Entrevista a Francisco Reyes Martínez, Presidente de la Diputación Provincial de Jaén
Al finales del pasado año se cumplieron 10 años de la puesta en marcha de la extensión de la norma, a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. Dicha organización, responde a un modelo que sirve de instrumento para la promoción y divulgación de los Aceites de Oliva de España, con resultados a lo largo de estos años muy satisfactorios para el sector. Su presidente, Pedro Barato Triguero, desde su fundación en 2003, charla con Óleo en una entrevista con motivo de este aniversario, y nos habla del sector y su evolución.
“LO QUE EN SU MOMENTO ALGUNOS PUDIERON CALIFICAR COMO “EXPERIMENTO” HOY ES UNA REALIDAD BRILLANTE”
La Interprofesional del Aceite de Oliva, ha cumplido recientemente 10 años desde la puesta en marcha de la primera extensión de la norma. Los objetivos definidos se encuentran muy consolidados, ¿Cómo ha sido la evolución en este tiempo?
Sólo ahora, cuando han pasado diez años, somos conscientes de la trascendencia de la apuesta que el sector realizó en 2008. Lo que en su momento algunos pudieron calificar como “experimento” hoy es una realidad brillante. Y lo más sorprendente de todo es que fue un proyecto que demostró una sorprendente madurez desde el principio. Verá, si repasa la redacción de la primera extensión de norma y la última, la que entró en vigor en 2014, verá que apenas se han introducido algunos cambios menores en el texto, que no afecta a la filosofía de la norma. Eso demuestra que se hizo un trabajo muy sólido antes de ponernos a trabajar. De ese proyecto quedan los cimientos y por supuesto el mandato que el sector hizo a ese instrumento de mejora: “vender más y mejor nuestro aceite por todo el mundo”. Pero a la vez, hemos sabido ser los suficientemente flexibles como para ir adaptando la Interprofesional y su trabajo a los requerimientos del propio sector y de los mercados a lo largo de estos años. De hecho, creo que ahí radica el gran éxito de este proyecto.
Representar a todos los eslabones de la cadena puede tener su pros y contras, ¿cómo se gestiona los posibles conflictos de intereses dentro de la Interprofesional?
A lo largo de estos años mucha gente me ha pregunta de cuál de los logros de la Interprofesional me siento más orgulloso. Y lo tengo muy claro: la unión de todos los eslabones de la cadena de la producción y la comercialización de los aceites de oliva. Eso denota la madurez que ha alcanzado nuestro sector en los últimos años. Hemos sido capaces de identificar una serie de objetivos estratégicos que todos compartimos y ponernos a trabajar para alcanzarlos. Eso no significa que cada una de las organizaciones que estamos integradas en la Interprofesional hayamos renunciado a nuestra particular visión del sector y sus necesidades. Más bien hemos aprendido a encontrar los puntos en común que todos compartimos y, a partir de ahí, ponernos a trabajar. De otra forma hubiera sido imposible haber llegado hasta aquí. De todos modos, si lo piensa, todo es más sencillo de lo que pueda parecer en un principio. ¿Quién puede discutir una estrategia que trata de potenciar un aumento de la demanda que lleve aparejado un mayor valor para este alimento?
La promoción del Aceite de Oliva, es uno de los objetivos principales de la organización. Las estrategias han ido cambiando y sofisticándose, ¿También hay una evolución en los resultados perseguidos?
Cuando en 2009 lanzamos nuestras primeras campañas de promoción, el objetivo fundamental era generar más demanda de los aceites de oliva en todo el mundo. Lo que buscábamos, fundamentalmente, era encontrar salida a la cada vez mayor oferta de aceites de nuestros olivares, que culminó en la campaña récord de 2013/14. Era lógico que nos marcáramos ese objetivo primordial. El sector tenía miedo de gestionar grandes cantidades de aceites, sin un destino claro. Pero, con el tiempo, hemos visto que ese miedo era infundado. El mejor ejemplo lo tenemos precisamente en la campaña a la que antes me refería. Es cierto que rozamos los 1,8 millones de toneladas, pero al mismo tiempo logramos vender una cifra récord de aceites de oliva en todo el mundo. De hecho, las exportaciones superaron los 1,1 millones de toneladas. Ahí nos dimos cuenta que la lucha por incrementar la demanda no debía eclipsar el trabajo para valorizar España como referencia mundial en los aceites de oliva. A partir de ahí, reforzamos nuestra estrategia, empezando por la creación de la marca de promoción global Aceites de Oliva de España que fuera hilo conductor de todas nuestras campañas desde entonces. Ahora, nuestra marca y la filosofía de nuestras acciones promocionales son identificables en cualquier rincón del globo.
El sector del aceite de oliva, poco a poco ha ido profesionalizándose ¿Qué papel ha jugado la Interprofesional en este aspecto?
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español es un instrumento al servicio del sector. En ese sentido, no deja de ser un reflejo de cómo somos en realidad todos los que formamos parte de esta industria. Y lo cierto es que nuestros agricultores, cooperativas e industrias han vivido una auténtica revolución en las últimas décadas. Una revolución que se ha dejado notar especialmente en el alto nivel de formación de los profesionales que ahora llevan el peso de este sector. Son esos nuevos profesionales los que de verdad están sabiendo aprovechar todo lo que la Interprofesional es capaz de dar. Porque no debemos olvidar que la Interprofesional apoya a un sector, que cuenta con un tejido profesional y empresarial capaz de rentabilizar todo este trabajo.
Vinculado al campo de toda la vida, no solo preside la Interprofesional sino que es también presidente de Asaja. Desde su punto de vista, después de la crisis ¿España es consciente de la necesidad de un sector primario fuerte? ¿Qué peso tiene?
La crisis ayudó a poner en valor la importancia del sector agroalimentario en nuestro país. Durante la fase más aguda de la depresión, el sector agro fue el que apuntaló las cifras de exportación de nuestro país, el que mantuvo el empleo, pagó puntualmente sus créditos y evitó que muchas zonas rurales se desangraran. Esa realidad está ahí. Demostramos que cuando negocios de relumbrón como el del automóvil, la banca o la construcción flaquean, el agro seguía siendo un valor seguro. Le recuerdo que hay pocos negocios más internacionalizados como el del aceite de oliva que exporta a más de 170 países. Y no es el único, tenemos el porcino, el vino, las frutas y verduras, etc.
“¿QUIÉN PUEDE DISCUTIR UNA ESTRATEGIA QUE TRATA DE POTENCIAR UN AUMENTO DE LA DEMANDA QUE LLEVE APAREJADO UN MAYOR VALOR PARA ESTE ALIMENTO?”
La campaña en curso está siendo bastante complicada debido a un descenso fuerte en precios, pero a pesar de ello todos los factores nos favorecen para una comercialización elevada, desde su punto de vista ¿qué elementos son los que están generando este desequilibrio?
El problema, desde mi punto de vista, es que nadie parecía estar listo para asumir una campaña tan rápida y abundante como la que hemos tenido este año. No sólo hemos producido aceite en una cifra cercana al récord de la 2013/14 sino que lo hemos hecho en un tiempo récord. En sólo dos meses produjimos 1,3 millones de toneladas de aceites de oliva, prácticamente la misma cantidad que la obtenida en 7 meses de la pasada campaña. Eso ha generado un problema logístico importante a las almazaras y, de paso, ha generado una sensación de que sobra aceite. Y lo cierto es que no es así. El COI estima que la producción mundial se puede reducir en torno a un 5% este año. Sólo España está en condiciones de abastecer los mercados mundiales ante las malas cosechas que se han producido en Italia, Grecia, Túnez o Portugal. De hecho, estamos viendo como las exportaciones están aumentando a un buen ritmo. Por eso confiamos en que las cotizaciones se normalicen en breve.
¿Es necesaria una mayor regulación del mercado?
El sector y las distintas administraciones estamos constantemente analizando cómo se comportan los mercados y que mejoras podemos hacer en su regulación. Pero más allá de eso, yo creo que tenemos que saber aprovechar al máximo todas las posibilidades, gracias a instrumentos como la Interprofesional del Aceite de Oliva Español. En una década hemos visto como las exportaciones prácticamente se multiplicaban por dos. Años en los que hemos logrado el liderazgo en mercados tan emblemáticos como Estados Unidos y Japón. Y sobre todo, hemos conseguido que España se convierta en el referente de este alimento para buena parte de los consumidores mundiales. Tenemos que seguir trabajando en esta línea.
Por último, ¿cuáles son los objetivos para 2019?
En 2019 vamos a centrarnos en la que quizás sea la mayor debilidad del sector en estos momentos, el descenso del consumo en nuestro país. Tenemos serias dificultades para alcanzar el medio millón de toneladas, cuando a principios de siglo llegamos a superar con holgura las 600.000 toneladas. Es cierto que en medio hemos sufrido una profundísima crisis y que en los últimos años las cotizaciones se han mostrado muy sólidas. Pero lo que tenemos claro es que el nivel de precios explica por sí solo de que algunos consumidores hayan disminuido el consumo de nuestro alimento. Estamos viendo que los hábitos de consumo están cambiando. Los jóvenes cocinan cada vez menos, y por lo tanto tienen menos oportunidad para utilizar nuestros aceites. Por esa razón durante este año vamos a lanzar una potentísima campaña de promoción con la intención de rejuvenecer el perfil del consumidor e incentivar el consumo. Tenemos que llegar a un nuevo público y fidelizarlo. El reto es muy importante.
“DEMOSTRAMOS QUE CUANDO NEGOCIOS DE RELUMBRÓN COMO EL DEL AUTOMÓVIL, LA BANCA O LA CONSTRUCCIÓN FLAQUEAN, EL AGRO SEGUÍA SIENDO UN VALOR SEGURO”