LORENA DEL POZO
Nueva vida. El reto fue convertir una antigua oficina, casi siniestra, en un hogar luminoso con detalles arquitectónicos muy cuidados, y un interiorismo sereno y chic.
Respeto al pasado. No se falsearon los elementos de los que no quedaba rastro, como las molduras, que se han proyectado de nuevo con una mirada absolutamente contemporánea.