El Aceite de Orujo de Oliva busca su sitio en el mercado de aceite de oliva
España es el primer productor y principal exportador mundial de orujo de oliva, sin embargo este aceite es el gran desconocido del mercado español. Un reto que asumen desde ORIVA, la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, que tras su creación en mayo de 2015 ha emprendido “la batalla” de hacer más visible el producto y recuperar el reconocimiento que merece el que está considerado como el segundo aceite vegetal más saludable, solo por detrás del de oliva en sus distintas variedades.
ORIVA nace con un objetivo principal, que es de la promoción y divulgación del Aceite de Orujo de Oliva. Alcanzar esta meta supone mejorar la información y conocimiento sobre los mercados y consumidores y desarrollar programas de investigación, desarrollo e innovación tecnológica en la producción del Aceite de Orujo de Oliva. A través de las herramientas de la comunicación, promoción e investigación, pilares centrales sobre los que se sostiene la actividad de la Interprofesional. Especialmente, incentivamos el conocimiento y el consumo del aceite de orujo de oliva en el canal HORECA (Hostelería, Restauración y Catering), la industria alimentaria (conserveras, aperitivos embolsados, etc.) y los consumidores en general.
El aceite de orujo de oliva como aceite que contiene exclusivamente aceites procedentes del tratamiento del orujo de la oliva y los aceites obetnidos directamente de aceitunas. De hecho, el Aceite de Orujo de Oliva solo puede incluir en su composición aceite de orujo de oliva refinado y aceite de oliva virgen o virgen extra, según el Reglamento de la UE.
Al tratarse de un aceite que procede de la aceituna, hablamos del segundo aceite más sano del mundo des-
pués de los aceites de oliva (virgen extra, virgen y aceite de oliva). La diferencia respecto a los otros productos provenientes del olivar es el momento/ método de extracción.
¿Cómo se obtiene?
El aceite de orujo de oliva se obtiene a través de un proceso sostenible de extracción del alpeorujo (agua, piel, hueso y restos de aceite que resulta de la molturación de la aceituna) y del refinado del aceite de orujo crudo que resulta de esta extracción. Este proceso finaliza cuando el aceite de orujo refinado se encabeza o mezcla con una pequeña proporción de aceite de oliva virgen extra o aceite de oliva virgen. Así se consigue un aceite con un contenido de hasta el 85% de ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico (C18:1.). Hasta un 2% del aceite (fracción insaponificable) está formado por un conjunto de compuestos con propiedades bioactivas. El resultado es siempre un aceite con unos beneficios y cualidades que lo hacen el mejor aceite para la fritura.
Economía circular 100%
El sector orujero aprovecha íntegramente la materia sobrante de las almazaras, tras la extracción del aceite de oliva. Hay que tener en cuenta que de la aceituna unicamente se destina el 20% para hacer aceite de oliva; el 80% restante son residuos que el sector orujero valoriza haciendo un aprovechamiento integral del alperujo u orujo graso húmedo -compuesto de agua, piel, hueso y restos de aceite que resulta de la molturación de la aceituna-. Según datos de la AICA, valorados por ANEO, en la campaña 2016/2017 se transformaron 6,4 millones de
toneladas de alperujo en compuestos de valor, en lo que es un claro ejemplo de economía circular.
Gracias a procesos industriales de secado, extracción y refinado, el alperujo permite distintos aprovechamientos. La mayor parte, un 70% se transforma en vapor de agua. Un 2% se convierte en aceite de orujo crudo que en las refinadoras pasa a ser orujo de oliva; y un 30% da lugar a biomasa, capaz de generar energía térmica y eléctrica, usada tanto para el autoconsumo de la propia industria como para su comercialización. También se extraen compost, grasas y pastas de refinería para alimentación animal, la industria cosmética y farmacéutica.
A este aprovechamiento 100% de la aceituna se suma el que el sector orujero asume el reciclado de las aguas vegetales de las almazaras de los aceites de oliva, altamente contaminantes. Por todo ello, Joaquín López, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Oliva, ANEO, incide en que el valor medioambiental de la actividad orujera “es diferencial y muestra del carácter pionero del sector al apostar por un modelo productivo más inteligente, sostenible e integrador”. Un valor que ha sido certificado por normas internacionales como la ISO 14001.
A este valor medioambiental se le une el uso de energías renovables como la biomasa. El uso de este recurso energético de manera sostenible, en lugar de otros combustibles fósiles, conlleva ventajas para el entorno como el aprovechamiento de resiudos agrícolas o la minimización de emisiones, puesto que se trata de un combustible neutro desde el punto de vista del ciclo de carbono. Cabe recordar que además se trata de una biomasa producida por la propia industria, aprovechando el potencial de la economía circular.
Un valor medioambiental que es diferencial y que muestra el carácter pionero del sector en apostar por un modelo productivo más inteligentes, sostenible e integrador.
El sector en cifras
El peso del sector en el conjunto del ámbito oleícola resulta fundamental desde el punto de vista económico y social. En este sentido, en una fuente de empleo y de riqueza de los territorios que general 3000 puestos de trabajos directos (42% trabajadores fijos y 58% de eventuales); y 15000 indirectos. Su facturación alcanza los 150 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía y Competitividad y ANEO.
España cuenta con 45 centros orujeros/extractoras repartidas por cinco Comunidades Autónomas, y con nueve refinerías distribuidas por Andalucçia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña, Navarra y Murcia (Datos de AICA/ORIVA).
Esta moderna infraestructura, fiel a la más estricta regulación que asegura la trazabilidad del producto, permite que España ofrezca una producción estable, con picos moderados que ha evolucionado desde la campaña de 2012/2013 con 98.299,23 ton. de producción a las 115.243 ton. de la campaña 2016/2017, según datos de ANEO.
Conforme a estos datos el sector actualmente el 85% de la comercialización del aceite de orujo de oliva español se destina a mercados exteriores, que demandan con gran interés el producto, alcanzando las 106.129 toneladas en la última campaña 2016/2017, un 7,1% más que en la anterior y un 19,9% más que en la media de las cuatro anteriores. Los principales países de exportación durante la campaña 2016/2017 fueron Italia -donde fue a parar el 26% del total- y EE.UU. -que supone un 11%-; seguidos de Portugal -con un 9%-, Emiratos Árabes -el 7%-, India -un 2%- y China -el 1%-. El 39% restante se compra en otros lugares del mundo. En España, mien-
ORIVA SE COMPONE DE LAS CINCO PRINCIPALES ASOCIACIONES QUE CONFORMAN LA CADENA DE VALOR DEL ACEITE DE ORUJO DE OLIVA
tras, se queda un escaso 15%. En concreto, en la última campaña se comercializaron 16.831 toneladas, tras sufrir el mercado interno un descenso del 2% en comparación con la anterior; aunque con respecto a la media de las cuatro campañas pasadas sus ventas hayan visto un incremento del 17,6%.
En el mercado español el impacto negativo que tuvo en la reputación e imagen del producto la declaración de la alerta alimentaria decretada por el Ministerio de Sanidad en el año 2001 ha lastrado su desarrollo haciendo que, a pesar de su competitivo precio, su alta durabilidad y estabilidad en frituras o su sabor neutro, sea un producto que pasa prácticamente desapercibido tanto para los consumidores como para los profesionales de la restauración. En estos años, la distribución no ha dado el paso de volver a introducirlo de forma evidente en los lineales y las industrias transformadoras de alimentación lo siguen ignorando.
Según el estudio entre consumidores en España realizado por GfK para ORIVA, solo un 4,5% de encuestados mencionaron el orujo de oliva entre los aceites para consumir, aunque un 56,8% reconocía saber de su existencia -incluso sin haberlo probado-. Son los mayores de 60 años los más familiarizados con él y es más conocido en localidades pequeñas y medianas que en las grandes ciudades. Mientras, uno de los puntos esgrimidos en relación a su escaso uso en la industria alimentaria es también el desconocimiento de sus ventajas y el hecho de que no haya una demanda específica por parte del consumidor.
I+D+i
Conscientes de que para volver a posicionar al orujo de oliva “en el lugar que le corresponde” es vital la comunicación, promoción e investigación sobre el producto, ORIVA ha hecho de estos aspectos los pilares centrales de su actividad. La Interprofesional orujera está enfocada en lograr transmitir los valores intrínsecos del producto, su importante faceta medioambiental y su contribución económica.
En este camino de poner en valor el producto, ORIVA se ha acompañado de entidades como al Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, para realizar estudios que ahonden en los beneficios saludables de los componentes de este aceite y sus cualidades para la cocina, sobre todo en frituras. Especialmente interesantes pueden resultar las conclusiones que se esperan de la investigación sobre la reducción del riesgo de desarrollo y progresión de alzhéimer en relación con su consumo. Igualmente, junto a la Federación Española de Hostelería, FEHR, la Interprofesional ha emprendido la misión de extender el uso del aceite de orujo de oliva en Horeca, dado su excelente rendimiento en cocina.