Competitividad, calidad e innovación para la creación de empleo
La necesidad de una mejora de la competitividad en la agroindustria andaluza, promoviendo la creación de empleo de calidad en el sector y favoreciendo el mejor equilibrio posible dentro de la cadena agroalimentaria, es la base del Plan Estratégico para la
a presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, presentó en Córdoba el Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía Horizonte 2020, aprobado por Consejo de Gobierno el 12 de diciembre, que destinará más de 728 millones de euros para políticas de apoyo a esta actividad clave de la economía regional. Con más de 46.000 empleos y 14.200 millones de euros de facturación, el sector es el segundo de España en términos de valor añadido y el primero por ventas al exterior.
Se entiende por agroindustria, a los efectos de este Plan, el conjunto de actividades económicas llevadas a cabo por personas físicas o jurídicas, o sus agrupaciones, que ejercen y asumen actividades de transformación y/o acondicionamiento para la comercialización de productos agrarios y forestales destinados al consumo humano, generando una cadena de valor hasta la persona consumidora, independientemente de si su resultado final es o no un producto alimentario (incluyendo a las industrias que gestionen, produzcan o transformen biomasa agraria o subproductos agroalimentarios y sus productos resultantes). No será de aplicación a los productos e industrias pesqueras. El Plan se ha realizado para el conjunto de la agroindustria andaluza, sin consideraciones sectoriales ni territoriales, si bien para su diseño se han tenido en cuenta las particularidades de los diferentes sectores y territorios que la componen, las cuales podrán tenerse en cuenta también en su implementación cuando se considere necesario.
Andalucía cuenta con algo más de 7.000 empresas agroalimentarias, que suponen el mayor subsector industrial de la comunidad en términos de empleo (46.000 ocupados, el 37% mujeres) y el segundo en valor añadido, sólo por detrás de las extractivas. La facturación anual supera los 14.200 millones de euros. Estas cifras suponen en torno al 20% de las sociedades, el 24% del empleo, el 21% de facturación y el 18% del valor añadido de la industria andaluza. El 90% de las empresas son pymes y las cooperativas suponen el 22% del total. Como principales sectores destacan el oleícola, el cárnico, el hortofrutícola y el de las bebidas. La agroindustria andaluza es, tras la catalana, la segunda más importante de España en términos de valor añadido y la primera en exportaciones. Con más de 3.150 empresas exportadoras (unas 1.600 regulares) y unas ventas de más de 8.300 millones de euros de enero a septiembre de 2017, Andalucía es la región que mayor volumen de alimentos y bebidas vende al exterior, principalmente a países de la Unión Europea. Las producciones con mayor valor económico en sus exportaciones son las hortofrutícolas y oleícolas.
Entre otros objetivos, el documento prevé la creación de 7.000 puestos de trabajo en los próximos tres años, lo que supondrá un incremento del 15%, así como mejorar la competitividad, promover un empleo de calidad y favorecer el equilibrio en la cadena agroalimentaria.
Como metas específicas, el plan propone aumentar en un 20% el número de mujeres empleadas y su presencia en puestos directivos, incrementar en un 42% la facturación de las producciones ecológicas y de calidad diferenciada (Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas); alcanzar el 20% de aportación de las renovables al consumo energético total de la agroindustria; duplicar el número de empresas agroindustriales con actividad innovadora y la presencia de empresas en el mercado digital; aumentar un 20% las firmas exportadoras; superar el 50% de las ventas fuera de la Unión Europea, y reducir en un 10% la tasa de temporalidad y en un 30% la de accidentes graves y mortales en el sector.
El documento se estructura en nueve líneas estratégicas, cada una con su previsión financiera: sostenibili-