El aceite de oliva se someterá a 1.600 controles de calidad
Con el objetivo de garantizar la calidad del aceite de oliva producido durante la campaña pasada, el Gobierno tiene previsto realizar cerca de 1.600 controles en los que se compruebe la aplicación de las obligaciones que marca la Unión Europea. Así lo ha indicado la subdirectora general de Control y Laboratorios alimentarios del Mapama, Cristina Clemente, quien ha analizado la evolución de las calidades de los aceites de oliva, durante su participación en la jornada “Patrimonio agroecológico del olivar, aspectos socioeconómicos y culturales; amenazas y oportunidades ante globalización y cambio climático”.
Se trata de un trabajo en el que se verán implicados los Ministerios de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama); Comercio y Economía y Sanidad, pero son las comunidades autónomas quienes tienen transferidas las competencias de control real sobre el terreno, mientras que el Mapama es el encargado de coordinar las actuaciones entre los diferentes ministerios, autonomías y UE.
Durante su intervención, Clemente ha explicado que el Ministerio cuenta con un sistema que permite localizar las ofertas agresivas en la distribución con precios anormalmente bajos. La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) los compra y analiza su calidad y si cumplen los parámetros de la ley de la cadena o son “ventas a pérdidas”.
En este encuentro también se ha hablado del potencial que tiene el aceite de oliva para innovar en el lineal y generar mayor valor añadido, pese a las limitaciones y restricciones que impone la actual normativa europea en este sector, sometido además a una fuerte variabilidad de cosechas, precios
La Fundación Foro Agrario ha analizado esta semana el patrimonio agroecológico del olivar
y rentabilidad.
Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria, ha hecho referencia a la necesidad de trabajar en el concepto de “cadena” en su conjunto, globalmente, al tiempo que ha animado a la Interprofesional del Aceite de Oliva a seguir trabajando en la “integración vertical” para poner en común los problemas y búsqueda de soluciones. Además, ha destacado que el sector debe apostar por la calidad, tanto “comercial”, como “diferenciada”, ya que “el futuro del sector está en la calidad”.
Como “avance fundamental” ha indicado el sistema de autocontrol que se han impuesto los envasadores y que será “una palanca básica sobre la cual podremos construir un magnífico futuro”.