Una puesta en escena ultraelegante en la que el arte y el diseño contemporáneos se codean con los clásicos.Así es este piso, obra del interiorista Gonzalo García.
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Realización: V Eugenia Cienfuegos. Texto: Ana Isabel Hernández. Fotos: Pablo Sarabia
Hacía 20 años que este piso de principios de siglo en el centro de Madrid no veía un cambio y su propietario –que creció en otra vivienda de este mismo edificio, obra del arquitecto Francisco Pérez de los Cobos– decidió que ya era hora de actualizarlo.Y para ello, encargó la reforma al estudio de Gonzalo García.
El interiorista se encontró con una casa oscura y algo anticuada, en la que sobresalían, sin embargo, elementos muy bellos que había que mantener, como el parqué de pino melis, que se recuperó aplicando un barniz al agua mate, o las puertas acristaladas originales. La cocina, con zona de office, sufrió una remodelación drástica que la abrió al resto de los espacios mediante unas hojas correderas con carpintería de hierro y cristal. La distribución se transformó también de forma radical en los dormitorios y cuartos de baño, estancias todas ellas para las que se diseñaron armarios a medida realizados por Uecko.
En cuanto a la decoración, la idea fue crear un mix ecléctico con marcado acento contemporáneo, que respetara la esencia de la vivienda. Entre el mobiliario había antigüedades muy interesantes –del siglo XIX, fundamentalmente–, que Gonzalo García ha combinado con muebles y lámparas de diseño moderno, modelos vintage de los 50 a los 70, y una potente selección de obras de arte abstracto. Para elegir la paleta cromática se utilizó el blanco de las paredes como telón de fondo sobre el que los tonos neutros de las maderas del mobiliario aportan calma y las pinceladas multicolor de textiles y obras de arte –con azules y rojos abriendo el camino–, contraste y energía. La piedra natural, que fue a comprarse ex profeso al almacén valenciano Gómez Grau, deja su impronta entre los revestimientos: una llamativa cuarcita destaca en la cocina y el mármol de Carrara, en los baños. En estos últimos, el suelo se pavimentó con una baldosa en espiga blanca de Keops que imita el diseño del parqué. Sabias actuaciones todas ellas que han hecho que el piso enamore ya a primera vista por su luminosidad y carácter.