¿España, Oleoturismo Virgen Extra?
Olearum surge con el propósito de agrupar a una serie de productores, almazareros, intelectuales, técnicos y amigos en general del mundo del aceite de oliva que han aunado sus esfuerzos para defender y divulgar la cultura del olivo y el patrimonio a él li
Cuál ha sido la evolución del Oleoturismo en estos últimos años?
Sin lugar a dudas, ha sido una evolución importante. Por ejemplo, hasta hace muy poco tiempo, cuando se visitaban las almazaras, sus operarios hacían de todo, de recepcionistas, oficinistas, operarios de patio, molineros, envasadores y también eran los que atendían a algún turista despistado que aparecía por la almazara. En estos últimos años la situación está cambiando drásticamente. Entre otras cosas, cuando se diseña una almazara, ya se está pensando también cómo hacerla visitable. Y bien, ¿en qué punto nos encontramos ahora? El Oleoturismo es un producto turístico con un gran potencial de crecimiento que puede ayudar el desarrollo económico y territorial de algunas comarcas de interior y construir una oferta turística de calidad. En estos
últimos años la situación ha cambiado bastante. Existe una mayor profesionalidad del sector, desde el campo a la almazara, pasando por la calidad, el marketing, la comercialización y como no, el oleoturismo. Eso si, muchos quieren apuntarse a este carro pero sinceramente, al final sólo quedarán los que estén formados, capacitados y preparados para recibir a turistas.
"EL OLEOTURISMO ES UN PRODUCTO TURÍSTICO CON UN GRAN POTENCIAL DE CRECIMIENTO QUE PUEDE AYUDAR EL DESARROLLO ECONÓMICO Y TERRITORIAL DE ALGUNAS COMARCAS"
Crear un producto vinculado al aceite y turismo, ¿qué elementos considera necesarios para poder desarrollar actividades vinculadas al Oleoturismo? ¿Cuál es el punto de partida?
Sin lugar a dudas el punto de partida pasa por tener claro que desde el mismo momento en que decidimos abrir nuestras instalaciones a los turistas, estamos abriendo nuestra casa, con lo que ello supone a todos los efectos. Recordar que una almazara es una industria agroalimentaria y bajo este punto de vista, debe estar los 365 días del año en perfecto “estado de revista”. Pero no nos quedemos sólo en la almazara; museos o centros de interpretación del aceite, casas rurales, hoteles, oleotecas, restaurantes de temática oleícolas, etc; todos deben estar perfectamente preparados y capacitados para recibir oleoturistas.
Además de la amabilidad y el saber estar, son imprescindibles estos elementos: formación, instalaciones acondicionadas y profesionalidad. La persona que se encargue de acompañar a los oleoturistas en la almazara, en el olivar o dirigiendo una cata, desde estar formada, saber idiomas, dominar la ancestral cultura del aove y disponer de nociones de cata. No podemos dejar nada a la improvisación y las instalaciones deben estar perfectamente acondicionadas para recibir a los turistas, eliminando barreras arquitectónicas para discapacitados o disponiendo de servicios perfectamente adaptados, sala de cata, oleoteca, etc. Hay que ser profesionales, creo necesario que las almazaras o recursos oleoturísticos que se lo puedan permitir, deben disponer de licenciados en turismo que conozcan perfectamente la cultura oleícola, de esta forma profesionalizamos el sector en este aspecto tan importante que es el turismo oleícola.
¿Existe interés por parte de las almazaras en crear está línea de negocio vinculado a un turismo de calidad?
No todas las almazaras o empresas buscan o pueden ofrecer un turismo de calidad. La oferta que en su día se inició con una simple visita a las instalaciones de una almazara y una degustación de AOVE, en algunos casos se ha quedado sólo en eso.En cambio, surgen nuevas iniciativas donde también ofrecen paquetes oleoturísticos más completos de media jornada, jornada completa e incluso con posibilidades de pernoctación. En este sentido, no toda la actividad debe ir focalizada en la almazara y en torno al aceite, si no que pueden ofrecerse actividades en paralelo que bien pueden complementar el paquete turístico. Me refiero a visitas a recursos culturales o medio-ambientales cercanos. Además, hoy en día que todo gira alrededor de la gastronomía, es imprescindible cubrir este apartado culinario. No debemos quedarnos solamente con la clásica degustación de pan con AOVE. Eso está muy bien, pero habría que aprovechar la oportunidad de dar a conocer las tremendas propiedades gastronómicas, culinarias y saludables del aceite de oliva virgen extra con los visitantes. Es más, puede convertirse hasta en una actividad lúdica.
Por otro lado, es vital disponer de una web o cualquier otro medio social donde publicitar las actividades que se desarrollan: posibles paquetes oleoturísticos, precios, tiempo de la actividad, número máximo y mínimo de asistentes, etc. Hay que anunciar perfectamente las actividades, esto también es profesionalidad. El cliente debe conocer con antelación el producto que se ofrece y las características del mismo.
¿Qué interés ha detectado en los profesionales del turismo por el Oleoturismo?
Cada vez más. Poco a poco los touroperadores, las agencias de turismo, las instituciones públicas con ámbitos turísticos o las empresas turísticas en general, van tomando contacto con almazaras, recursos oleoturísticos y empresas oleícolas un poco por curiosidad y también porque ven que puede ser un complemento perfecto a sus paquetes turísticos. Creo sinceramente que debe ser el sector oleícola quien acerque a los profesionales del turismo a la cultura oleícola, para que la conozcan, la disfruten y se conviertan en verdaderos prescriptores de la misma. “Sólo se ama lo que se conoce y sólo se defiende lo que se ama”. De esta forma será mucho más fácil.
¿Cual es el perfil habitual de profesional que lo desarrolla?
Hasta hace poco tiempo el perfil era el de la falta de profesionalidad. Con amabilidad se recibía a los primeros turistas pero careciendo de formación en idiomas, instalaciones adecuadas o paquetes oleoturísticos desarrollados. Una buena sonrisa es importante pero no lo único. Poco a poco, las personas destinadas a desarrollar las visitas y actividades oleoturísticas se vienen formando y además, profesionales expertos en turismo está entrando a formar parte de las plantillas de las empresas oleícolas. Este es un paso gigante porque son ellos los que realmente saben cómo contactar con las agencias y cómo enfocar las visitas para que sean didácticas, efectivas y placenteras. Eso sí, antes deben conocer para poder transmitir con pasión los aspectos culturales, gastronómicos, organolépticos, medioambientales o saludables del alimento vertebrador de la Dieta Mediterránea.
Si otras experiencias en otras comunidades autónomas donde esté presente el OleoTurismo, ¿qué diferencias ha detectado?
Andalucía a día de hoy es el motor económico del sector oleícola a nivel mundial. Eso no quiere decir que sea el buque insignia del oleoturismo en nuestro país. La oferta andaluza puede presumir de la grandiosidad de sus almazaras y sus inmensos olivares, pero hay proyectos magníficos y que están funcionando en todas las comunidades autónomas. Cuando hablamos de oleoturismo no sólo debemos quedarnos con el concepto visita a una almazara o a un olivar; es importante incluir actividades culinarias, visitas a museos o centros de interpretación vinculados al olivar y al aceite y porque no, actividades culturales ligadas al arte, al patrimonio, a la música, al medio ambiente, etc. Hay que recordar que el turismo es una forma de ocio que cumple 3 funciones en la sociedad actual: descanso que libera de la fatiga, diversión que libera de la monotonía y desarrollo de la personalidad.
Posiblemente fuera la Almazara Núñez de Prado de Baena (Córdoba) la primera que abrió de par en par sus puertas a la cultura oleícola y a los primeros visitantes. Después han surgido infinidad de ejemplos, destacando las almazaras de Oleícola San Francisco en Begijar (Jaén), Cortijo Espíritu Santo en Úbeda (Jaén), Oro de Bailen en Villanueva de la Reina (Jaén), Picualia en Bailén (Jaén), Basilippo en el Viso del Alcor (Sevilla), Hacienda Guzmán en la Rinconada (Sevilla), Molino del Hortelano en Casabermeja (Málaga), Almazara Juan Colín en Montilla (Córdoba), Oro del Desierto en Tabernas (Almería), Hacienda de Queiles en Tudela (Navarra), Señorío de Relleu (Alicante), etc. Otros proyectos como Aceites Vizcantar de Priego de Córdoba, Pópulo Servicios Turísticos en Baeza (Jaén), la Red Olearum de Museos del Aceite en España, el Centro de Interpretación Olivar y Aceite de Úbeda (Jaén) o Turismo y Aceite en Priego de Córdoba, hacen un magnífico enfoque de lo que debe ser un proyecto de oleoturismo con éxito. Las iniciativas son muchas e interesantes.
¿Necesita el negocio del aceite de oliva del turismo o viceversa?
El oleoturismo supone un complemento a la oferta turística y las rentas locales, a la vez que es una nueva alternativa para el sector que vive de la aceituna, buscando sacar una ‘segunda cosecha’ que permita tener una fuente de ingresos comedida cuando no sea temporada.
Creo que son perfectamente complementarios, al igual que el enoturismo. Los enamorados del vino pre-
paran sus viajes y la mayoría de las veces los hacen coincidir con zonas productoras, bodegas, ferias, catas, etc. Esto es lo que debemos conseguir, un oleoturista pseudoprofesional que antes de realizar un viaje piense qué almazaras, museos, monumentos, olivares o restaurantes vinculados al aceite de oliva virgen extra, puede visitar.
Las almazaras deben convertirse en referentes de productos turísticos, gestionando y canalizando la oferta de actividades: rutas guiadas, degustaciones, artesanía, participación en las labores de cultivo, primera transformación en almazaras, etc.
Pueden aprovechar la estructura organizativa existente y prestar mayores y mejores servicios a los clientes, al tiempo que les proporcionan una renta complementaria.
Es su opinión, entre las múltiples actividades posibles, ¿cuáles tienen mejor aceptación?
En cada proyecto de oleoturismo pueden funcionar unas mejor que otras dependiendo de donde se realicen y atendiendo a las posibilidades de cada proyecto. No todo el mundo dispone de las mismas instalaciones e inquietudes.
Son imprescindibles las visitas al campo para conocer el olivar y tener un contacto directo con el entorno y el medio ambiente. También es vital realizar un taller de iniciación a la cata para conocer las virtudes y defectos del zumo de aceituna. Es necesaria una visita guiada por las instalaciones para saber las fortalezas y debilidades del proceso de elaboración.
Aunque últimamente, los turistas demandan actividades basadas en las experiencias, como intervenir en las tareas de recolección de aceitunas (vareo, ordeño, etc.), participar en actividades vinculadas con la gastronomía (desayunos, aperitivos, almuerzos, etc.) o participar en una jornada de puertas abiertas con los primeros AOVEs de la campaña.
Es importantísimo disponer de contactos con restauradores, hosteleros, artesanos u otras empresas gastronómicas locales que puedan colaborar en un momento dado en los paquetes oleoturísticos ofreciendo menús, pernoctaciones, visitas guiadas a otras empresas, etc.
No olvidemos que a través del AOVE, las empresas del sector podrán crear una imagen de identidad, innovación y establecer una conexión directa con los consumidores. En este sentido, el oleoturismo proporciona un magnífico lugar para resaltar los atributos y valores de nuestra marca, resta estacionalidad a la campaña, puede influir en las percepciones de los consumidores fidelizándolos a nuestro aove y como no, puede asegurarnos unos mayores beneficios en las ventas. Pero para ello, debemos partir y creer en la calidad, en la profesionalidad y en la formación para transmitirlo lo mejor posible.