El "RoadRunner Delphi" celebra su primer aniversario
Ya ha pasado un año desde que Delphi Automotive concluyera el viaje automatizado más largo de Norteamérica, desde San Francisco a Nueva York, en el que el 99% del tiempo se condujo en modo autónomo. “Nuestro equipo tuvo el orgullo de formar parte de la historia: el orgullo de dar un paso revolucionario hacia la conducción autónoma”, aseguran desde la compañía. En ese recorrido de un lado a otro del país norteamericano, se recopilaron tres terabytes de datos. “Actualmente, en cada proyecto de conducción automatizada recogemos una media de tres petabytes, dependiendo del tiempo que requieran las pruebas”, afirma Delphi, calculando que la capacidad del cerebro humano para almacenar recuerdos equivale a unos 2,5 petabytes de datos binarios.
Pero el equipo de ingenieros ha seguido perfeccionando el vehículo autónomo, o “RoadRunner Delphi”, con algunas mejoras significativas en el último año. En primer lugar, se equipó el “RoadRunner” (correcaminos) con un nuevo sensor que incluye tecnología LiDAR, sensores, cámaras y radar para ofrecer una aproximación integral a la seguridad. También se ha renovado la interfaz hombre-máquina (HMI), personalizando la experiencia autónoma con una HMI avanzada ideada para el mundo real y que se centra en la comodidad del conductor y del acompañante. Y, por último, en la Feria de Electrónica de Consumo (CES) de 2015, Delphi presentó como innovación un nuevo concepto denominado V2E o tecnología “vehicle-to-everything”, mediante el cual el RoadRunner Delphi se comunica con prácticamente todo aquello que encuentra a su paso.