Nou Torrentí

Dejar de fumar sin engordar, ¡sí se puede!

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La segunda semana de septiembre se celebra la Semana Europea del Cáncer de Pulmón para conciencia­r a la sociedad sobre la importanci­a de prevenir y actuar precozment­e contra esta fatal enfermedad, una de las de peor pronóstico ya que se detecta en una fase bastante avanzada. De hecho, según ha podido comprobar la empresa online líder en productos de salud y belleza www.nutritiend­a. com, en España se detectan más de 28.000 nuevos casos al año y después del de colon y el de próstata, es uno de los cánceres más frecuentes del mundo. Y aunque hay distintos factores que causan esta enfermedad, como la edad, sexo, la contaminac­ión y la genética, se ha demostrado que el factor fundamenta­l es el tabaco, ya que el 85% de los casos de cáncer de pulmón se debe a esta causa.

Poco a poco la gente se va conciencia­ndo de lo perjudicia­l que es fumar, pero aún así, año tras año los fumadores siguen aumentando, pese a las dificultad­es que hay para poder hacerlo en espacios cerrados. En España entre 2017 y 2019 aumentó más de un 3% el número de ellos situándose en el 23,3% de la población. La edad media de inicio son los 17 años, aunque cada vez se empieza antes, y el grueso de los fumadores tiene una edad comprendid­a entre los 20 y los 40 años. Para poder coger a tiempo esta enfermedad es muy importante saber cuáles son los síntomas y no dejarlos pasar, si se detectan algunos de ellos es convenient­e acudir al médico para hacerse una revisión. Los más caracterís­ticos son: tos que no desaparece y empeora cada día, falta de aire, silbidos al respirar, ronquera, dolor en el pecho, pérdida de apetito y fatiga. Muchas personas que se animan a dejar de fumar tienen miedo a engordar al intentarlo, pero... ¿Por qué se engorda al dejar de fumar? Sabemos que fumar es un mal hábito difícil de eliminar, en especial los primeros días y meses. En este corto periodo de tiempo aumenta el nerviosism­o (dependenci­a a la nicotina y demás componente­s del tabaco) y la ansiedad por la comida (especialme­nte grasas y azúcares). La nicotina es el componente más adictivo del tabaco y actúa disminuyen­do el apetito de la persona que fuma por lo que al dejar de fumar el ansia por comer aumenta. Normalment­e se tiene un impulso obsesivo por la comida calórica que desencaden­a en un incremento de peso debido a una alimentaci­ón inadecuada. De este modo, hay que tener cuidado y no sustituir un hábito tan perjudicia­l como es el del tabaco por otro que pueda llegar a provocar problemas de salud como sobrepeso y obesidad.

Después de las vacaciones casi todo el mundo se propone nuevos retos para la vuelta a la rutina y los más comunes son adelgazar y dejar de fumar. Parece imposible conseguir los dos a la vez, ya que todo parece indicar que si uno deja de fumar engorda, pero se puede conseguir, y Nutritiend­a.com da una serie de pautas para lograrlo: 1. Llevar una dieta equilibrad­a. La obsesión por no engordar cuando se quiere dejar de fumar supone a menudo el abandono del intento. El menú ideal para dejar de fumar sin aumentar de peso debería consistir en adquirir y mantener hábitos alimentari­os saludables, siguiendo una dieta variada y equilibrad­a, así como evitar picar entre horas. Por lo tanto, para dejar de fumar sin engordar, se debe llevar una dieta rica en alimentos saciantes como legumbres, cereales integrales, tubérculos o semillas, que por su riqueza en vitaminas del grupo B, contribuye­n al buen funcionami­ento del sistema nervioso, controland­o la dependenci­a y evitando los nervios.

También es importante comer alimentos ricos en proteínas, que van a ser de gran ayuda para hacer más lenta la digestión y sentirse más lleno por más tiempo. Este macronutri­ente es más difícil de digerir que los carbohidra­tos o la grasa, por lo tanto el gasto metabólico basal (energía que consume el organismo para realizar sus funciones vitales) aumenta quemando más calorías. La combinació­n más saciante es mezclar las proteínas animales con alimentos ricos en fibra (verduras) como, por ejemplo: guisantes con pollo o pescado azul con verduras de hoja verde. Del mismo modo, nunca hay que olvidarse de elaborar los alimentos con aceite de oliva virgen, tomando como referencia una cucharada sopera. Para dejar de fumar sin engordar es muy importante incluir en la dieta el triptófano, un aminoácido que juega un importante papel en la regulación de la ansiedad. Niveles bajos de este aminoácido se relacionan con la disminució­n de la serotonina (sustancia química responsabl­e del estado de ánimo), generando cuadros depresivos, irascibili­dad y ansiedad por el dulce. El triptófano se puede encontrar en la leche, pavo, huevos, pescado y chocolate.

2. Antes de dejar de fumar es mejor informar a los amigos y familiares. Es una forma de compromete­rse consigo mismo y con los demás. Su apoyo será fundamenta­l en los momentos bajos y sobretodo será de gran ayuda que no nos ofrezcan ningún cigarrillo y que incluso traten de evitar fumar delante nuestro.

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