ANNA ALEGRE
Caldear el ambiente.
El fondo inmaculado y un punto frío se arropa con un mobiliario cálido de madera en tonos suaves y con piezas de fibras vegetales como el ratán y la caña. Simplicidad es la clave. Espacios despejados, muy livianos, dejan pasar la luz, tamizada por estores, alfombras y tapicerías blancas y en tonos crudos. Toques negros añaden un elegante contraste.