Saluda José Vicente Yago Mora, Presidente Junta Central de Hermandades de Semana Santa
Cuántas veces hemos sentido que las hermandades no están inmersas en la vida de la parroquia. No debemos sentimos alejados, sintamos nuestra pertenencia a la Iglesia. Durante mucho tiempo no éramos necesarios, o nos parecía a nosotros, pero tal como nos dice el Papa Francisco, somos parte importante en la vida parroquial, en la transmisión de la fe a los demás. Pero no solo debemos “pasear” nuestra imagen. Debemos como Hermandad y como cristianos, hacer de nuestra hermandad no solo una asociación pública de fieles principalmente cultural, sino donde consideremos la estación de penitencia como el acto de culto o religioso más importante del año, lo que hace que la iglesia tenga un concepto diferente al de sus hermanos, debemos demostrar que un cofrade es ante todo cristiano y como tal, debe profundizar en la importancia que existe entre su estación de Penitencia y el Triduo Pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo. Y para ello, debe estar formado, saber su identidad como cofrade, tener acciones de caridad, y también, cómo no, transmitir públicamente esa devoción en su estación de penitencia. Monseñor Asenjo Pelegrina afirmó: “Si las hermandades fueran solo cultura, aspecto este que valoran especialmente los medios de comunicación social, yo os aseguro que el arzobispo que os habla tendría escaso interés por este mundo. La fachada externa solo se justifica y legitima si se asegura lo que constituye el núcleo más profundo de la vida de estas instituciones”. Una nueva hermandad este año, 2020, celebra su 75 aniversario: la Hermandad de la Flagelación del Señor. Junto a otra que está celebrando sus 25 años de sus inicios en la Semana Santa de Torrent, Prendimiento de Jesús. Ambas están desarrollando durante este año una serie de actividades, exposiciones, conferencias, conciertos, etc. para ayudarnos a vivir y comprender durante todo el año el sentido de la pertenencia a una Hermandad de Semana Santa.
Otra forma de vivir nuestro ser cofrade ha sido tener durante este 2020 la Exposición y Procesión Diocesana, unos eventos que no se daban desde el año 1998. Vemos
cómo a través de estos dos acontecimientos podemos transmitir y ver esa vivencia que ocurre en las distintas poblaciones de la Diócesis de Valencia. Vimos en la exposición un recorrido por las poblaciones, donde nos mostraban su Semana Santa, cada una de las poblaciones tenía sus peculiaridades. Y en la Procesión pudimos contemplar el sentimiento que tienen los hermanos en cada una de esas poblaciones portando sus pasos tanto portadas a hombros, como empujándolos.
En las Procesiones hay que entender el momento y la circunstancia de lo que representa las imágenes que portamos. La estética hay que cuidarla, manifestarlo todo cuidadosamente, pero hay que ser sobrio, no hay que caer en lo “folklore”. Hay que cuidar la música, que acompañe, que invite al momento, no que sea protagonista. Todas estas circunstancias y hechos sirven para fortalecer la Semana Santa, hay que cuidarla para engrandecer su significado.
Permitidme dirigirme a la Señorita Azucena Guimerá Palop, Reina del Encuentro y Ángel de la Resurrección del año 2020, te deseo que vivas con la máxima intensidad posible, cada momento que dure tu reinado, desde tu Nombramiento Público hasta el Domingo de Resurrección, momento en el que se abre la “carxofa” y seas para Torrent ese Ángel que anuncia que Cristo ha resucitado.
Quiero Felicitar a D. José María Palop Medina, Hermano Mayor Supremo
de la Semana Santa 2020, felicidades.
También desde estas líneas quisiera felicitar y agradecer a la Junta Central, por su trabajo discreto, su dedicación y su gran labor para que todos los actos de nuestra Semana Santa transcurran correctamente. Seguid trabajando como lo hacéis. Debemos recordar, hoy más que nunca, que los cristianos tenemos que aprender a vivir la fe en comunidad, el nuevo modo de vivir la fe en comunidad lo debemos y podemos comenzar nosotros a experimentar en la Hermandad. Ser cofrade cristiano no puede limitarse solo a unas prácticas religiosas exigidas por unos Estatutos, sino también se debe notar en nuestra vida diaria. Hay que ser cristiano de corazón y no conformarse con serlo solo de devociones. Os quiero animar a todos los hermanos y simpatizantes de la Semana Santa de Torrent a vivir esta semana desde la renovación de nuestra fe, al mismo tiempo que disfrutamos de estos días que son los más importantes para un cristiano, la Resurrección de Cristo.