Fenología de floración en ‘Arbequina’ en condiciones subtropicales
El cultivo del olivar hace tiempo que dejo ser exclusivo del Mediterráneo. Según los últimos datos proporcionados por Juan Vilar Consultores Estratégicos, actualmente se produce aceite de oliva en 64 países en los 5 continentes, y en los mismos se está produciendo una revolución en la búsqueda de una mayor eficiencia en su cultivo. Lo mismo ocurre en España, donde zonas con características climatológicas diferentes a la cuenca mediterránea se está empezando a implementar su cultivo. Les hablamos de las Islas Canarias, mas concretamente de Tenerife.
M.G. Medina1, L. León2, I. Lorite2, R. de la Rosa2 1Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural, Cabildo Insular de Tenerife, Ctra. Los Roques nº21, 38570 Fasnia, S/C de Tenerife, Spain. 2Centro IFAPA “Alameda del Obispo”, Avda. Menéndez Pidal s/n, 14004 Córdoba, Spain.
Actualmente, el cultivo del olivo se está expandiendo a nuevas zonas climáticas diferentes a la Cuenca del Mediterráneo. Un ejemplo es el desarrollo del cultivo del olivo en las Islas Canarias, que se caracterizan por tener un clima subtropical con temperaturas invernales suaves, poca oscilación térmica anual y baja precipitación. En estas condiciones, el olivo presenta floraciones muy largas, asincronía en la floración e incluso, varias floraciones al año. Esto ocasiona madurez irregular de los frutos, incremento del número de tratamientos fitosanitarios, falta de cuajado y, en definitiva, menor producción como también se ha descrito para otros frutales templados en Canarias (Velázquez et al., 2015). Por otro lado, el estudio del comportamiento del olivo en condiciones de ausencia de frío invernal puede anticipar las consecuencias futuras que en este cultivo tendrá el calentamiento global (Aguilera et al., 2013).
Por todo ello, se hace necesario estudiar la fenología de floración y los factores que influyen en ella en ‘Arbequina’, variedad mayoritaria en la Isla y de gran expansión en las nuevas zonas olivareras.
LAS FINCAS
Para este estudio se eligieron 3 fincas, situadas en el sureste de la isla de Tenerife. El relieve escarpado de la isla con fuertes pendientes configura pisos bioclimáticos distribuidos en altitud, por lo que, las parcelas elegidas se sitúan a diferente altitud dentro del mismo Término Municipal de Arico: Canales Altas (630 msnm), El Viso (410 msnm) y Los Tomillos (200 msnm).
Se determinaron los períodos de floración para ‘Arbequina’ en los años 2016, 2017 y 2018, realizando observaciones semanales a cuatro ejemplares en cada finca que presentaban misma edad, similar volumen de copa y diámetro de tronco y floración significativa, anotando los estados fenológicos más adelantado, más habitual y más retrasado empleando para ello la adaptación del código BBCH para olivo de Sanz-Cortés et al. (2002). El seguimiento se inició cada año desde que se observaban las primeras yemas hinchadas (53) hasta que el estado más habitual era el cuajado de frutos (69).
Los datos climáticos se obtuvieron de estaciones climáticas localizadas en las fincas de estudio tipo Press Instrumental iMetos para Canales Altas y Los Tomillos, mientras que los datos de El Viso se obtuvieron de la estación denominada Abona perteneciente a la Red de Estaciones Agroclimáticas del Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife.
En el análisis de la fenología de floración, se calcularon los siguientes tres parámetros siguiendo la metodología descrita por Rallo et al. (2005) adaptada al código BBCH:
Floración: Período en número de días desde la primera vez que el estado 61 (primera flor abierta) aparece como estado más adelantado hasta la primera vez que el estado 68 (caída de los pétalos) es el estado más común.
Plena floración: Período en número de días desde la primera vez que el estado 61 es el más común hasta la última vez que el estado 65 (plena floración, al menos el 50% de las flores han abierto) es el más común.
Fecha de plena floración: La fecha media dentro del período de plena floración y que se expresa en día del año (DOY).
En las condiciones de la costa y medianías del sureste de la isla de Tenerife, donde se desarrolló el estudio, las temperaturas mínimas no llegan a situarse por debajo de los 6ºC y máximas que en muy pocas ocasiones superan los 40ºC, con temperaturas medias siempre superiores a 10ºC. Así, en verano las temperaturas medias oscilan entre los 20 y los 25ºC mientras que, en invierno, las temperaturas se sitúan entre los 12 y los 20ºC. El mes más frío del año es, normalmente, febrero (Fig. nº1).
Comparando estas temperaturas con las registradas para los mismos períodos en tres localidades andaluzas como son Úbeda, Baena y Gibraleón, se observa que los inviernos en éstas son más fríos, con mínimas que se sitúan por debajo de los 5ºC, mientras que en la primavera las temperaturas conocen un rápido incremento.
A pesar de las altas temperaturas invernales de Tenerife, en ninguno de los años estudiados se presentó ausencia de floración en las parcelas de ensayo. Además, en las observaciones de campo realizadas a estas parcelas y otras fincas en estos años y en otros anteriores, nunca ha habido ausencia de floración en ‘Arbequina’, igual a lo descrito por Aybar et al. (2015) en distintas zonas climáticas de Argentina.
En la figura nº2 se recoge la evolución del estado fenológico más común registrado en los años 2016, 2017 y 2018 en las parcelas de estudio. Destaca en estas gráficas que no presentan una línea constante ascendente como la descrita por García-Mozo et al. (2015) para diferentes localidades cordobesas.
Es decir, hay casos (las tres localidades en 2016 y los Tomillos en 2018) donde el estado más común de floración pasa de un estado más avanzado (70) a un estado más retrasado (60). Esto es debido a la sucesión de varias floraciones en un mismo período. Hasta donde sabemos, es la primera vez que se ha realizado un estudio sistemático sobre múltiples floraciones en un mismo año, aunque parece que en Méjico se han observado fenómenos parecidos, también por falta de frío invernal.
Por otro lado, en los tres años estudiados, la floración, fue larga y de lenta evolución, especialmente en Canales Altas y El Viso. Así que, coincidiendo con lo observado por Aybar et al. (2013), los inviernos más cálidos (previstos en el cambio climático) llevarían a un adelanto de la floración y a un retraso del fin de floración (períodos de floración más largos).
Al estudiar el período de floración (Tabla nº1) comprobamos que, en las condiciones del sur de Tenerife, ‘ Arbequina’ llega a alcanzar casi 130 días de duración (Canales Altas en 2016), mientras que en Baena la misma variedad ha tenido un periodo de floración de 16,5 días, existiendo diferencias significativas para este parámetro entre ambas localidades.
En general, el periodo de floración ha sido muy heterogéneo. En algunas campañas, ha diferido en más de 60 días de una parcela a otra (Canales Altas vs. Tomillos año 2016). En algunos años, este período de floración se inicia muy temprano en el año (alrededor del 25 de enero), anterior a cualquiera de las variedades estudiadas por De Melo-Abreu (2004) en la península Ibérica.
En el año 2016, el Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife, en colaboración con el IFAPA Alameda del Obispo de Córdoba ha puesto en marcha un ensayo de variedades en la Isla que permitirá conocer su fenología de floración, así como el patrón de acumulación de aceite de las mismas y su composición. Este ensayo de variedades es similar a los campos de ensayo que posee el IFAPA Alameda del Obispo en Córdoba. En la Figura nº3, se observa que durante el año 2020 algunas variedades presentaron dobles floraciones en la parcela de ensayo de Tenerife, la floración es siempre más larga allí y se inicia mucho antes en el clima subtropical que en condiciones de península.
RESULTADOS
De acuerdo con los resultados obtenidos, se puede concluir que, para las condiciones del sur de Tenerife, con temperaturas invernales suaves, la variedad ‘Arbequina’ siempre ha mostrado floración. Sin embargo, estas condiciones climáticas han provocado una reducción del reposo invernal, un período de floración prolongado, un adelanto de la fecha de plena floración y la aparición de fenómenos de asincronía y de floraciones sucesivas. Por ello, es necesario continuar con los ensayos comparativos de variedades, para determinar aquéllas más adaptadas a la falta de frío invernal y, por tanto, con mejores aptitudes para enfrentarse a los escenarios climáticos previstos para la Cuenca Mediterránea con motivo del calentamiento global.