectados, que la próxima semana tendrán una reunión con los concejales Inma Amat y Andrés Campos que, según ellos, son los únicos políticos que se están interesando por sus problemas. Estando a la espera de una posterior cita con el propio alcalde.
“25 años trabajando sin licencias son demasiados y los plazos no pueden ser infinitos”