“La capacidad de reinventarse será fundamental para sobreponerse a la nueva realidad”
Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares
Family Business Solutions es una consultoría especializada en empresas familiares y fundada hace 12 años de la mano de Ricard Agustín con el objetivo de ayudar a los negocios familiares a mantener el éxito a través de las generaciones. Ofrece servicios de planificación del relevo generacional y de gestión de los problemas derivados de las relaciones Familia-Empresa, así como consultoría en el ámbito del negocio y la estrategia empresarial.
¿ Qué ha supuesto la Covid-19 para las empresas?
La pandemia, el estado de alarma, el cierre económico y las sucesivas restricciones han tenido consecuencias importantes para casi todas las compañías, aunque ha afectado de forma diferente a cada empresa, dependiendo de su músculo financiero y de si se encuentra en un sector más o menos expuesto a la pandemia. En particular, ha afectado especialmente a las pequeñas empresas familiares y a las micropymes, sobre todo de sectores como el turismo, la hostelería, el comercio y el automóvil.
¿Cómo cree que afectará esta crisis económica a las empresas del sector ferretero?
Con el debido respeto a los grandes grupos ferreteros nacionales e internacionales y a Amazon, el sector ferretero en España tiene un marcado carácter familiar. Estos negocios, videntemente, se vieron muy afectados por el cierre de las tiendas físicas, el desabastecimiento de productos provocado por los problemas en el transporte y los cambios de hábito de los consumidores, que se limitaron a comprar productos básicos e indispensables durante los meses de confinamiento. Todo esto supuso un fuerte golpe al sector, tanto en sus ventas del canal online como en el offline. Sin embargo, nos consta que en los últimos meses han aumentado las ventas de productos relacionados con la pintura y el bricolaje, porque muchas familias están haciendo pequeñas reformas y arreglos en sus casas. El hecho de haber pasado mucho tiempo en casa y el fantasma de nuevos confinamientos está haciendo que la gente se dé cuenta de lo importante que es sentirse a gusto en el hogar. Por tanto, aunque es probable que los efectos de la crisis económica se alarguen durante los próximos meses, creemos que desde verano hasta ahora, la situación está siendo ligeramente mejor para el sector ferretero, si bien la recuperación total será lenta.
¿Cómo prevé que sea la recuperación?
Este 2021 veremos un mapa muy asimétrico: habrá empresas que saldrán como un cohete de la crisis y otras que no la superarán. Aquellas empresas familiares de menor tamaño, que están en un sector muy afectado y en las que toda la familia vive del negocio, evidentemente tienen un problema más grave... En cambio, las previsiones son mejores para las compañías familiares de tamaño medio y grande, o en las pequeñas saneadas financieramente, que, al igual que ya sucedió en la última crisis de 2008, probablemente resistirán mejor el impacto.
¿Qué pueden hacer los negocios familiares para intentar sobreponerse, en la medida de lo posible, a esta crisis?
Las empresas familiares, así como toda la población, deberán acostumbrarse a vivir y a trabajar con incertidumbre. Esto implica adoptar un enfoque proactivo de la gestión de riesgos y tener distintos planes de acción, para intentar estar más preparados para actuar y anticiparse a cualquiera de los escenarios posibles que puedan surgir a medida que evoluciona la crisis de la Covid-19 u otros acontecimientos futuros. Esto es importante, ya que la familia debe ser capaz de gestionar el negocio sin saber qué se podrá hacer la semana que viene o si podrán tener el comercio abierto y adaptarse rápidamente en caso de que la situación cambie y sea necesario reinventar los procedimientos, las formas de llegar a los clientes o de comercializar los productos.
¿Diría que esta crisis ha obligado a las empresas a ‘reinventarse’?
Efectivamente. Durante este último año he observado en la mayoría de las empresas familiares con las que trabajamos en Family Business Solutions un espíritu de superación y unos niveles de creatividad para reinventarse increíbles. Sin duda, la capacidad de reinventarse será fundamental para sobreponerse a la nueva realidad que nos deje la Covid-19 y a la crisis económica en ciernes y creo que muchas empresas ya lo han hecho o están haciéndolo ahora. Y, precisamente, soy bastante optimista para aquellas empresas que puedan superar la situación y que hayan aprovechado el periodo de pandemia para evolucionar, profesionalizarse, reforzar su modelo de negocio, explorar nuevas oportunidades, apuntalar áreas cruciales como el comercio online, innovar… y también crecer tecnológicamente y adoptar nuevas formas de trabajo, como el teletrabajo o la mejora de la productividad gracias a los medios telemáticos.
¿Qué pueden hacer las empresas familiares para innovar?
Un ejemplo sería explorar el data science y aprovechar todos los business insights que puede aportarles. En el último año, ha habido un boom en el acceso de las empresas familiares a temas que ni se plan
Las previsiones son mejores para las compañías familiares de tamaño medio y grande, o en las pequeñas saneadas financieramente, que, al igual que ya sucedió en la última crisis de 2008, probablemente resistirán mejor el impacto
teaban, como el big data o los modelos predictivos de inteligencia artificial. Aquellas empresas familiares que apoyan su estrategia en estas innovaciones tecnológicas y en el análisis de datos son capaces de tener una visión mucho más completa del negocio y de conocer mejor cómo cambian de hábito sus clientes, cosa que las ayuda a detectar de forma más ágil oportunidades y riesgos, tomar mejores decisiones e, incluso, a reinventar productos y servicios en estos momentos tan complejos.
¿Y para profesionalizarse?
El sector ferretero es un sector maduro y con una gran competencia. Esto nos obliga a que, si queremos ser los mejores, los puestos de trabajo en la empresa deben ser para los mejores profesionales que la empresa familiar se pueda permitir contratar, sean o no de la familia. Esto es lo que se conoce como profesionalización e implica que el equipo ya no estará formado solo por familiares ni los puestos de dirección estarán reservados únicamente para ellos. El hecho de que la familia no dirija la empresa familiar es una contradicción que a veces cuesta de superar, pero no hay que olvidar que es un paso más en el camino hacía una gestión excelente del negocio y, a largo plazo, el crecimiento del patrimonio familiar.
Otro paso que hay que dar para profesionalizar la empresa familiar consiste en poner en marcha determinados órganos de gobierno, principalmente un Consejo de Administración o un Consejo Asesor y un Consejo de Familia, aunque dependerá de la naturaleza y complejidad de la empresa y de la familia.
A partir de este punto, las decisiones se deben adoptar a través de estos órganos, razón por la cual es muy importante el buen funcionamiento y efectividad de cada uno de ellos y tratar en cada foro los temas pertinentes.
¿Qué aconsejaría a las empresas familiares que quieren lograr transmitir el negocio a la siguiente generación?
De entrada, a aquellos que no tienen Protocolo familiar, les recomiendo que lo pongan en marcha y que tengan normas claras, porque mañana nos puede pasar algo que nos obligue a acelerar el proceso de relevo generacional.
También, les recomiendo que aprovechen este proceso para profesionalizarse. Ahora, precisamente fruto de la crisis, es probable que haya profesionales muy valiosos sin empleo y la empresa puede aprovechar para contratarlos para llegar hasta donde la propia familia no pueda llegar o cuando no tenga las competencias necesarias para ello.
Por otro lado, recomiendo a las familias empresarias que tengan un mapa de riesgos para anticiparse. El COVID-19 era difícil de prever, pero que haya sucedido nos permite tomar conciencia de todo lo que nos puede pasar como familia empresaria. Por ello, es importante anticiparnos y poner solución antes de que nos exploten los problemas en las manos.
Y, por descontado, les recomiendo que hagan lo posible por asegurar el músculo financiero. Es probable que ahora mismo la máxima prioridad esté en el área financiera y evidentemente esta será la primera área que tendremos que reforzar. Una familia empresaria tiene muchos retos que afrontar para lograr la continuidad del negocio, pero sería imprudente solucionar problemas de empresa familiar o planificar el relevo generacional si no se tiene liquidez para pagar las nóminas del mes. Se tienen que gestionar los asuntos con coherencia.
¿Es buen momento para iniciar un proceso tan complejo como el de sucesión?
Debemos tener presente que el proceso de relevo generacional siempre es un momento difícil y delicado para las empresas familiares, con pandemia o sin ella, ya que mezcla las emociones familiares con un cambio de liderazgo en el negocio. Hasta ahora, muchas empresas familiares no eran conscientes de la importancia de preparar el relevo y a muchas les pillaba el toro. Recuerdo en concreto que una vez nos llamó una empresa del sector ferretero en la que convivían tres generaciones. La primera seguía mandando con más de 90 años; la segunda, ya en edad de jubilación, no había mandado nunca; y la tercera, en torno a los treinta años, ya quería mandar… Sin embargo, podemos decir que, por lo menos en este aspecto, la pandemia ha ayudado en cierta manera a que las familias vean lo importante que es planificar el relevo generacional de las posiciones clave del negocio y empiecen a dar pasos en este sentido.
Las empresas familiares, así como toda la población, deberán acostumbrarse a vivir y a trabajar con incertidumbre. Esto implica adoptar un enfoque proactivo de la gestión de riesgos y tener distintos planes de acción, para intentar estar más preparados para actuar y anticiparse a cualquiera de los escenarios posibles que puedan surgir a medida que evoluciona la crisis de la Covid-19 u otros acontecimientos futuros
¿A qué se debe este cambio? ¿Por qué ha aumentado la concienciación?
Debido a la Covid-19, se ha hecho más evidente que nunca el riesgo que supone no tener previsto el futuro y tener que tomar decisiones precipitadas en caso de un evento repentino. Muchas empresas familiares han tomado consciencia de que lo mejor para la empresa y para la familia es empezar ya a preparar este proceso para poder hacerlo de forma paulatina, con tiempo y buscando el consenso en un Protocolo familiar, puesto que no hacerlo, o demorarlo sine die, podría condicionar la continuidad del negocio familiar. De hecho, en nuestra consultoría de empresa familiar, tenemos clientes que incluso han estado en la UCI y tanto ellos como sus familias han visto muy de cerca lo importante que es estar preparados, porque un día el fundador ya no estará ahí para dirigir el negocio y esto puede ocurrir sin previo aviso.
A pesar de la gravedad del momento y de la difícil situación en la que nos encontramos, esto no deja ser una buena noticia, puesto que la experiencia nos demuestra que una de las claves para transmitir con éxito una empresa familiar generación tras generación es precisamente anticiparse y planificar el futuro y el relevo generacional, especialmente en
tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo actualmente.
En nuestro sector, sin embargo, hay casos en los que por mucho que la empresa familiar haga los deberes, no hay continuidad
y el negocio acaba por desaparecer. ¿Por qué sucede esto? Lamentablemente, esto es cierto. Desde hace años estamos viviendo un cierre continuado de ferreterías en muchos pueblos y grandes ciudades de España, en algunos casos por problemas de modelo de negocio, pero en muchos otros por falta de relevo generacional. La falta de relevo puede deberse a que no hay sucesores o bien a que los que serían los sucesores del negocio tienen otras inquietudes profesionales u otras vocaciones. Otra razón es que, llegado el caso y ante la posibilidad de traspasar el negocio a los trabajadores, no siempre existen las competencias, el espíritu emprendedor o la voluntad de invertir en un negocio en un sector en plena transformación, en el que los ferreteros deben asociarse mayoritariamente a cadenas y grupos de compra para poder seguir compitiendo en un sector maduro y de gran competencia.
Pero incluso en los casos en los que existen sucesores con competencias para la gestión del negocio ferretero y voluntad de continuarlo, en muchos casos los problemas de la relación familia-empresa-propiedad y los relacionados con las emociones, como la falta de visión compartida, las peleas y no actuar como accionistas responsables, suelen poner en riesgo la continuidad y son los culpables de la desaparición del negocio.
¿Cómo afectan al negocio estos problemas asociados a la relación familia-empresapropiedad y a las emociones familiares?
Las emociones familiares y la relación familia-empresa-propiedad condicionan en gran medida la gestión del negocio familiar. En las empresas no familiares, si tengo una pelea con el jefe y es viernes, me voy a casa e intento desconectar, y ya el lunes lo volveré a ver. Pero esto en el ámbito de la empresa familiar no pasa. Si yo me enfado con mi jefe que también es mi padre o mi hermano, hoy es viernes y mañana nos reunimos todos para celebrar el cumpleaños de nuestra madre, se mezclarán las emociones. Además, ahora mismo nos encontramos en un momento de tensión acumulada tras un año muy difícil y esto propicia que los roces familiares se conviertan en conflictos y que las peleas se agraven y enquisten, llegando a afectar a la empresa, incluso cuando esta tiene relativamente buenos resultados o se está recuperando. Todo esto hace que, muchas veces, las decisiones no se tomen con la objetividad necesaria y que la lógica del corazón se imponga a la lógica de la razón.
Durante este último año he observado en la mayoría de las empresas familiares con las que trabajamos en Family Business Solutions un espíritu de superación y unos niveles de creatividad para reinventarse increíbles. Sin duda, la capacidad de reinventarse será fundamental para sobreponerse a la nueva realidad