Entrevista Helena Cifre, coordinadora de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (SEAE)
La agricultura constituye un sector estratégico, que aporta un gran valor económico, social, territorial y medioambiental. En 2019, el 11,9 % del empleo total en España correspondía al sector agrario, con un fuerte componente productivo y competitivo a nivel europeo. Ambos factores se basan en la progresivamente profesionalización del sector y que necesitan de herramientas formativas para avanzar hacia modelos eficientes y donde el uso de la tecnología van a jugar un papel clave. Óleo entrevista a Lola Gallego Cruz, responsable Dpto. Formación y Eventos de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha para hablar de la formación profesional y continua en el entorno cooperativo. Fotos: Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha
Desde vuestro punto de vista, ¿qué papel juega la formación profesional en el sector agro-alimentario?, ¿en qué año empezasteis vuestro programa formativo? Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha comenzó a trabajar en formación en 1991, durante estos 30 años la evolución de nuestra actividad en este ámbito ha sido cuantitativa y cualitativamente importante y su repercusión en el sector ha sido muy positiva. Estamos convencidos de que este es el camino para afrontar los retos presentes y futuros, ayudamos a las cooperativas agroalimentarias a ser más competitivas.
La formación continua es la herramienta necesaria para que cualquier persona mejore y actualice su cualificación, adecuando sus competencias a los requerimientos del sector. Los cambios en el entorno socio-económico implican cambios en el ámbito laboral que hay que afrontar con información y formación sobre las áreas de conocimiento que nos resultan imprescindibles para hacer mejor nuestro trabajo.
¿Cómo ha evolucionado el perfil de los alumnos? , y ¿con qué base de conocimiento acceden a la formación?
Cooperativas dispone de programas de formación dirigidos a los “colectivos estratégicos” para nuestra organización, teniendo en cuenta el papel que juegan en las cooperativas. Diseñamos actuaciones específicas para miembros de consejos rectores, jóvenes, mujeres y personal técnico de cooperativas; perfiles diferentes, con necesidades diferentes, a los que ofrecemos formación adecuada en función de sus demandas.
En términos generales, la evolución en los perfiles tiene como común denominador una actitud más abierta hacia los procesos de formación y aprendizaje, y un enfoque hacia la diversificación y la innovación.
¿Qué contenidos han sido los que han marcado un antes y después en vuestros programas?
Del mismo modo que identificamos “colectivos estratégicos”, identificamos “contenidos estratégicos”, áreas de conocimiento y habilidades que realmente marcan un antes y un después en la forma de pensar y actuar de las personas, influyendo esos cambios en los entornos en los que desarrollan su actividad. Todo esto, consigue “mejoras” que se van acumulando y extendiendo, generando culturas de trabajo orientadas hacia el avance de la competitividad empresarial, como objetivo marco del proceso de formación.
Concretando más, la formación de más impacto ha venido de la mano de los programas de formación, especializados en áreas de gestión cooperativa y empresarial: Retos del sector, planificación estratégica, habilidades directivas, marco jurídico, gestión económica, situación sectorial, marketing digital, internacionalización, igualdad de oportunidades, relevo generacional, sostenibilidad y nuevas tecnologías, entre otros, que nos sirven para ofrecer una panorámica actualizada y real del sector en el que desarrollan su actividad nuestras empresas cooperativas.
Actualmente, ¿qué niveles formativos estáis impartiendo en el sector agro en la formación no reglada? ¿y en formación especializada?
En el ámbito de la formación dirigida a agricultores y agricultoras, jóvenes, estamos ofreciendo el itinerario formativo dirigido a la INCORPORACIÓN A LA EMPRESA AGRARIA, formación necesaria para los jóvenes que quieran dedicarse profesionalmente a la agricultura en el marco de las ayudas contempladas en el PDR para tal fin. El programa completo tiene 150 horas de duración, reguladas por la normativa de la Consejería de Agricultura, Agua y D. Rural de Castilla-La Mancha y, qué dadas las circunstancias sanitarias, se está impartiendo en modalidad online, facilitando el acceso a la formación de personas de distintos puntos de la región. También hemos arrancado 2021 ofreciendo formación en GESTIÓN DE TIERRAS, FITOSANITARIOS y AGRICULTURA ECOLÓGICA dirigidas al colectivo de agricultores y agricultoras.
Dirigida a miembros de consejos rectores continuamos con nuestro programa de formación sobre MEJORA DE LA COMPETITIVIDAD EMPRESARIAL, subvencionado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el que se enmarcan actuaciones específicas para jóvenes y mujeres.
Asimismo, para el personal técnico de cooperativas estamos ofreciendo en el Plan de Formación 2021, formación especializada en GESTIÓN ECONÓMICA, HABILIDADES DIRECTIVAS, IFS, DIGITALIZACIÓN, AYUDAS PAC, ETIQUETADO y PRL, entre otros. Además de los cursos que se imparten en modalidad presencial, contamos con aula virtual y teleformación; todo ello, depende de los contenidos y de la situación sanitaria de cada territorio.
En la actualidad, ¿cuál sería el trayecto formativo adecuado para los jóvenes interesados en tener su propia explotación agro-ganadera? ¿podemos hablar de formación subvencionada?
El itinerario formativo de partida para los jóvenes que quieran establecerse como empresarios agrícolas sería el de INCORPORACIÓN A LA EMPRESA AGRARIA, formación que los jóvenes podrán ir completando con la oferta de cursos en capacitación agraria y empresarial que Cooperativas dirige a este colectivo. Nuestra organización ofrece formación subvencionada enmarcada en convocatorias procedentes de distintas administraciones a nivel autonómico, estatal y comunitario.
Y en el sector del olivar, ¿cuál ha sido la evolución de la demanda?, y ¿qué papel están jugando las nuevas tecnologías?
A nivel de producción, la demanda ha respondido a la modernización de las explotaciones de olivar y a la orientación hacia la recolección mecanizada. También hemos trabajado en formación técnica para almazareros y en cata de aceite.
Las nuevas tecnologías son desde hace algunos años protagonistas del cambio en todos los sectores productivos y también en el agroalimentario, en el que se están introduciendo en todos los procesos.
Desde vuestro punto de vista, ¿qué ventajas e inconvenientes tiene la formación online?, y ¿qué peso en vuestro programa tiene cada uno de los formatos?
La formación online ha sido impulsada por la pandemia que ha venido a darle el empujón que hacía falta para extenderla de forma generalizada. Hemos venido utilizando el “Aula Virtual” como formato de formación online donde hemos podido compartir espacio en tiempo real con docentes y alumnado, acercándonos mucho a la formación presencial convencional.
En mi opinión, la principal ventaja de la formación online, la teleformación, es la autonomía a la hora de realizar cursos en cuanto a la gestión de los contenidos y de los tiempos, sin moverte de casa. Y como punto débil, señalaría la falta de contacto presencial donde se echa de menos el refuerzo que ejerce el grupo.
Lo importante es disponer de opciones diferentes y poder elegir el formato más adecuado en cada caso. En 2020, debido a la pandemia, Cooperativas ha pasado de realizar un 85% de formación presencial - 15% de formación online, a realizar un 59% de presencial frente al 41% de online (aula virtual, seminarios web y teleformación).
Objetivos de cursos y número de alumnos para 2021.
Durante 2021 seguimos apostando por la formación dirigida a jóvenes y mujeres para propiciar el relevo generacional, promover su incorporación a los órganos de dirección de las cooperativas, y luchar contra el despoblamiento, haciendo hincapié en áreas que faciliten la permanencia de nuestros jóvenes en el sector como la gestión de tierras, la innovación, digitalización y sostenibilidad.