PASOS A SEGUIR
Debes fijar una cuerda homologada y gruesa (por ejemplo semiestática de 10 a 11 mm a un anclaje o conjunto de anclajes muy resistente y que pueda aguantar como mínimo 2.000 kg. En la práctica eso equivale a buscar un árbol bien enraizado, sano y que supere los 30 cm de diámetro, o una roca que supere el metro cúbico de volumen, bien asentada o unida al suelo y que carezca de bordes muy cortantes y que no permita que la cuerda se salga al traccionar de ella. El nudo de ocho es el más indicado.
Te colocas el arnés bien ajustado por encima de las caderas, con la cinta de la cintura correctamente boqueada, y te ajustas el casco, que no se mueva ni quede la cinta de la yugular floja.
Conectas al anillo del arnés una cinta homologada CE (2.200 kg o más) de 60
cm a cuyo extremo superior irá el descensor. También a tu propio anillo añadirás un nudo autobloqueante tipo Prusik o Machard (ver fotos), y si vas a rapelar a menudo mejor un autobloqueante mecánico tipo Shunt de Petzl. Estos autobloqueantes no deben aplastarse con la mano cerrada, sólo empujarse desde arriba o por fuera para facilitar el descenso.
El resto de los consejos sobre descenso y posicionamiento los verás en la ilustración principal de este artículo y en Oxígeno TV. NOTAS IMPORTANTES:
No permitas que haya gente en tu vertical, sobre todo si son niños pequeños.
Busca una roca de limitada longitud (de 10 a 15 m) y tumbada para tus primeras prácticas.
Un talud de tierra o de hierba que por supuesto no tenga bloques peligrosos ni acceso complicado puede venirte también de maravilla.
Evita canteras, puentes de carretera y acantilados.