La búsqueda de la sostenibilidad y la rentalibidad en el olivar
EL OLIVAR ECOLÓGICO, QUE TIENE COMO PILARES ESENCIALES LA SALUD ALIMENTARIA Y LA SALUD MEDIOAMBIENTAL
La importancia del olivar, tanto por su superficie - más de 2,6 millones de hectáreas -, como por su aportación al desarrollo socioeconómico del medio rural, determinan la necesidad de una constante evaluación de este recurso como un todo ya que el olivar no sólo está formado por los olivos, sino que siempre tiene una serie de recursos asociados que forman el ecosistema integrado para poder tener una producción equilibrada y sostenible. Actualmente, en el olivar se está llevando a cabo una progresiva transformación hacia sistemas de cultivo más sostenibles y equilibrados, dejando de lado poco a poco los métodos más tradicionales y poco rentables de cultivo.
En la historia de la agricultura destaca sin duda un periodo correspondiente a la segunda mitad del siglo XX, durante los años 60–70 se produjo lo que se conoció como la Revolución Verde, mediante la cual se introdujo la mecanización de las labores agrícolas y la utilización de agroquímicos, con el fin de aumentar la producción agraria mundial. Esta situación derivó en la ruptura del equilibrio entre la agricultura y la naturaleza con una serie de consecuencias de carácter ambiental como la disminución de biodiversidad, contaminación del medio, desertificación, etc., y otros de carácter económicos y sociales, que fueron transformando el entorno rural y determinando su destino con el abandono y la pérdida de peso como fuente de recursos.
Desde sus inicios, la Política Agraria Común (PAC) ha favorecido unas ayudas en favor de la productividad, adquiriendo más beneficios aquellos agricultores que, en el caso del olivar, aumentarán notablemente su producción provocando un abuso en el uso de agroquímicos, teniendo como consecuencia un elevado riesgo de contaminación en suelos y aguas.
La crisis ambiental provocada por estos malos usos de prácticas agrícolas en el olivar, son fundamentalmente la erosión y la contaminación. En el caso de la erosión, se produce por una falta de cubierta vegetal, debido a la falta de materia orgánica en el suelo y un abuso en la labor del terrerno dando lugar a una pérdida de suelo fértil. El otro elemento determinante es la contaminación de los terrenos y le agua, por el abuso en fertilizantes y productos fitosanitarios, que mediante filtración acaban en ríos, acuíferos y embalses, y como conse-
cuencia puede llegar a las personas debido a la alta tasa de permanencia de éstos en el medioambiente.
Estos dos factores pueden desembocar en un riesgo en la seguridad alimentaria, ya que algunos de estos componentes químicos pueden llegar a los diferentes productos que son elaborados industrialemente.
Estos usos tradicionales, ha llevado a una serie de problemáticas que poco a poco se están tratando de susbsanar a través de la progresiva implantación del cultivo ecológico del olivar.
Olivar ecológico
El olivar ecológico- que tiene como pilares esenciales la salud alimentaria y la salud medioambiental- también se ha desarrollado con fuerza en numerosas zonas olivareras españolas los sistemas de producción integrada.
Personal de investigación de la Universidad de Jaén (UJA) estudian diversas medidas ecológicas y naturales que pueden reducir el uso de pesticidas y herbicidas en los cultivos, a la par que favorecer un desarrollo sano y equilibrado que no agote los recursos naturales del suelo. Los expertos se han centrado especialmente en el estudio del olivar, para el que proponen cubiertas vegetales que frenen la erosión del suelo, rebaños de ovejas que pasten y estercolen el terreno, el estudio de los niveles de polen para predecir cosechas o el uso de plantas que albergan insectos que devoran a las plagas del olivar, entre otras técnicas
Antonio García es el director del grupo Geobotánica y palinología: Aplicaciones al medio natural que está vinculado al Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3) y que desarrolla diversas líneas de investigación destinadas a conseguir sistemas de cultivo más ecológicos. Una de ellas consiste en el uso de cubiertas vegetales para proteger los suelos del olivar. En este sentido, las cubiertas vegetales ofrecen mayor resistencia al viento y al agua, lo que evita el uso de máquinas agrícolas destinadas a cubrir con tierra las zanjas que se generan tras las tormentas.
Los científicos de la UJA estudian la posibilidad de incluir en estas cubiertas plantas que albergan a determinados insectos que se alimentan de las principales plagas del olivar. Esto permite reducir considerablemente el uso de pesticidas y herbicidas y solucionar el problema de las plagas de una manera ecológica.
Por otro lado, “el pasto del ganado en el olivar tiene varios beneficios para el agricultor, el ganado actúa como segadora para la vegetación del suelo, transforma esa materia vegetal en estiércol que alimenta el suelo y cierra así el ciclo biológico. Además, supone un valor añadido para su propietario: el de la carne”, explica Antonio García.
“El objetivo final es que este agrosistema perdure en el tiempo y sea sostenible”, subraya Antonio García, quien destaca que el grupo organizará en octubre diversas jor-
LA CRISIS AMBIENTAL PROVOCADA POR ESTOS MALOS USOS DE PRÁCTICAS AGRÍCOLAS EN EL OLIVAR, SON FUNDAMENTALMENTE LA EROSIÓN Y LA CONTAMINACIÓN
nadas informativas y de transferencia para informar y motivar a los agricultores a que incorporen medidas ecológicas en sus fincas, gracias a un convenio de la UJA con la Diputación de Jaén.La limitación de la erosión del terreno con la cubierta vegetal,
Por tanto las principales ventajas del olivar ecológico es la limitación de la erosión del terreno con la cubierta vegetal; la producción de ganado ovino ecológico, de mayor calidad y precio respecto al tradicional y la producción de aceituna ecológica, que tiene unos precios más competitivos. Se elimina el uso de herbicidas, insecticidas u otros productos químicos, se utilizan trampas con feromonas para atraer y eliminar insectos y plagas.
Otra de las formas de rentabilizar el olivar es la introducción de policultivos en olivos de aromáticas que aprovecha mejor el terreno y combate la erosión. Su objetivo es proteger la biodiversidad y reducir la erosión y además, puede ser una forma de rentabilizar la producción ecológica de aceite de oliva.
La idea surge de Javier Domínguez, paisajista de profesión, al observar que un olivar es un bosque discontinuo sin sotobosque (arbustos), cuyo suelo fértil queda indefenso ante lluvias torrenciales, especialmente si el terreno está en pendiente. Su propuesta es sembrar los espacios perdidos con plantas adaptadas al terreno, creando útiles corredores de flora y fauna. Las plantas y flores serían resistentes a la sequía, no tendrían gasto de riego y contribuirían al equilibrio mineral del olivar. Con ello se contribuiría a frenar la erosión, fomentar la biodiversidad y aprovechar el terreno carente de rentabilidad entre hileras de olivos.