BLANCO-AZUL: EL DÚO QUE NO FALLA
Porche convertido en comedor y cocina de verano por el estudio Melián Randolph. Un escenario de ecos marineros gracias al juego cromático de carpinterías y revestimientos: el pavimento hidráulico en zigzag, de Mosaic del Sur, sintoniza con los tonos y gráficas del frente de la kitchenette, de azulejos de Sant'Anna. La mesa y las sillas son de la firma Point; la lámpara de mimbre, de Juan José Cuenca.