“Cuando el espectador llegue al teatro se encontrará con el cadáver de Lucrecia Conti”
El próximo 14 de septiembre, a las 20.00 horas, llega al Auditori Vicent Torrent la comedia ‘El funeral’ de la mano de Concha Velasco, Jordi Rebellón, Irene Gamell, Ana Mayo y Emmanuel Medina. La obra, del dramaturgo y director Manuel M. Velasco, ha sido escrita a la medida de su madre, que protagonizará el papel de la artista Lucrecia Conti. Por su parte, Jordi Rebellón, conocido por su papel en Hospital Central, será, en esta ocasión, el representante de Conti y el encargado de responder las preguntas de esta entrevista.
ENTREVISTA: ¿Es ‘El funeral’ una obra de humor negro?
‘El funeral’, como dice su autor, es una comedia sobrenatural. Tiene una parte de humor negro, evidentemente, pero es sobrenatural, fantasiosa y, sobre todo, divertida. Es un humor muy centrado, muy personalizado con el personaje que interpreta Concha Velasco y los demás la acompañamos en esta comedia. La única pretensión de esta obra es que la gente vaya, se divierta y que durante una hora y media se olviden de los problemas.
¿Qué podrías adelantarnos del argumento de la obra?
La obra empieza con el funeral de Lucrecia Conti, la cual es una actriz reconocida que no ha llegado a ser muy importante. Cuando el espectador llegue al teatro se encontrará con el cadáver de Lucrecia Conti y puede subir al escenario para darle el último adiós y escribir en el libro de firmas.
En ‘El Funeral’ estás sustituyendo a Antonio Resines, que a su vez había sido sustituido por Jorge Sanz. ¿Cuáles fueron las dificultades principales que tuviste que afrontar para integrarte con celeridad en el equipo?
Sobre todo, el poco tiempo que tuve para ensayar y aprender del personaje. En 15 días tienes que estudiarte el papel, hacer cuatro ensayos y hacer la función. Pero fue fácil en el sentido de que la compañía te acoge muy bien. Además, yo ya conocía a Concha Velasco. Pero las sustituciones son siempre complicadas.
¿Por qué crees que te eligieron a ti para hacer la sustitución?
Me imagino que sería un actor que, en ese momento, estaba en el paro [ríe]. Bueno, Concha me conocía y es un personaje que a mí me iba muy bien. A Concha le apetecía trabajar conmigo y me llamaron a mí.
En la obra eres el representante de Lucrecia Conti. ¿Podrías contarnos cuáles son las peculiaridades de tu personaje?
Es un representante que siempre la ha cuidado, siempre la ha mimado… Le tiene mucho respeto y cariño, pero en el funeral aparece el fantasma de Lucrecia y se da cuenta de que puede aprovechar la ocasión para ganar dinero, pero de una manera muy cariñosa.
¿En quién te has inspirado para encarnar tu personaje?
No me he inspirado en nadie. Manuel y Concha me explicaron cómo tenía que ser el personaje, ya que no conozco a ningún representante que sea así.
¿Cómo es compartir escenario con Concha Velasco?
Yo ya había trabajado con ella en Hospital Central y la verdad es que es un placer trabajar con ella. Además, aprendes cada día con ella. Concha Velasco tiene mucha experiencia y es un placer trabajar, compartir y divertirme con ella.
¿Qué has aprendido con ella?
Que hay que trabajar con profesionalidad y que, por muchos problemas que te encuentres en la vida, hay que trabajar porque hay un público que paga en taquilla.
¿Y cómo es trabajar con Manuel M. Velasco?
Manuel ha escrito y dirigido esta obra y dirige sabiendo cómo son los personajes. Para los actores, es muy fácil seguir sus indicaciones, porque tiene muy clara la obra.
Que un hijo escriba un guion para que su madre representa el personaje de una difunta es una apuesta muy atrevida. ¿Qué opinas de eso?
A mí, me parece bien. Es una apuesta atrevida porque son familia y a veces con la familia en casa estás muy bien y a la hora de trabajar las cosas cambian. Pero me parece que es una combinación muy bonita que el hijo de Concha haya escrito una función para ella y la haya dirigido él. Me parece una buena simbiosis, una buena colaboración…
Preparándote la obra te habrás preguntado alguna vez qué hay después de la muerte…
Yo personalmente pienso que tiene que haber algo porque si no, no entiendo por qué pasamos por lo que pasamos, por qué sufrimos tanto, por qué hay tantos desastres, tanta violencia… Entonces, yo quiero pensar que hay algo después pero nadie ha vuelto para explicarnos lo que es. Entonces no podemos saberlo.