La vuelta al cole
¡Se acabaron las vacaciones!. ¡Al cole de nuevo! ¡El verano más caluroso que recuerdo! ¿Seguirá diciendo el primo de M. Rajoy que eso del cambio climático es un bulo? Este año, para incendiar media España no han sido necesarios ni los pirómanos de siempre, se ha socarrado ella solita (con nuestra colaboración, por supuesto), por parte de la gente, colillas sin apagar, barbacoas, quemas de rastrojos etc, pero por parte de los ayuntamientos, falta de previsión durante el invierno. Resulta más económico la creación de brigadas de guardas forestales en invierno, que el apagado de incendios en verano, y mucho más ecológico.
Lo/as viajero/as de un tren de la Comunidad Valenciana vieron/vivieron en vivo y en directo la película de terror “Un tren en los infiernos” ya que ello/as fueron sus protagonistas involuntarios. Incluso quince de ello/as sufrieron heridas y quemaduras. Esperemos que después de las averiguaciones policiales paguen quienes tienen que pagar, porque alguien metió la pata hasta el fondo. Pero lo que tendremos que aprender de una vez es que un tren de estas características no puede funcionar con un solo empleado. ¿No tuvimos ya bastante con el tren de Alviac? La empresa Adif puede intentar ahorrar gastos para incrementar beneficios donde quiera menos en la seguridad de lo/as pasajero/as. Tendremos que retomar una vez más el tema de las aceras con huecos u otros defectos que ponen en peligro la seguridad de lo/ as viandantes mayores. En Torrent parecen eternas.
Pero existen quejas de mayor envergadura.
Me llama una compañera que vive en la “urbanización” El Pantà y después de una visita compruebo que a aquel precioso barrio se le puede llamar de todo menos “urbanización”, le falta lo principal; el desagüe. Las viviendas más perjudicadas son las del centro de la calle Soria donde el colector pasa por debajo de algunas viviendas y en vez de tragar, a menudo expulsa el agua. A unos cuantos canales (tapados, eso sí) que desaguan en el barranco cercano no se le puede llamar desagüe ni al poblado urbanización. Temblando están ya pensando en las próximas lluvias que se avecinan. El Ayuntamiento, después de miles de promesas incumplidas no parece decidido a agarrar al toro por los cuernos; la construcción de un verdadero sistema de desagüe como Dios manda. Claro, eso cuesta algunos millones, pero para eso está Bruselas, ¿no? O ¿es que lo/as vecino/as de El Pantá no se lo merecen?