Modas migratorias
Para estrenar este número de enero, dedicado al interiorismo que viene, me he encaprichado de esta preciosa tela, distribuida por Gancedo, con unos gansos en plena migración. Puro simbolismo. Las líneas decorativas tienen costumbres parecidas. Unas llegan con mucho ruido y se pierden, silenciadas, en la distancia; otras sobrevuelan alto, dejando al avistador con la boca abierta, pero sin ponerse nunca a su alcance. Y, por último, se encuentran las que exploran el terreno, se sienten a gusto y se quedan. Nuestras preferidas. Asimismo, las tendencias chispeantes están muy bien, ponen diversión, renuevan, refrescan la casa... en suma, convierten en atractivo un aspecto cansino. Pero si se trata de pensar en una obra que dure, hagamos una criba.
Y a eso nos hemos dedicado en Nuevo Estilo, a otear el paisaje de las novedades que trae el nuevo año y narrar aquellas que tienen toda nuestra confianza. ¿Que cómo lo hemos hecho? Seleccionando. El equipo de redacción ha elegido entre decenas de propuestas para que cada una de las fotos que vas a ver tenga una explicación y el porqué de su apuesta. Fiabilidad se llama eso, que, además, te ahorrará tiempo y dispersión al concentrar solo los mensajes válidos. Y termino con una comprobación: el que ya ha hecho nido permanente en nuestras casas (qué digo nido, ¡pajarera imperial!) es el vestidor. La enorme oferta de moda, su accesibilidad, ha hecho que almacenar ropa se convierta en uno de los grandes quid del interiorismo actual. ¿Nuestro consejo? Haz como nosotros, depura y quédate con lo bueno.