Adoptar la digitalización gracias a la financiación integrada
El sector español de la construcción de maquinaria ha experimentado un crecimiento impresionante en los últimos años: los datos finales de 2017 confirman los resultados de ventas más sólidos de su historia, con un incremento de la facturación del 12,96 % respecto al año anterior y, en el mismo año, el sector exportó el 72,95 % de su producción. No obstante, los fabricantes de la industria se enfrentan a una serie de retos claves, entre los que se incluyen el aumento de la productividad y la respuesta a las cambiantes demandas de los consumidores. Estas consecuencias también afectan a los fabricantes de equipos originales (OEM) que suministran sus máquinas. El sector requiere que los OEM fabriquen sistemas con tiempos de ejecución cada vez más cortos, más flexibilidad y mayor eficiencia para que sus clientes puedan seguir siendo competitivos. Mantener la competitividad es clave para los fabricantes en España, que actualmente es el tercer productor y exportador de máquinas herramienta de la Unión Europea y el noveno del mundo.
La Industria 4.0 se refiere a la tecnología digitalizada de nueva generación, que aporta beneficios claros y específicos a la industria de la construcción de maquinaria. 4 Introduce la fabricación altamente flexible y totalmente automatizada que habilita nuevas economías de producción y permite a las empresas lanzar un producto al mercado a un mayor ritmo, conectando la cadena de suministro a la planta de producción a través de la interoperabilidad. La maquinaria de producción conectada y comunicante reduce los niveles de desperdicio. Esto permite una producción más flexible con tiempos de cambio más cortos, proporciona una mayor transparencia en el uso de la energía y de la maquinaria y mejora la eficacia general de los equipos y otros factores clave de rendimiento. El aumento de los niveles de automatización asociados con las implementaciones de la Industria 4.0 implica que los fabricantes de maquinaria dispondrán de más equipos y tecnología para monitorizar y controlar. Para responder a estas cambiantes necesidades, los fabricantes de maquinaria están tomando decisiones sobre los componentes tecnológicos de sus productos. La Industria 4.0 –incluyendo las normas de conformidad específicas de los clientes - exige cada vez más a las redes de comunicación de las máquinas, por ejemplo, que manejen más tipos de datos y mayores volúmenes de datos, manteniendo al tiempo el rendimiento operativo exigido por los reguladores a efectos de seguridad y fiabilidad. La digitalización y la tecnología de sensores permiten el control remoto, la monitorización y el ajuste en línea, lo que a su vez permite perfeccionar los procesos y planificar el mantenimiento de forma previsible para maximizar el tiempo de disponibilidad productiva. Los estándares de red preferidos por los clientes también tienen que adaptarse fácilmente.
La virtualización digital hace que sea más fácil, más rápido y menos costoso el desarrollo y la prueba de las configuraciones de las máquinas de los clientes. Las máquinas se desarrollan en un entorno virtual, se prueban varias opciones y configuraciones y los resultados se comunican al cliente antes de finalizar la especificación física y la construcción. Del mismo modo, los módulos de software se prueban en el mismo entorno. De esta forma, al crear un ‘gemelo digital’- la copia virtual de una máquina o sistema real - se está ayudando cada vez más a garantizar un diseño de máquina optimizado, una puesta en servicio más eficiente, tiempos de cambio cortos y un funcionamiento más fluido. Una fuente afirma que este enfoque de la virtualización digital puede eliminar hasta el 80 % del trabajo necesario para desarrollar aplicaciones para el control de máquinas. Los fabricantes esperan ahora que esta nueva generación de tecnología digitalizada reduzca los costes y aumente el nivel de ingresos como norma en todo el sector.