El aceite de oliva se queda sin control estatal
Desde el pasado 1 de julio, la Agencia para la Información y Control Alimentarios, AICA, no podrá hacer los controles de veracidad de los datos que se aportan desde el sector oleícola por parte de almazaras, envasadores y orujeras, puesto que dicho día, en el Boletín Oficial del Estado se publicaba la sentencia 66/2017 de 25 de mayo del 2017, de un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Consejo de Gobierno de la Generalitat de Cataluña contra determinados artículos de la ley 12/2013 de 2 de agosto de la Ley de la Cadena Alimentaria. Así, a partir de este momento la AICA puede seguir haciendo la gestión de las declaraciones y el mantenimiento del sistema de información y la verificación de la veracidad de los datos de la declaración, pero no podrá hacer los controles para su comprobación, dado que la competencia de inspecciones y sanciones está transferida a las Comunidades Autónomas. Ante esta sentencia, Infaoliva manifiesta su disconformidad con la misma dado que considera que “deja desmantelada una parte de la AICA, en el sentido de no poder hacer los controles de veracidad de los datos que se aportan desde las almazaras, envasadores, orujeras etc.”. Según añaden desde la Federación, “hasta la fecha, la AICA ha sido un mecanismo para toda la cadena alimentaria, desde agricultores, transformadores, envasadores y exportadores, así como todo el comercio del aceite de oliva tenia y en cuyos datos se confiaba plenamente”.