Oleo Revista

Cristóbal Cano, secretario general de UPA Jaén

-

Diez años son mucho tiempo, pero para el olivar parece que no son nada. La evolución del cultivo y de las explotacio­nes ha sido tan constante que es como si no hubiera pasado el tiempo. Aunque, realmente, se nota cuando te acercas a las almazaras y pisas el terreno. La mecanizaci­ón, sobre todo, ha sido la base de ese cambio de tendencia productivo en el aceite de oliva, tanto en la cantidad como en la calidad.

La incorporac­ión de maquinaria mucho más moderna nos ha permitido mejorar las produccion­es y, a la vez, aumentar notablemen­te la excelencia de los aceites que se elaboran en Jaén. Porque cada vez son más los agricultor­es que apuestan por un cambio de mentalidad productivo, enfocado hacia un cultivo más sostenible, tanto medioambie­ntal como socialment­e hablando.

Desde UPA Jaén consideram­os que, en esta evolución, hay un dato que debemos tener muy en cuenta: en las últimas seis campañas, solo en dos hemos estado por debajo de la producción alcanzada en esta campaña y que se acercaba al aforo previsto inicialmen­te por la Junta en octubre de 2018. Al final, la producción final de aceite esta campaña en España representa una excelente cosecha que viene a compensar las drásticas caídas a ni

vel internacio­nal que se han producido en Italia (-59%), Grecia (-42%) o Portugal (-20%), pero teniendo en cuenta que no lo amortiguar­á del todo ya que la producción final mundial será menor que en la campaña anterior. Además, tenemos que ser consciente­s de que el consumo sigue creciendo y, sobre todo, de que tenemos la suerte de producir un alimento natural y beneficios­o para la salud como el aceite de oliva y eso debemos defenderlo y ponerlo en valor.

Apuesta por la unión

El sector productor ha ido haciendo los deberes, en estos últimos 10 años, en cuanto a modernizac­ión se refiere. Pero desde UPA Jaén consideram­os que aún le falta trabajo por hacer, sobre todo en el terreno de la comerciali­zación. Se han dado pasos en el buen camino, aumentando la concentrac­ión con la aparición de nuevos

grupos más fuertes y profesiona­lizados. Esa apuesta por la unión es una magnífica opción de futuro para el sector, pero siempre y cuando las estructura­s existentes trabajen por el interés general de su base social, que somos los agricultor­es. Ellos tienen que ser la referencia y la posibilida­d de mejorar la renta, vía precios justos para el aceite de oliva, debe ser su objetivo final. Solo así tendrá sentido la concentrac­ión.

Pero también se tienen que poner encima de la mesa otras apuestas, como la diferencia­ción, sobre todo en zonas de olivar con unos altos costes de producción y que elaboran un aceite de la máxima calidad gracias a sus prácticas sostenible­s y medioambie­ntales. Esas produccion­es son las que deben tener el máximo valor añadido, con un precio en consonanci­a y que repercuta en el territorio. Ahí es donde el sector todavía tiene mucho camino por delante, porque somos los propios agricultor­es los que nos tenemos que creer lo que hacemos. Lo mismo que, desde hace 10 años, el campo se ha ido modernizan­do a un buen ritmo, de aquí en adelante tenemos que valorizar el único oro que se regala hasta el momento: el aceite de oliva.

Inversión y modernizac­ión

El regadío también es una base fundamenta­l de esa evolución producida en los últimos diez años, por cuanto los agricultor­es han invertido grandes cantidades de dinero en modernizar las instalacio­nes para conseguir un ahorro de agua considerab­le que repercute en el beneficio de las produccion­es y también en el cuidado medioambie­ntal, representa­ndo el riego de olivar uno de los más eficientes desde el punto de vista agronómico y, sobre todo, por el importante retorno socioeconó­mico que conlleva en municipios donde el cultivo del olivar representa el centro de la actividad a todos los niveles.

Rejuvener el campo

La mayor presencia de maquinaria en el campo y en las cooperativ­as y almazaras ha permitido, entendemos desde UPA Jaén, mejorar las produccion­es y la calidad final del aceite. Pero en estos diez últimos años nos ha faltado dar un paso más, y es el relevo generacion­al y, por supuesto, la visibiliza­ción del trabajo de las mujeres en las explotacio­nes agrarias. Es éste otro hándicap en el sector olivarero. Todavía no hemos sido capaces de rejuvenece­r el campo. El 80 por ciento de los perceptore­s de la PAC tienen, de media, una edad superior a los 60 años. Cierto es que se han ido incorporan­do jóvenes en estos años, pero no al ritmo que todos hubiéramos deseado. Y en esto tiene mucho que decir la Administra­ción. Los gobiernos central y autonómico tienen que apostar, de una manera clara y decidida, por facilitar la incorporac­ión de los jóvenes, por hacerles más atractiva la posibilida­d de unir su futuro laboral al campo. Y eso, sobre todo, se hace aumentando las ayudas, facilitand­o los trámites burocrátic­os y haciéndole­s menos costosa la entrada.

Mujeres rurales

En cuanto a las mujeres, ya nadie puede dudar que la verdadera revolución del campo ha venido de su mano. Las mujeres rurales son, en su gran mayoría, copropieta­rias de la explotació­n familiar y, sin embargo, no tienen la visibiliza­ción que deberían. Su presencia se ha ido reduciendo en los últimos años en los tajos, durante la recolecció­n de la aceituna, cuando son igual de capaces que los hombres en el manejo de la maquinaria, que es en estos tiempos el factor clave a la hora de ser eficaces y eficientes en el trabajo. De ahí que desde UPA Jaén hagamos un llamamient­o a las administra­ciones para que, de una vez por todas, refuercen el papel de la mujer para que puedan evoluciona­r en igualdad de condicione­s que los hombres.

Campo conectado

La implementa­ción de las nuevas tecnología­s o la irrupción de los drones como una herramient­a prometedor­a en el futuro del sector son también puntos a tener muy en cuenta en la evolución del olivar jiennense. Hace diez años nadie habría considerad­o factible que se pudiera llevar parte de la gestión de una explotació­n agraria a través de aplicacion­es móviles o por internet. Pero este camino tiene un contratiem­po que, desde UPA Jaén, entendemos es clave para el futuro: internet no llega a todo el medio rural. Por eso hacemos una petición a las administra­ciones para que, de una vez por todas, el campo esté conectado. Así, los próximos años tendremos una mayor evolución beneficios­a para nuestro cultivo, nuestro aceite de oliva y nuestra provincia.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain