Bravo Juan
En este número de Oxígeno hay un artículo que me hace especial ilusión: la colaboración especial de Juan Menéndez Granados relatando su hazaña de alcanzar el Polo Sur del planeta en mountain bike, solo y en autonomía, convirtiéndose así en la primera persona en lograrlo. Más de 1.100 kilómetros recorridos con su fatbike, 46 días luchando contra el frío, el viento y el whiteout (si no sabéis lo que es, tendréis que leer su artículo), pedaleando contra el cansancio y las peligrosas congelaciones, cargando sus víveres y el equipo mínimo necesario para completar tamaña travesía, arrastrando la pulka y en ocasiones la misma bici cuando tenía que calzarse los esquís.
Y todo, en soledad, solo en el continente más inhóspito de la tierra...
Recuerdo cuando mi compañero Julio Vicioso, director de nuestra revista hermana Bike, me habló de este ciclista asturiano que realizaba
viajes en bici un tanto "especiales". La primera aventura de Juan la publicamos en abril 2010: sus viajes al desierto australiano y al Ártico canadiense, luego nos adentramos con él en la desconocida cordillera de
los Pamires y atravesamos el helado Lago Baikal (premio viaje del año 2010 por la Sociedad Geográfica Española), entremedias nos escribió una práctica guía de cicloturismo, y llegó el día en el que nos anunció su gran
reto -que tengo que reconocer que nos parecía imposible-: alcanzar el Polo Sur en bici. Juan se embarcó entonces en una carrera por conseguir financiación y apoyos, que desgraciadamente no fructificó, y con el viaje ya planificado y el Polo Sur en la mente, en las piernas, y sobre todo en su
corazón, se dijo que no podía abandonar, así que pidió un crédito para realizar la costosa expedición. Y consiguió su sueño: ser el primer hombre
en alcanzar el Polo Sur en bici. Su logro histórico, desgraciadamente, no ha abierto la sección de deportes de los telediarios nacionales, pero a nosotros y toda la gente que le ha seguido y animado en estos 46 días de expedición, nos ha abierto ganas de aventura, y la capacidad de soñar con
que todo es posible si uno pone empeño y corazón. Bravo Juan.