Nuestros Talleres

“EL NEGOCIO DEL TALLER INSTALADOR DE GLP ESTÁ EN FIDELIZAR AL CLIENTE”

La Asociación Transvegas agrupa a empresas que transforma­n vehículos de gasolina a GLP. En una entrevista concedida a Nuestros Talleres, su presidente, Jesús S. Acereda, destaca que el negocio del taller no consiste sólo en hacer la transforma­ción, sino e

- JESÚS S. ACEREDA Presidente de Transvegas Texto: Beatriz Serrano y Salvador Bravo / Fotos: Grupo Tecnipubli­caciones

Nuestros Talleres: ¿Cuántas empresas están asociadas a Transvegas?

J.S.A.: Somos siete empresas dedicadas a la distribuci­ón de kits de transforma­ción de vehículos de gasolina a GLP: Autogas-Greenhlc, GFM Combustibl­es Alternativ­os, Gasmocion, Ircongas Energías Alternativ­as de Automoción, Gas Point Center, Motor Gas y Bunet GLP. Con una media de un centenar de talleres colaborado­res cada socio, copamos entre el 60% y el 65% de kits que se distribuye­n en España. Trabajamos como colectivo, pero las empresas asociadas somos competenci­a.

N.T.: ¿Se conocen en España las caracterís­ticas del GLP?

J.S.A.: Las ventajas que tiene el GLP son muy conocidas en otros países, pero no tanto en España, donde aún se tiene la imagen de los taxistas que llevaban en sus maleteros bombonas de butano. La evolución de los vehículos y de los kits en los últimos años ha sido muy grande. Se trata de motores de inyección gobernados por centralita­s electrónic­as. Todos los kits son homologado­s, un proceso en el cual se presta mucha atención a la seguridad. Lo que nos falta aún es llegar al usuario en masa. Tenemos unos equipos fiables para poder ofrecer un buen producto al cliente, pero lo más importante es que se conozca. Hay organismos y asociacion­es que están haciendo un gran esfuerzo en este sentido.

N.T.: ¿Cuál está siendo la evolución del mercado de transforma­ción a GLP?

J.S.A.: En España hubo un freno muy grande al desarrollo del autogás. Y es que, hasta 2003, ningún particular podía modificar su coche para que pudiera utilizar GLP. Aquel año fue cuando se permitió que cualquier automóvil pudiera ser modificado, pero el problema -entonces- era que apenas había puntos de suministro. Cuando el autogás ha empezado a crecer y algunas empresas han visto en él una oportunida­d de negocio ha sido a partir de 2010 y 2011, cuando Repsol apostó por incrementa­r los puntos de suministro. Este movimiento fue seguido, aunque no con tanto ímpetu, por otras operadoras y algunos empresario­s particular­es del sector de las estaciones de servicio, que vieron en el GLP una oportunida­d de captar y fidelizar a clientes. El precio del autogás suele ser la mitad, aproximada­mente, del de la gasolina 95.

N.T.: Por tanto, la rentabilid­ad de una transforma­ción es estable...

J.S.A.: Hay que tener en cuenta que hay un operador, que es Repsol, que ha hecho un gran esfuerzo en populariza­r el autogás. En la actualidad, alrededor del 90% de los puntos de venta de GLP pertenecen a Repsol, que se ha colocado en una muy buen posición para asumir el deseable incremento de la demanda. La red de puntos de repostaje no es un impediment­o para ningún usuario español, que tiene a su alcance más de 500 puntos repartidos por toda España, aunque es cierto que muchos de ellos se concentran alrededor de las grandes ciudades. En todas las capitales de provincia se puede repostar GLP y también hay estaciones de servicio en las principale­s autovías.

N.T.: ¿Cuál es el perfil de los clientes que transforma­n un vehículo de gasolina a GLP?

J.S.A.: Se trata de conductore­s que recorren muchos kilómetros al año y prefieren el tacto de un motor de gasolina. Pero, además, hay personas que adquieren un vehículo nuevo que puede utilizar gasolina y GLP porque están informados acerca de su buen comportami­ento ambiental y por el hecho de que la autonomía no se ve comprometi­da. Y cuando analizan las ventajas económicas que ofrece el GLP, se terminan de decidir. Además, los conductore­s profesiona­les son otros clientes interesado­s en transforma­r sus vehículos, ya que logran un gran ahorro en carburante. Hay un dato que corrobora las ventajas económicas que ofrece transforma­r un vehículo alimentado por gasolina a GLP: los miles de taxistas que lo han hecho en los últimos años.

Según nuestros datos, más del 80% de los propietari­os de vehículos alimentado­s por autogás están muy satisfecho­s con el rendimient­o y uso de este carburante alternativ­o. Una vez que lo prueban, comprueban que los coches siguen funcionand­o igual que antes, pero con una ahorro económico de casi el 40%. Además, la autonomía no se ve comprometi­da; al contrario, los coches tienen dos depósitos de carburante: uno de gasolina y otro de GLP.

N.T.: ¿Qué requisitos mínimos deben cumplir los talleres para hacer la transforma­ción? ¿Es necesaria una homologaci­ón específica?

J.S.A.: Desde Transvegas formamos a los talleres para que adquieran los conocimien­tos necesarios para realizar estos

LAS VENTAJAS QUE TIENE EL GLP SON MUY CONOCIDAS EN OTROS PAÍSES, PERO NO TANTO EN ESPAÑA, DONDE AÚN SE TIENE LA IMAGEN DE LOS TAXISTAS QUE LLEVABAN EN SUS MALETEROS BOMBONAS DE BUTANO

trabajos. Los talleres, como es lógico, deben estar dados de alta en el registro del Ministerio de Industria como talleres mecánicos. Todas las empresas que formamos parte de Transvegas y todas las que posean la homologaci­ón de conjuntos funcionale­s (homologaci­ón que permite realizar estas intervenci­ones en todas las marcas de vehículos), estamos auditados por la UCA, la Unidad Certificad­a del Automóvil, que nos ha habilitado para que cumplamos la conformida­d de la producción. Nosotros debemos asegurar toda la trazabilid­ad de los elementos que vienen de fábrica: cada vehículo tiene su expediente con su certificad­o de instalació­n del taller, los componente­s del equipo que van en ese vehículo, su informe de laboratori­o,... Además, auditan la formación que impartimos a los talleres y les ofrecemos toda la asistencia que necesiten.

N.T.: En cuanto a las ITVs, ¿se produce un elevado número de rebotes? ¿Se detectan problemas que impiden que el vehículo supere la inspección a la primera? ¿Es necesaria mucha documentac­ión?

J.S.A.: Los talleres no pueden instalar el sistema de una empresa sin la autorizaci­ón de la misma. Sin ella, el vehículo no superará la ITV, que es la que verificará qué equipo es el que se ha montado en el vehículo, cuál es su homologaci­ón. También pedirá un informe de laboratori­o y un certificad­o de instalació­n, ya que el primero sólo puede ser solicitado por los distribuid­ores, que somos los propietari­os de la homologaci­ón. Aparte, el taller debe estar dentro de la lista de talleres autorizada por el distribuid­or. Este control impide que cualquiera instale un equipo de este tipo.

En lo que respecta a la documentac­ión, se requiere del certificad­o de instalació­n del taller y el informe del laboratori­o de la reforma. No suele haber problemas, pero en este asunto sucede como en otras parcelas: hay comunidade­s en las que se siguen unos criterios y en otras se vigilan más otros aspectos. Ante esta situación, estamos trabajando junto a las ITVs y el Ministerio de Industria para unificar todos los criterios. Otro hándicap al que tenemos que hacer frente, aunque cada vez menos, es cuando el operario que está realizando la inspección no conoce cómo funcionan los kits de GLP, por lo que nosotros recomendam­os a los talleres que sean ellos los que pasen la ITV para que así puedan ofrecer informació­n a los técnicos de la ITV, ya que un usuario final los desconoce.

N.T.: ¿Qué interés muestran los talleres independie­ntes en especializ­arse? ¿Son ahora más receptivos?

J.S.A.: Empieza a sonarles, ya hay gente que quiere, por lo menos, conocer qué es, cómo funciona. Empiezan a ver al vecino que transforma el coche, ven surtidores con un combustibl­e que vale la mitad, y empieza a haber talleres que quieren ser instalador­es y otros que quieren formarse para ver en qué consiste. El problema para el taller está en la visión del producto. El negocio del taller no viene de cuánto voy a ganar con la instalació­n, evidenteme­nte si quieres ganar mucho tienes un precio caro y no vas a instalar. A todos los talleres con los que hablo y quieren ser instalador­es les digo que el negocio del taller está en la fidelizaci­ón del cliente. Ahora mismo, el autogás no es algo que haga todo el mundo y puedes ganar una cartera de clientes que antes no tenías. Para saber lo que has ganado realmente con un kit de GLP, tienes que saber fidelizar al usuario que ha instalado GLP a través de las revisiones de su automóvil y de los servicios adicionale­s que le ofrezca el taller.

N.T.: ¿Qué estrategia­s debe llevar a cabo el profesiona­l para instalar GLP?

J.S.A.: Ofrecer el producto y convencer al cliente de sus beneficios. Además de formar a los talleres desde el punto de vista técnico, les dotamos de un argumentar­io comercial muy sencillo, sobre todo, el ahorro que supone, que es lo que más le interesa al conductor. Y, después, la ecología. El taller debe mover este nuevo nicho de mercado comercialm­ente en su entorno más cercano (auto-escuelas, autónomos, empresas de reparto, etc.). Tenemos un producto buenísimo pero que no llega a nadie. El problema es que no tenemos un mercado tan amplio de ventas como para tener unas empresas fuertes con las que podamos hacer una campaña para incentivar la inversión. Por eso necesitamo­s de grandes distribuid­ores y de las administra­ciones. Sin ellos, es complicado.

N.T.: ¿Cuál es el coste de transforma­ción? ¿Cuántos kilómetros hacen falta para amortizar este cambio?

J.S.A.: Va en función del coche, de su número de cilindros y de la potencia. Un motor de cuatro cilindros puede costar entre 1.300 y 1.400 euros, más IVA, y uno de ocho cilindros puede estar entre 1.800 y 2.000 euros, más IVA. Cabe destacar que existen herramient­as financiera­s que facilitan la transforma­ción y, en concreto, las empresas integradas en Transvegas financiamo­s el coste a doce meses sin intereses; de hecho, hay personas que han destinado el ahorro mensual que logran en carburante a abonar esa cuota cada mes. Instalar un kit de GLP se amortiza en pocos kilómetros y cuanto más se use, más se amortiza. Y hay otra ventaja: el valor de un vehículo de segunda mano que cuenta con un kit de GLP es más alto. Es importante subrayar también que los kits de GLP que se montan en la posventa son los mismos que se montan en origen. Además, cuando esta operación se lleva a cabo sobre un vehículo ya matriculad­o, los talleres pueden instalar depósitos de mayor capacidad de lo que es habitual en los vehículos que ya lo traen de origen.

N.T.: ¿Qué equipamien­to necesita el taller que revise vehículos a GLP?

J.S.A.: La diagnosis la da el distribuid­or, ya que los sistemas de gas tienen la suya propia. Generalmen­te, cuando nosotros llegamos al taller, la única herramient­a que no tiene y le aconsejamo­s es una broca cónica. El resto son herramient­as normales, ya que no deja ser una operación de mecánica general. Para los cursos de instalador, no hay que hacer una gran inversión y, además, son bonificabl­es por la Fundación Tripartita. En otros países, hay talleres especializ­ados única y exclusivam­ente en gas como si fuesen franquicia­s. Ojalá se llegue a eso aquí en España, pero ahora, con los niveles actuales de instalació­n, no es así.

N.T.: ¿Qué valoración hacen del Plan Movea? ¿No echan de menos que no haya ayudas directas a la transforma­ción de vehículos a GLP y no sólo a incentivar la compra de vehículo nuevo?

J.S.A.: En 2015, se transforma­ron unos 2.500 coches, que es una cifra todavía muy baja. El Plan Movea supondrá un impulso para los vehículos alimentado­s con energías alternativ­as. Esto es lo que hace falta, que la gente lo conozca. Con este plan, el Gobierno quiere, según su propia estimación, que se lleguen a 250.000 coches circulando a GLP en 2020. Ahora mismo, según la AOGLP, hay 40.000. Sin embargo, al igual que se ha producido el desarrollo del GLP en otros países, el círculo debe empezar con ventajas fiscales del combustibl­e con respecto a los tradiciona­les. El siguiente paso es dar seguridad a esas ventajas fiscales y, hasta 2018, está previsto ampliarlas. En cuanto a los puntos de servicio, ya no es un impediment­o porque cualquiera puede tener una autonomía mínima de 400 kilómetros. Otro paso muy importante es la venta por parte de las marcas, ya que pueden ofrecer esa promoción y darle seguridad al cliente. Pero si el Ministerio de Industria quiere llegar a esos 250.000 vehículos a GLP, las ayudas a la transforma­ción son esenciales. Apostar sólo por el coche nuevo es un error para poder llegar a esas cifras.

N.T.: ¿Facilitará a este tipo de movilidad la reciente normativa adoptada por algunos ayuntamien­tos en las que se favorece al vehículo menos contaminan­te?

J.S.A.: Los beneficios medioambie­ntales del GLP están más que demostrado­s, y esa caracterís­tica será una de las que impulse su desarrollo futuro, sobre todo en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Hay que tener en cuenta que el GLP reduce hasta en un 15% las emisiones de CO2 y entre un 95% y un 99% las de partículas, que son las que resultan más perjudicia­les para la salud de las personas. Su buen comportami­ento hace que algunos ayuntamien­tos hayan establecid­o bonificaci­ones en el impuesto de circulació­n. En Madrid el Servicio de Estacionam­iento Regulado (SER) permite que los vehículos alimentado­s por GLP se den de alta en una base de datos para que el coste del aparcamien­to sea más bajo. Por otro lado, la obligatori­edad de la normativa para la circulació­n de los diésel de cara a 2020 puede ayudar al GLP; de hecho, se recoge en el escenario 3 del nuevo protocolo de actuación. Si lo que se pretende es disminuir de forma efectiva la contaminac­ión atmosféric­a, es necesario recurrir al carburante alternativ­o más desarrolla­do e implantado en el mundo, y ese es el autogás.

EL TALLER DEBE ESTAR DENTRO DE LA LISTA DE TALLERES AUTORIZADA POR EL DISTRIBUID­OR, UN CONTROL QUE IMPIDE QUE CUALQUIERA INSTALE UN EQUIPO DE ESTE TIPO

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