No lancemos (aún) las campanas al vuelo
La evolución del sector de la posventa desde 2011 no ha sido otra cosa que una larga y fatigosa travesía por el desierto, con una caída acumulada de alrededor del 25% en las reparaciones. La buena noticia es que se aprecian en el horizonte los primeros indicios de recuperación y se estima que este año la posventa crecerá en torno al 0,1%, con incrementos por encima del 1% a partir de 2017; no obstante, la volatilidad de la situación económica, unida a la incertidumbre política, aconsejan cautela a las pymes, y los profesionales de la posventa no son una excepción. Es cierto que la economía creció un 3,2% y el desempleo cayó casi tres puntos en 2015, pero todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo.
Pensemos en lo que sucedió el año pasado con la posventa, cuando una campaña veraniega en cifras más propias de la época de vacas gordas hizo creer que la recuperación se adelantaría a 2015, con un crecimiento del 1%. Sin embargo, todos teníamos la mirada puesta en el último trimestre y nos preguntábamos si lo del verano habría sido un espejismo. Y lo fue. El cierre del año, con un descenso en las reparaciones del 1%, nos sitúa a las puertas de la recuperación, y lo sucedido el verano pasado es un aviso para que nos demos cuenta de que aún queda camino para salir de la crisis. Seamos optimistas pero cautelosos.
Y, sobre todo, hagamos todos los actores implicados nuestros deberes. Por un lado, los talleres tienen, en su gran mayoría, pendiente incorporar la digitalización a los procesos de reparación, lo que les permitiría ser más eficientes. También es importante que desarrollen un adecuado plan de negocio en el que se ajusten correctamente los costes de reparación, en concreto el precio/hora de la mano de obra, con el fin de cuadrar bien las cuentas y ser rentables.
Las Administraciones, por su parte, pueden echar un capote y apostar por rejuvenecer un parque cada vez más envejecido. Hoy en día, más de la mitad de los coches que circulan por las carreteras tienen más de diez años y se estima que esa cifra llegará a las dos terceras partes en los próximos años. Y los usuarios también tienen su cuota de responsabilidad. Siendo conscientes de las todavía estrecheces económicas que pasan muchos hogares, hay que concienciar de la importancia de los mantenimientos preventivos y de llevar el coche a un taller con todo en regla. La posventa aquí también puede hacer una labor didáctica y poner el acento en aspectos como servicio, innovación, procesos de reparación más eficientes, etc. Un usuario nunca podrá disfrutar de estas ventajas en un taller ilegal y en nuestra mano está mostrarles el porqué.