Torrent hecho un basurero
Torrent, la segunda ciudad de la provincia de Valencia tras la capital, con más de 85.000 habitantes, está sufriendo un abandono monumental por parte de su ayuntamiento. Seguridad, iluminación o limpieza son los puntos más flacos de la gestión del consistorio a manos de PSOE y Cs, que parecen obviar estos ámbitos de la forma más irresponsable posible. Concretamente, la limpieza de las calles de nuestra ciudad se encuentra en uno de los niveles más pésimos en muchos años. Contenedores y sus alrededores saturados de desechos, calles repletas de suciedad o solares con acumulación de desperdicios y maleza son, por desgracia, la imagen que arroja gran parte del municipio.
Por mucho que haya voces empeñadas en culpar exclusivamente a la ciudadanía de este estado deplorable, que no niego que exista algún individuo incívico que tome el espacio público como su vertedero, el conjunto de ciudadanos respeta los buenos hábitos en cuanto a la eliminación de sus residuos, pero choca muchas veces con unos recursos insuficientes y deficientes para practicarlos. Son muchos los vecinos que han pretendido tirar su mobiliario de forma correcta, pero el servicio de recogida de enseres no abarca las necesidades de toda la ciudad, a pesar los esfuerzos de sus operarios.
En cuanto al fomento del reciclaje, en septiembre de 2019, desde el PP, presentamos ante el Pleno municipal una moción para que se reintrodujera la subvención RECICLA, una ayuda económica, aprobada por el gobierno local popular, para los hogares torrentinos, y que fue eliminada fulminantemente por el gobierno de Ros nada más entrar en el ayuntamiento. A día de hoy, en febrero de 2022, no es que no se haya aprobado esta moción, es que ni siquiera se ha dignado el gobierno local a llevarla a debate, ni a comisión ni a pleno. Buena muestra del compromiso del gobierno de PSOE y Cs con esta problemática.
Pero, aun habiendo sido desterrada esta subvención al reciclaje, los hogares torrentinos son ejemplo de comportamiento comprometido con el medio ambiente, separando sus desechos y copando los contenedores de las diferentes materias, por lo que por parte de su ayuntamiento esperan, como mínimo, poder encontrar unos recursos adecuados donde depositar su reciclaje sin problema, además de espacios públicos en condiciones y con los servicios que merece una gran ciudad. La deplorable imagen que muchos lugares arrojan no son, ni mucho menos, el reflejo del compromiso de la mayoría de ciudadanos.