La calidad como punto de partida del proceso de envasado
EL ENVASADOR TRATARÁ DE EVITAR, POR TODOS LOS MEDIOS, LA RUPTURA DE LA CADENA DE CALIDAD
El olivo es la fuente de calidad del aceite, pero en este factor influyen un importante número de factores tanto ambientales, genéticos y agronómicos o productivos que configuran las propias características y calidad de la aceituna. Pero es en el proceso de elaboración, durante el almacenamiento y el envasado, donde han de mantenerse las características del aceite producido, sin merma en sus propiedades. Algunos de estos casos , estos procesos vienen determinados por la demanda, lo cúal determina que el aceite de oliva permanezca almacenado en depósitos para que no pierda calidad.
De acuerdo con las normas del Consejo Oleícola Internacional, los aceites de oliva que se destinen al comercio, deben envasarse en contenedores que garanticen las normas de higiene alimentaria. Asi mismo, el envasador tratará de evitar, por todos los medios, la ruptura de la cadena de calidad, un trabajo que se inicia en el campo y que debe acabar en el momento en el que el producto está en manos del consumidor para su consumo. Antes de proceder al envasado, los depósitos en la zona de la envasadora son los encargados de recibir el aceite que va a ser objeto de envasado. En muchos casos, sobre todo en las industrias especializadas y, en general, en aquellas que desean ofrecer un producto característico de la marca (color, sabor), se procede a formar un compuesto de diversos aceites que responda al tipo propuesto. Conseguido éste y comprobada la analítica, se inicia el proceso con el filtrado.
La mejor elección
Cuando se procede a elegir un envase adecuado para este producto, se deben tener en cuenta una serie de elementos: la impermeabilidad a la grasa, a los gases y la protección contra la luz. Como citamos anteriormente el COI define como se deben envasar los aceites, garantizando higiene para que pueda llegar al consumidor con toda la calidad alimentaria. Dichos contenedores pueden ser depósitos, contenedores o cubas que permitan el transporte a granel del aceite de oliva. También, barriles metálicos en buenas condiciones, herméticamente cerrados y recubiertos interiormente por un barniz protector; botes litografiados, nuevos, herméticamente cerrados y recubiertos interiormente por un barniz adecuado y garrafas y botellas de cristal hechas con materiales macromoleculares.
En cualquier caso, éste ha de ser un material inerte que no reaccione con el aceite ni le comunique olores o sabores extraños; también debe ser lo más impermeable posible a la humedad y al oxígeno atmosféricos; debe proteger al aceite de la luz y de los cambios de temperatura; no debe de ser poroso para no retener ni transpirar el aceite; debe de tener condiciones favorables para la fabricación de envases con formación de paredes lisas y fácilmente lavables que no
COI DEFINE COMO SE DEBEN ENVASAR LOS ACEITES, GARANTIZANDO HIGIENE PARA QUE PUEDA LLEGAR AL CONSUMIDOR CON TODA LA CALIDAD ALIMENTARIA
retengan aceite en el exterior; ha de aportar facilidad para el etiquetado, embalaje, precintado y desprecintado; una buena presentación y facilidad de apertura, cierre y manejo por el consumidor.
Una vez formado el envase, éste debe de ofrecer resistencia a las presiones y a los golpes, también debe de ser de fácil manejo y estar provisto de un espacio de cabeza mínimo para el contacto con el aire, debería llevar cierre hermético para evitar entrada de oxígeno, que no produzca goteos y que sea fácil de abrir.
Los envases más utilizados para el aceite de oliva son los fabricados de plástico, entre los más comunes se encuentran: PET. Es el más usado para los aceites de oliva y los vírgenes y PP es un plástico duro, estable y resistente que admite aditivos que le proporcionan diversas características, es opaco, se ablanda a 150 °C y su uso más común es para tapones. El vidrio se emplea en el envasado de los aceites de más calidad y de mayor prestigio, y también está la hojalata, que se emplea para los formatos de mayor tamaño.
Operaciones del envasado
En el proceso de envasado hay dos operaciones básicas que se desarrollan simultáneamente: el llenado y el dosificado de envases, y es necesario efectuarlas con maquinaria que garantice precisión y limpieza. En general, una línea de envasado consta de los siguientes elementos, que vamos a describir a continuación.
El posicionador de envases, se descargan en una tolva, procedentes de la línea de fabricación, en su caso, o de los palets o contenedores en que se reciben. El posicionador los sitúa correctamente sobre la cadena transportadora de envases. El soplador, limpia los envases de impurezas con aire a presión. Cabe señalar que tanto este elemento como el anterior no existe en las líneas más elementales.
El equipo para el desoxigenado del aceite, donde el oxígeno disuelto en el aceite y el que se acumula en el espacio de cabeza, es una de las principales causas de deterioro del aceite envasado. Este mecanismo de desoxigenado inyecta al aceite, antes de llegar a la llenadora, un gas inerte, el nitrógeno generalmente, que sustituye al aire o lo enriquece en detrimento del oxígeno. La llenadora- dosificadora que en primer lugar una estrella posicionadora recoge los envases del transportador y los sitúan sobre una plataforma móvil que facilita la entrada del elemento de llenado que introduce el aceite hacia las paredes. El dosificador puede ser volumétrico, por peso, o por nivel fijado por medios electrónicos. En muchos casos cuentan con un pequeño ordenador que permite fijar las dosis con comodidad. Las llenadoras pueden ser en línea o rotativas, para envases de hojalata, cristal, plástico, etc. Cuentan con un depósito central para el aceite y con alimentador, construido en acero inoxidable como todos los elementos en contacto con el aceite.
Posteriormente los envases pasan a la cerradora, donde continúan por la cadena transportadora hasta la máquina cerradora preparada para tapones o cápsulas a presión, o con cierre a rosca mediante cabezales roscadores regulables para tapones tipo pilferproof. Como elemento auxiliar puede llevar una tolva para tapones, disco distribuidor y rampa de bajada de tapones. Las instalaciones más sencillas carecen de este elemento y el taponado se hace de forma manual. En otras instalaciones más complejas la maquina llenadora y la cerradora forman un conjunto.
Y finalmente, se procede al paso a la etiquetadora donde existe una gama de mayor o menor complejidad, incluso en las envasadoras más simples las etiquetas autoadhesivas se colocan manualmente en el envase. Las máquinas más sencillas llevan un dispensador de etiquetas autoadhesivas de las que separa el papel soporte y las sitúa sobre el envase. Otras están preparadas para encolar la etiqueta. Los cabezales pueden ir montados a dos caras, para colocar etiqueta y contraetiqueta, con elementos posicionadores. También pueden estar provistas de cabezales etiquetadores automáticos que permiten imprimir datos complementarios sobre la etiqueta.
Tras esta fase, el envase queda preparado para su expedición a los diferente centros de distribución y consumo, acumulado en bandejas situadas al final del transportador de envases para someterse a otras operaciones complementarias que en las envasadoras más sencillas se hacen de forma manual.
El proceso finaliza con el proceso de embalaje donde se encuentran las formadoras- encajadoras, donde los envases llegan a las cajas de cartón, ya desplegadas, y se introducen agrupadas hasta completar la capacidad prevista. Por el transportador de cajas son conducidas hasta el cerrador de cajas, que concluye la operación previa a la expedición, cerrando y precintando las cajas, saliendo hasta el operario que las sitúa sobre los palets o las entrega a la paletizadora automática, listo para su distribución.