La huelga de la estiba podría provocar problemas logísticos en el sector oleícola
Aunque se han suspendido las cinco primeras jornadas
Tras alcanzar un principio de acuerdo con la patronal Anesco (la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques), los sindicatos de los estibadores han decidido suspender este lunes las cinco primeras jornadas de huelga (previstas para los próximos 24, 26, 29, 31 de mayo y 2 de junio) de las ocho convocadas en los puertos españoles. Ambas partes han acordado también volver a reunirse el próximo jueves 1 de junio.
Frente a la situación de la estiba, Rafael Pico, director de la Asociación de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva), ha señalado que una eventual huelga plantearía problemas logísticos y económicos para estas empresas oleícolas que utilizan la vía marítima para buena parte de sus envíos exteriores.
Así lo publica Efeagro, donde añade que estaríamos ante un “problema serio” para las empresas, sobre todo para los envasadores, que debido a que los precios de la materia prima ya están muy altos, no pueden repercutir en el mercado internacional.
Los días de huelga estaban previstos para los lunes, miércoles y viernes en horas impares entre el 24 de mayo y el 9 de junio, aunque como avanzamos anteriormente, tras alcanzar un acuerdo, se han suspendido las cinco primeras jornadas de huelga.
Los puertos como el de Barcelona, Valencia, Algeciras, Bilbao o el fluvial de Sevilla son claves para enviar la mercancía a terceros países. En el caso de Italia, país que según el presidente de Asoliva, absorbe alrededor del 80% de las exportaciones españolas de aceite de oliva a la UE, la mercancía pasa por los puertos de Barcelona, Valencia o incluso Málaga. “No es descartable que el comercio intracomunitario se vea afectado entre un 60 y un 65 %”, agrega Pico, si llegan los paros.
En su opinión, la huelga en los puertos supondría “un trastorno, pérdida de barcos, quedar mal con los clientes y, en suma, un sobrecoste porque, a veces, para cumplir con los compromisos firmados y los contratos los exportadores pueden verse obligados a irse a puertos de otros países comunitarios”. “Un problema complicado, que no sabemos cuánto va a durar y por cuánto tiempo ni qué visos de solución tiene”, señala el director de Asoliva.