Ventajas competitivas en la apuesta por las cadenas de valor
El término "emprendimiento" forma parte de nuestro vocabulario y de nuestra forma de entender el nuevo entramado empresarial de nuestro país. En estos momentos, en esta etapa post-crisis se ha podido comprobar la necesidad de ofrecer apoyos a todos aquellos/ as que identifican una oportunidad de negocio o de mejora social, generalmente innovadora y que asume todas las estrategias para llevarla a cabo. El campo, el sector oleícola es uno más donde las ideas y las nuevas formas de hacer están surgiendo, y Andalucía Emprende se convierte en el instrumento de apoyo a todos aquellos interesados en "innovar" para evolucionar hacia un modelo de sociedad más sano.
El olivar andaluz se enfrenta en la actualidad a uno de los mayores retos de las últimas décadas: la rentabilidad de las explotaciones. Los notables esfuerzos realizados por el sector, como han sido la transformación de secano a regadío, la gestión integrada de plagas, el aumento de la mecanización en algunas operaciones de cultivo o la mejora en la comercialización del aceite, no han sido suficientes para garantizar su rentabilidad. Si a esto le sumamos el envejecimiento y el desequilibrio demográfico existentes en el medio rural, que producen un escaso relevo generacional en las explotaciones olivareras, el reto es aún mayor.
En ese contexto, Andalucía Emprende, como instrumento del Gobierno andaluz destinado a fomentar la cultura y la actividad emprendedora y empresarial, mediante la prestación de un servicio integral de apoyo al emprendimiento, al trabajo autónomo y a la consolidación de empresas, ha apoyado a los productores olivareros en las estrategias que han seguido, bien para reducir costes o bien para añadir valor y diferenciación a su producto. Los mayores esfuerzos se han concentrado, por un lado, en ayudarles en la búsqueda de vías de financiación, tanto pública como privada, para poder acometer las inversiones en equipos y maquinaria que han permitido el aumento de la mecanización de las explotaciones y, en segundo lugar, en una labor de información y difusión de iniciativas que permiten la reducción de costes, como es el caso del uso de tecnología de precisión aplicada al cultivo del olivo, la búsqueda de fórmulas de cooperación entre olivicultores que reduzcan los problemas de rentabilidad por el escaso tamaño de sus parcelas o la racionalización de la gestión empresarial mediante acciones formativas dirigidas a jóvenes que se van a incorporar a la actividad olivarera.
Diferenciación del producto
En cuanto a las estrategias de diferenciación del producto, Andalucía Emprende apoya a los olivicultores introduciendo modelos de negocio que contemplen atributos ligados a la calidad (producción integrada, producción ecológica, denominaciones de origen protegidas…), colaborando en la búsqueda de financiación para la implantación de sistemas de calidad y mediante actuaciones de formación e información donde se traslada a los olivicultores la importancia de la diferenciación del producto.
Cadenas de valor
Además de estas estrategias, en los últimos años, están surgiendo otro tipo de actividades alrededor del sector del olivar que han permitido, mediante la diversifi
ANDALUCÍA EMPRENDE HA APOYADO A LOS PRODUCTORES OLIVAREROS EN LAS ESTRATEGIAS QUE HAN SEGUIDO, BIEN PARA REDUCIR COSTES O BIEN PARA AÑADIR VALOR Y DIFERENCIACIÓN A SU PRODUCTO
cación, la aparición de nuevos actores que, atraídos por el incremento en la demanda de productos relacionados con el olivar, están generando nuevas cadenas de valor. Es el caso de ‘Agrosecurity’, proyecto de dos jóvenes jiennenses, Ricardo Antonio Cárdenas —abogado— y Antonio Javier Berrio —agricultor— que han patentado un sistema de seguridad antirrobo y trazabilidad agrícola. El invento consiste en aceitunas señuelo, es decir, elementos que parecen que son el fruto del olivo, pero se trata de un sistema de seguridad que permite frenar los robos de aceituna y que los agricultores recuperen el fruto en el caso de que se produzcan.
Otra muestra de empresarios innovadores en este terreno son Joaquín Claramunt e Inés Moreno, que dirigen la empresa familiar ‘Olivar de la Monja’, apoyada por el Centro Andaluz de Emprendimiento que Andalucía Emprende tiene en la localidad jiennense de Baeza. Esta empresa es productora, con envasado propio, de AOVE de alta gama a base de frutos de cuatro variedades diferentes: picual, arbequina, frantoio, de origen italiano, y koroneiki, variedad procedente de Grecia. ‘Olivar de la Monja’ ha comenzado un proceso de internacionalización, sin olvidar el mercado nacional, donde ha situado sus AOVE personalizados en lugares cada vez más selectos como la famosa ‘Pastelería Mallorca’ en Madrid, gracias a una comercialización que utiliza novedades como la degustación gastronómica o el showcooking para la búsqueda y captación de clientes. Asimismo, la empresa ha realizado
innovaciones elaborando con aceite de oliva virgen extra productos alimentarios como mahonesa, gominolas o piedras de chocolate.
Ventajas competitivas
Otro ejemplo más de esta estrategia diversificadora es ‘Roque Iniciativas’ con su marca comercial ‘Agua de Olivo’, una empresa que produce y comercializa bebidas de extracto acuoso de hojas de olivo, listas para consumir. Se trata de un producto totalmente exclusivo, que es fruto de un trabajo de innovación desarrollado junto a la Universidad de Córdoba. Su gran ventaja competitiva reside en los altos componentes saludables de la hoja de olivo, que se trasladan de forma íntegra al producto y
OTRO EJEMPLO MÁS DE ESTA ESTRATEGIA DIVERSIFICADORA ES ‘ROQUE INICIATIVAS’ CON SU MARCA COMERCIAL ‘AGUA DE OLIVO’, UNA EMPRESA QUE PRODUCE Y COMERCIALIZA BEBIDAS DE EXTRACTO ACUOSO DE HOJAS DE OLIVO
LA APARICIÓN DE NUEVOS ACTORES QUE, ATRAÍDOS POR EL INCREMENTO EN LA DEMANDA DE PRODUCTOS RELACIONADOS CON EL OLIVAR, ESTÁN GENERANDO NUEVAS CADENAS DE VALOR
que están avalados por numerosos estudios científicos. Nos contaba hace unos días su promotor que la puesta en marcha de este innovador proyecto ha llevado consigo un análisis del mercado y una adaptación a las necesidades reales del consumidor para poder ser viables, ya que lo realmente saludable les resultaba complicado venderlo. Y es así de cierto, ya que la incorporación de todo este tipo de elementos innovadores exigen un esfuerzo adicional para comprender las necesidades del consumidor, sus expectativas y la adaptación a las particularidades culturales y de cada uno de los mercados.
Estos ejemplos son sólo una pequeña muestra del talento emprendedor con el que cuenta este sector tan importante para la economía andaluza, por su capacidad de generar riqueza y empleo. Por eso, desde Andalucía Emprende, seguiremos apoyándolo e impulsándolo para que sigan creciendo, aportando valor y distinguiendo el enorme potencial del tejido productivo con el que cuenta Andalucía.