El combustible alternativo de moda
El GLP es el combustible de moda en Europa por su precio y sus bajas emisiones. La posibilidad de convertir vehículos de gasolina a este carburante supone una oportunidad de negocio muy a tener en cuenta para los talleres españoles, que pueden adaptar sus
El continuado aumento del precio de los carburantes ha provocado que en los últimos años los combustibles alternativos hayan ganado relevancia, sobre todo en el sector del transporte. Uno de los más empleados actualmente es el GLP (gas licuado de petróleo o Autogas), que se ha convertido en el combustible de moda en Europa por su precio y sus bajas emisiones. En España, la demanda de vehículos con GLP está aumentando de forma importante y cada vez son más los fabricantes que sacan al mercado modelos propulsados por Autogas de serie. Además, las administraciones ya han empezado a ofre- cer ayudas para adaptar el coche a GLP, lo que sin duda contribuirá aún más a consolidar la expansión de este carburante. El gas licuado de petróleo es una mezcla de los gases butano y propano que se obtiene mayoritariamente de yacimientos de gas natural o petróleo, aunque aproximadamente un 40% procede de la destilación del petróleo en refinería. Prácticamente exento de azufre y otras sustancias como metales, cuando se somete a presión pasa de estado gaseoso a líquido. Se comercializa a través de las estaciones de servicio mediante una operación de llenado similar a las de la gasolina y el diésel. En España, la asociación especializada AOGLP (Asociación de Operadores de Gases Licuados del Petróleo) trabaja para difundir sus ventajas y ampliar su red de suministro. Entre los objetivos que persigue la asociación se encuentra el de conseguir que las ventas de vehículos Autogas aumenten hasta alcanzar una cuota del cuatro o cinco por ciento en 2020, lo que supondría un millón de coches con GLP circulando por España en esa fecha.
En esta coyuntura, la instalación de depósitos de GLP y la adquisición de los materiales necesarios para convertir vehículos de gasolina a este combustible ecológico, puede suponer un importante incremento de negocio para los talleres.
VENTAJAS DEL GLP
El GLP se ha convertido en el carburante alternativo más utilizado en el mundo por las numerosas ventajas que presenta. Entre ellas, destaca que se trata de una alternativa más respetuosa con el medio ambiente, ya que emite menos partículas contaminantes a la atmósfera. Reduce en un 68% las emisiones de NOX y en un 14% las emisiones de CO2 en comparación con los vehículos de combustibles tradicionales. En cuanto a los niveles de ruido, la reducción respecto al diésel es del 50%, contribuyendo así a disminuir la contaminación acústica. Los vehículos que consumen GLP, además, están incluidos en el etiquetado ecológico de la DGT, por lo que, en caso de restricciones de acceso a las grandes ciudades por alta contaminación, pueden circular con total libertad. A esta notable reducción de la contaminación, hay que sumar el importante ahorro económico que supone para el conductor, ya que el coste por kilómetro es menor que el de la gasolina o el diésel. El GLP tiene menos poder calorífico que la gasolina, lo que provoca que el motor consuma entre un 10 y un 15% más, pero al costar el litro prácticamente la mitad, nos encontramos ante un ahorro del 40%. El bajo precio del Autogas (en torno a los 0,67 euros/litro en España) es
CUALQUIER VEHÍCULO DE GASOLINA DESDE 2001 PUEDE SER CONVERTIDO A GLP EN UN TALLER AUTORIZADO
consecuencia del excedente de disponibilidad y las sólidas expectativas de suministro a largo plazo. Asimismo, al GLP se le aplican tasas fiscales relativamente bajas debido a sus ventajas medioambientales. Su económico mantenimiento también contribuye a situarlo como un combustible beneficioso para el bolsillo, puesto que asegura un menor desgaste de los cilindros y segmentos del motor que alargan la vida del mismo gracias a que su combustión no deja residuos. Además, de todo el kit de conversión a GLP que se instala en el motor, solo un pequeño filtro requiere mantenimiento, y este cuesta alrededor de 30 euros cada 30.000 km. En cuanto a la seguridad, el GLP está fuertemente reglamentado y su instalación sigue todos los sistemas de seguridad frente a impactos, desconexiones y fugas. Además, su repostaje es sencillo, y solo precisa de un adaptador. Otra de las ventajas del Autogas es que los vehículos adaptados a este carburante duplican su autonomía al instalar un segundo depósito. El depósito de gasolina se mantiene intacto, lo que otorga al conductor la posibilidad de utilizar ambos combustibles indistintamente. La autonomía media de un vehículo con gas licuado de petróleo es de 500 o 600 kilómetros, el doble si también utiliza gasolina.
LA ADAPTACIÓN, NEGOCIO PARA EL TALLER
Un vehículo tradicional se puede adaptar para que funcione con GLP y aquí precisamente reside la gran oportunidad de negocio para el taller. Eso sí, los profesionales deben adquirir el conocimiento y los materiales necesarios para realizar la transformación con plenas garantías. Cada vez son más los particulares que acuden a los talleres para adaptar sus coches, conscientes del importante ahorro que les va a repercutir desde el mismo momento de la instalación y cuyo coste va a ser amortizado a los 30.000 kilómetros aproximadamente. Con un depósito supletorio y ajustes en el motor y el sistema de inyección, es posible adaptar un vehículo gasolina a GLP por un precio que puede ir desde los 1.000 hasta los 2.500 euros. En la actualidad, la normativa española permite la transformación de gasolina a GLP de todos los vehículos que cumplan la norma Euro3, es decir, los de 2001 en adelante. Para realizar la adaptación de un vehículo a GLP hay que incorporar un depósito específico en el maletero, con una toma de llenado y unos conductos pertinentes hasta la admisión del motor, donde se incorporan válvulas que abren y cierran el paso de gasolina o gas dependiendo del carburante que se quiera utilizar. Pero, ¿cuál es el proceso de conversión exacto? Este consiste en la instalación de un kit formado, en primer lugar, por el depósito de GLP, que se coloca en el hueco de la rueda de repuesto, sustituyéndose ésta por un kit reparapinchazos. Este depósito
debe contar con una tapa que lo cierre herméticamente y válvulas de seguridad adicionales para garantizar que no existan fugas ni presiones incorrectas. En segundo lugar, en el lateral del vehículo se instala una toma de llenado, a la que siguen, en tercer lugar, los conductos que transportan el gas desde el depósito hacia la parte delantera del motor. Estos conductos se conectan a la válvula de corte, que conforma el cuarto elemento del kit y cuya función es interrumpir el caudal de gas cuando es preciso. En quinto lugar, se coloca un reductorvaporizador que estabiliza la presión del gas para que alcance los parámetros necesarios para que el sistema funcione adecuadamente. Es a través de este elemento que el gas pasa a estado líquido. Después, los inyectores transmiten el gas en el colector
INSTALAR UN KIT DE GLP EN EL TALLER PUEDE COSTAR ENTRE 1.000 Y 2.500 EUROS
de admisión y éste entra directo a la cámara de combustión (cilindros). El kit de instalación está formado, además, por una centralita que controla la dosis de gas que el motor necesita en cada momento. Por último, se instala en el salpicadero un conmutador para que el conductor pueda elegir con qué carburante circular. Este mando de control aporta, además, información sobre el nivel de gas y cualquier problema que pueda surgir en el sistema.