¿Hacia dónde evoluciona la tecnología aplicada a la agricultura?
Las nuevas tecnologías empiezan a jugar un papel clave en la agricultura. Una inversión en tecnología aplicada al campo puede no sólo aumentar la productividad de los cultivos, sino ahorrar costes y evitar la expansión de plagas o enfermedades. Además, la
La necesidad de contar con datos fiables y en tiempo real hace que la agricultura de precisión avance en el desarrollo de herramientas que ayuden a optimizar y a hacer más eficiente la producción. Además, cada vez son más las empresas relacionadas con la agricultura que apuestan por aplicar procesos tecnológicos que les ayudan a ser más eficientes y competitivos. La tradición no está reñida con la modernidad.
Buena muestra de la importancia que tiene la tecnología en la agricultura es el apoyo estatal que recibe este área en forma del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA). Uno de sus objetivos prioritarios es facilitar que la investigación agroalimentaria que se desarrolla en España sea una herramienta de competitividad para las empresas que operan en la producción de alimentos. Los resultados obtenidos en los proyectos de investigación deben ser la base sobre la que el tejido empresarial español desarrolle tecnologías dirigidas a la innovación.
Una de las grandes innovaciones de los últimos años son los drones. Se trata de equipos voladores no tripulados que permiten realizar en tiempo real el seguimiento y desarrollo de los cultivos, que en agricultura puede tener múltiples utilidades.
Equipados con cámaras para sacar fotografías o filmar en alta definición, los nuevos equipos voladores no tripulados pueden ser aviones, helicópteros o tener desde cuatro a ocho hélices. Aplicados al área civil, los drones están permitiendo luchar contra la desertificación, los incendios o la caza furtiva. Y en el mundo agrícola han supuesto una ayuda inestimable para controlar grandes áreas de cultivo.
De plástico, fibra de carbono, aluminio o hasta de una especie de gomaespuma densa, los equipos voladores no tripulados pueden hacer que los productores reemplacen la tradicional recorrida a pie por el campo, donde a veces es difícil caminar por los cultivos, por un dron que le va a permitir hacerlo desde el aire y con mayor precisión.
Un dron sobrevuela un campo de cultivo y detecta un área que podría estar infectada con algún insecto invasor. El agricultor analiza, a través de su tablet y en tiempo real, cómo de extenso es el problema. Gracias a la agricultura de precisión que ha practicado este agricultor, sabe perfectamente dónde comienza y acaba el problema.
A través de un dron el agricultor puede medir y controlar numerosas variables, como el ritmo de crecimiento de los cultivos: poca información hay más valiosa para el agricultor que conocer a qué ritmo crecen sus cultivos. Y es especialmente importante en plantaciones que se extienden por varias hectáreas de te-