Finlandia
EN LOS BRAZOS DE LA MADRE NATURALEZA
Es hora de descender bravos y poderosos rápidos, recorrer senderos por bosques boreales y disfrutar de una buena y relajante sauna tradicional… ¿Os imagináis dónde? Sí amigos, acompañadnos a Finlandia en nuestro viaje a los salvajes paisajes del Parque Nacional Oulanka.
AALL PADDLE! La voz del guía retumba en mis oídos mientras intento remar con todas mis fuerzas. A la vez me aseguro de que mis pies estén bien sujetos en la balsa hinchable en la que nos deslizamos por unos rápidos clase III. Hace sólo un día que he llegado al Parque Nacional de Oulanka, y ya estoy metido de lleno en la acción y, desde luego, lo último que quiero es caerme en esta parte del río… Aterrizar en Kuusamo, en la Laponia finlandesa, es como arrullarse en los brazos de la madre naturaleza. Ya desde la ventanilla del avión es fácil que la vista se embelese en el interminable horizonte de bosques boreales y lagos que dan forma a buena parte de la geografía finlandesa. Una mirada que, ya en tierra, continuará fascinada por lo inhóspito de una tierra salvaje en la que nos esperan unas jornadas de acción en forma de rafting y trekking.
Estamos en el Parque Nacional Oulanka, cerca del Círculo Polar Ártico y pegados a la frontera con Rusia, en una zona en la que la taiga se alterna con vastos páramos que los Samis denominan “las tierras inundadas”, y que en junio se cubre de la Zapatilla de Venus, la colorida orquídea que es símbolo del Parque Nacional. Oulanka es un cruce de caminos climático, en el que colisiona el clima ártico con el propio de latitudes más meridionales, lo que logra que la vegetación crezca de forma lozana y abundante. Un paisaje natural en el que habitan y se alimentan especies como el águila real, el urogallo, el oso o el lince. Los ríos en Oulanka son salvajes y poderosos. Sus fuertes corrientes se deslizan por bravos rápidos en los que el agua dibuja caprichosas formas en el aire con sus blancas espumas, y que encuentran numerosas cascadas que pueden llegar hasta los nueve metros de altura. Sí, es un pequeño paraíso para los amantes de los deportes de aguas bravas. En tierra firme, los caminos serpentean entre los prístinos bosques de coníferas, recorriendo el corazón de la Naturaleza salvaje de Finlandia a través de gargantas, lagos, miradores, cascadas, cabañas de madera y antiguos molinos de agua. Para los amantes de la naturaleza además es posible pernoctar en pleno Parque Natural en rústicas cabañas de madera que salpican los caminos, así como en zonas de acampada en las playas de arena de los ríos.