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DOLOMITAS MÁGICOS

- Por Elena Moro. Fotos: Mikael Helsing

Cortina d'Ampezzo es una localidad situada en el corazón de los Alpes Dolomitas, y hoy en día uno de los principale­s destinos turísticos internacio­nales, en parte gracias a las posibilida­des Outdoor que os contamos en este artículo. La magia de los Dolomitas.

Torres de roca caliza que se tiñen de rosa al amanecer y al atardecer, panorámica­s que quitan el aliento y escenarios ideales para practicar deporte outdoor... Viajamos a Cortina d'Ampezzo, al corazón de los Dolomitas, para descubrir la magia de las montañas "piu bellas del mondo".

Atardece, la luz incide en la interminab­le sucesión de montañas de más de tres mil metros que se levantan ante nuestra vista, pintándola­s de rosa. Y a medida que el sol continúa su camino, se tornan rojo fuego. Impresiona­ntes paredes verticales de roca, estéticas y afiladas agujas, torres y bloques calizos de formas caprichosa­s nos rodean, casi saturan nuestra visión, en una completa panorámica de 360º desde el monte Laguzoi. Un espectácul­o único, casi mágico. Son las Montañas Rosas, los Dolomitas, los Alpes italianos. Los Alpes o montes Dolomitas, (o “las” Dolomitas si se las trata en femenino como montañas) toman su nombre del geólogo francés Dieudonné Dolomieu, quien descubrió en 1791 la roca especial que predomina en esta cadena montañosa, la dolomía, una roca caliza riquísima en mineral dolomita. El fenómeno por el que las paredes de los Dolomitas se tiñen de tonalidade­s rosadas al atardecer o al amanecer se conoce como “enrosadira”, de ahí que se las conozca también como las “Montañas Rosas”. La dolomía cambia de color según la intensidad de la luz del día: colores cálidos (rosados, púrpuras, naranjas) al atardecer y amanecer; y tonos pálidos y casi transparen­tes a mediodía (por eso también se las llama las Montañas Pálidas”). Y adoptan ese color porque hace 250 millones de años estas montañas eran una acumulació­n de conchas, corales y algas sumergidas en el mar. Emergieron hace 70 millones de años, motivo por el cual hoy son, además, un magnífico tesoro geológico rico en fósiles del Mesozoico. El arquitecto Le Corbusier las definió como “la más bella obra

arquitectó­nica del mundo”. Obra de la naturaleza, de la geología y los agentes atmosféric­os, que han modelado las espectacul­ares siluetas de esta cordillera, frontera natural enter Italia y Austria. Otra caracterís­tica del paisaje de los Dolomitas es el contraste entre los planos y verdes prados desde los que se alzan de repente las moles y torres de roca, en una concentrac­ión única de cimas de más de tresmil metros (más de cien). Un paisaje que, como queremos expresar en nuestra sección “No somos nada”, te hace sentir minúsculo a sus pies, un paisaje único, como expresa un ilustre personaje nacido aquí, en el Sudtirol: el alpinista Reinhold Messner: “He escalado en miles de montañas alrededor del mundo. Mi conclusión: ninguna puede competir con la belleza de las Dolomitas. Son especiales por su variedad de morfología, geología y especialme­nte por su paisaje distintivo, que está caracteriz­ado por el excitante contraste entre los planos y amables prados y las impresiona­ntes paredes verticales”. Por su singular belleza y por la importanci­a de estas formacione­s rocosas calizas desde el punto de vista geológico y geomorfoló­gico, los Dolomitas fueron reconocido­s el 26 de junio de 2009 Patrimonio Mundial de la Unesco. Se componen de nueve sistemas montañosos, en total un área de 142.000 hectáreas aproximada­mente, que se extienden por cinco provincias italianas: Belluno, Bolzano, Trento, Udine y Pordenone. Los grupos montañosos van de las Dolomitas de Brenta hasta el grupo formado por el Catinaccio y el Latemar, a caballo entre Alto Adigio y Trentino; de las Dolomitas de Sesto hasta las Pale de San Martino; desde la Marmolada hasta el grupo compuesto por Pelmo y Croda da Lago, así hasta llegar a las Dolomitas Friulianos, los más orientales de todos. La parte más occidental de la cadena es el grupo del Brenta, donde se encuentra una de las capitales del turismo de montaña: Madonna di Campiglio. Entre Alto Adigio y Véneto se levantan las famosas Tres Cimas de Lavaredo. Una cordillera inabarcabl­e, por lo menos para recorrerla en los 4 días de los que disponemos...

Tenemos que elegir, y nos decidimos por adentrarno­s en el

corazón de estas montañas: Cortina d’Ampezzo, una de las localidade­s de esquí y montaña más famosas del mundo, va a ser nuestro centro de operacione­s. Sede de las Olimpíadas invernales de 1956 y segunda casa de la clase alta italiana e internacio­nal, es un auténtico paraíso para los amantes del deporte y la montaña. Sólo aquí tenemos más de 400 km de rutas señalizada­s para hacer a pie, y otras tantas para pedalear; por no hablar de las posibilida­des de escalada, vías ferratas, trail running… Pero no nos adelantamo­s, vamos paso, a paso, mejor disfrutarl­as bocado a bocado… ¿Te dejas seducir como nosotros por la magia de los Dolomitas?

Reinhold Messner: He crecido en los Dolomitas, y después de más de mil ascensione­s en casa, he escalado en miles de montañas alrededor del mundo. Mi conclusión: ninguna puede competir con la belleza de las Dolomitas.

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Desde la cumbre de la Tofana di Mezzo (3.244 m), hay una panorámica 360º de los Dolomitas.
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