Comodidad continua

Teníamos la firme intención de disfrutar de los sugerentes escenarios que el otoño pinta en el Camino de Santiago y para ello necesitábamos un calzado específico para largas sesiones de senderismo, atendiendo a una más que posible meteorología caprichosa. Nuestro primer pensamiento fue para estas botas de Chiruca, bautizadas como Teide, que forman parte de la familia de la casa riojana específica para las estaciones húmedas. Hemos de decir que acertamos plenamente, a pesar de la robustez del modelo y una inquietante rigidez en los primeros compases de la prueba. Este modelo incorpora una suela de poliuretano de doble densidad, combinando dos pisos que proporcionan mucho confort a la vez que evitan que los impactos repetidos durante muchos kilómetros afecten a las articulaciones, con una más que eficiente capacidad de absorción, evitando por completo que sufriésemos una de esas frecuentes microlesiones que aparecen en las esforzadas jornadas continuas de la ruta Xacobea. Su suela exterior, muy compacta, la pusimos a prueba de forma constante, bajo la lluvia, en sendas de toda condición, desde descensos rocosos a ascensos por barro, comprobando que ostentan un grip muy eficiente, además de cumplir la promesa de la marca de evacuar rápidamente los sedimentos de tierra y barro que se acumulaban en un firme bastante endiablado. Si bien, como comentabamos al principio, puede llevar un par de buenas sesiones domar estas botas, su construcción pronto se muestra muy flexible y capaz de acompañar nuestros movimientos, lo que agradecimos en los kilómetros finales de cada etapa, cuando más resentidos deberían estar los pies. Teníamos pendiente ver el resultado de una progesiva y constante exposición a la lluvia en su tejido de pieles de serraje y nobuck, sobre las que se monta su membrana GORE-TEX. Tanto en transpiración, como en su capacidad hidrófuga, el comportamiento no fue ninguna sorpresa. Excelente. Quizá los pies más contentos y menos maltratados (y olorosos) de nuestra compartida habitación de albergue.