LAGOS DE MONTAÑA
La aparición de un lago o una laguna en el paisaje bravo y enérgico de las montañas siempre proporciona emociones agradables, una cautivadora sensación de armonía y conexión con la naturaleza libre y salvaje del territorio serrano y las cumbres inalterada
Cinco rutas de montaña articuladas alrededor de un elemento común: la presencia de un lago de montaña. Los Estanys de Peguera, los Ibones de Arriel, la laguna de Uña, las abulenses Lagunas del Trampal, y la de Majalaescoba. Si queréis averiguar dónde están, pasad a esta página.
Visitar un lago de montaña es disfrutar una privilegiada invitación del reino natural a un mundo en miniatura. En cualquier lago, laguna o humedal que conserve suficientes elementos para participar en el dinamismo de los acontecimientos naturales coexisten interesantes formas geológicas, ambientes acuáticos y comunidades animales y vegetales que provocan entusiasmo y fascinación a los observadores y estudiosos de los elementos naturales.
Estanys de Peguera
El único parque nacional de Cataluña reúne más de doscientos lagos y lagunas de montaña en un relieve impresionante donde el agua adquiere un protagonismo especial. La dilatada calidad geológica y forestal de los paisajes de Aigüestortes otorga al espacio protegido unos valores exclusivos y no puede faltar en una selección de rutas montañeras en buscar de seductores lagos de montaña. El ascenso a la Coma de Peguera, el circo glaciar que alberga los lagos o estanys de Peguera, es largo y constante. El recorrido sale de Espot por el trazado del GR-11.2 y supera más de mil metros de desnivel en el torrente del río de Peguera. El primer hito es La Torreta o Torre dels Moros, en la salida del pueblo, cerca del cámping. Las marcas del sendero de gran recorrido siguen un camino forestal hasta la fuente del Sofre y después emprenden una dura ascensión por senderos de montaña entre frondosos pinares y prados de montaña. La senda termina en la pista del Prat de Pierró, a la altura del embalse de Lladres. Todavía quedan trescientos metros de desnivel hasta el refugio JM Blanc, en un paraje de montaña fantástico entre lagos y pinos monumentales. La ascensión puede concluir en el entorno del refugio, visitando los lagos de los alrededores, especialmente el estany Negre, el más grande y profundo del parque nacional, o rodear el estany Trullo antes de bajar a Espot. En otra hora de marcha merece la pena subir al anfiteatro de la Coma de Peguera, tomando un desvío a la derecha en el estany de la Llastra, y visitar el soberbio circo glaciar excavado entre las cumbres de los picos Saburó (2.912 m), Peguera (2.984 m) y Monestero (2.881 m). Primero aparece el estany Gran de Peguera y más arriba la hilera de los Petits de Peguera, la alta montaña pirenaica esencial. La vuelta es por el mismo itinerario. En caso de mal tiempo o emergencia se puede volver por el Prat de Pierró.
Las cordilleras del Valle de Tena, en el Alto Gállego aragonés, figuran entre las montañas pirenaicas más atractivas y frecuentadas por los aficionados a los deportes de montaña en todas las estaciones del año. Un paraje asombroso es el nicho geológico excavado a los pies de la colosal cara oeste del escarpado Balaitus (3.144 m), escondite de los lagos o ibones de Arriel, una de las fuentes del río Aguas Limpias, el primer afluente del río Gállego. El camino sale del aparcamiento del embalse de la Sarra por el trazado del GR-11 hacia el refugio de Respomuso. La vereda es cómoda y panorámica, con la montaña pirenaica alrededor y el rumor del torrente del Aguas Limpias en el ambiente. La senda atraviesa un hayedo y recorre los prados de Plano Cheto, plagados de flores durante el verano. El camino atraviesa el torrente de Arriel y gira a la izquierda en un sendero señalizado que sube a los ibones de Arriel. El primer tramo es duro, después cambia de vertiente por un pedregal empinado que sube a la embocadura del valle glaciar, donde aparece un pequeño embalse y el desvío que lleva a Respomuso en la itinerario de vuelta. El sendero pasa por la orilla del ibón de Arriel Bajo y sube al Arriel Alto, fin de la ascensión. El caminito de montaña continúa hacia la cumbre del Balaitus por la Gran Diagonal. La vuelta sigue el mismo sendero hasta el puente de la presita y gira a la izquierda hacia Respomuso. En caso de mal tiempo seguir el mismo camino de subida. La senda que conecta los ibones de Arriel y Respomuso sigue la construcción de un canal subterráneo sin cambios notables de altitud hasta el paraje de la ermita de las Nieves, mirador del magnífico Circo de Piedrafita y su corte de pirámides pirenaicas. El refugio de Respomuso queda más adelante, fuera del itinerario, aunque se puede visitar en pocos minutos en caso de necesidad. El camino de bajada gira directamente a la derecha por la ladera del valle de Aguas Limpias y termina en La Sarra.
Lagunas del Trampal
La despiadada brecha granítica de la garganta del Trampal es escarpada y salvaje, uno de los territorios más inhóspitos y solitarios de la sierra de Béjar, una profunda hendidura entre el Canchal de la Ceja y el macizo del Calvitero que aloja varias lagunas de montaña rodeadas de grandes bloques, caos rocosos, agujas de granito y terrazas alpinas. El acceso por el este, entrada natural del circo, es complicado por la dificultad para seguir el camino en varios tramos, aunque el torrente esta perfectamente encañonado por las laderas de la sierra y no tiene pérdida. El punto de partida es la Central del Chorro, desde el pueblo de Solana de Ávila por una pista asfaltada. En el aparcamiento hay un panel del PR AV41 que sube a la laguna del Duque por la izquierda de la Central, señalizado con hitos de madera. La ruta del Trampal toma dirección contraria, por la derecha de las instalaciones hidroeléctricas, no tiene señalización y sigue un canal hasta una pradera donde gira a la izquierda para entrar en la garganta del Trampal. La vereda asciende entre muretes de piedra de antiguos cercados de pastos y termina en una ladera cubierta de matorrales y trazas de vacas antes de atravesar la angostura del Tranco del Diablo. La senda buena tiene hitos de piedras y mantiene siempre la subida por una zona de bloques, cerca del torrente, hasta el muro artificial de la primera laguna, la mayor de todas. Los hitos continúan por la izquierda del agua, pasan un caos de grandes rocas y remontan otro duro escalón geográfico hasta la siguiente joya lacustre, completamente natural y colgada en el borde del circo. Esta se rodea por la derecha y un poco más arriba aparece la tercera, donde marcamos el final de la ascensión. La vuelta es por el mismo camino.
Laguna de Majalaescoba
El Macizo Central de la sierra de Gredos concentra un interesante conjunto de bellas lagunas de montaña de gran atracción geológica y ambiental, una reunión de enérgicos circos glaciares en las arquitecturas montañosas más salvajes y alpinas del Sistema Central. La larga Garganta del Pinar es la vía de entrada al selecto circo colgado de Cinco Lagunas y El Belesar, estratégico nudo geográfico en el cordal de la sierra. La laguna de nuestro destino montañero está en la Majada de la Escoba, antes de subir a las cumbres, en uno de los escalones de la morrena que modelo el valle. El camino sale del aparcamiento del puente del río Tormes, en Navalperal de Tormes, por la pista del puente de las Ranas, en la espléndida Garganta de Gredos. La ruta está señalizada con palitos del PR AV-35. En la confluencia de los dos valles aparece el desvío de la Laguna Grande hacia la izquierda por la Garganta de Gredos. La senda de Cinco Lagunas sigue por la derecha y asciende la amplia artesa excavada por la lengua glaciar de la Garganta del Pinar. El camino recorre antiguos territorios de pastos, salta viejos cercados, praderas y sortea grandes cantos rodados, cerca del torrente, acumulados en los laterales de los frentes de la vieja morrena hasta el Chozo de la Barranca, un pequeño refugio de forma circular en la entrada del territorio alpino. La senda remonta el primer bloque rocoso del valle y llega a la meseta de la Majada de la Escoba, donde se aloja una bella laguna rodeada de riscos, canales y pequeñas cascadas. Los hitos del sendero terminan poco después, en el inicio de la subida a Cinco Lagunas, una opción recomendable para los atrevidos. La vuelta es por el mismo camino.