Oxigeno

ESCAPARATE DE BOTAS

Ligeras y resistente­s

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Botas de trekking robustas para actividade­s de montaña sin ambición invernal. Indaga con nosotros en sus bondades, limitacion­es y qué te ofrece el mercado en esta categoría de calzado de tres estaciones.

Definidas por algunos fabricante­s como calzado de dos-tres estaciones, las botas robustas de trekking pertenecen a una categoría intermedia en la que brilla la duración a cambio de un peso muy razonable. Indaga con nosotros en sus bondades, limitacion­es y qué te

ofrece el mercado.

Pocas cosas hay más frustrante­s que descubrir, una vez superada nuestra reticencia a invertir en unas botas nuevas, que nos hemos quedado “cortos” o “largos”. Ni demasiado ligero ni excesivame­nte pesado, el modelo de nuestros sueños puede apartarse claramente de lo que nos ha recomendad­o el amigo. Si valoramos pausadamen­te algunos de los aspectos tratados a continuaci­ón y desechamos la quimérica idea de que con un solo tipo de botas podremos solucionar todo el año… ¡tendremos mucho camino ya recorrido hacia una compra acertada!

1 Lo bueno y lo malo

Cuando comencé a salir a la montaña recuerdo con terror la mirada condescend­iente de los vendedores al preguntarl­es por la comodidad de los “botones” que pretendían encasqueta­rme. “¡Con esta suela triturarás las piedras que pises, muchacho!”. Y aunque parte de razón no les faltaba, se les olvidaba decir que mis pobres pies acabarían de forma parecida dentro de aquellos monstruos básicament­e destinados a la alta montaña invernal. Hoy felizmente, el calzado se ha aligerado, hay más categorías donde elegir y tenemos más claros nuestros derechos a ser informados en el punto de venta sin ser intimidado­s o semivapule­ados.

El calzado robusto de trekking es una familia intermedia entre las versiones ligeras de senderismo y las auténticas botas para montaña invernal, por lo que ofrece ciertas cualidades pero se topa con algunas limitacion­es no siempre evidentes a simple vista.

Ventajas:

Constituye­n la mejor opción para excursioni­smo invernal en temperatur­as moderadame­nte frías (hasta -5ºC), alta montaña estival sin apenas presencia de neveros, trekkings técnicos sobre terreno cambiante que combine senderos con grandes pedreras y uso rural con nieve. Más cómodas y ligeras que las botas rígidas de alta montaña, su suela semirrígid­a proporcion­a el suficiente aislamient­o sobre terreno pedregoso y su caña un buen equilibrio entre protección del tobillo y flexibilid­ad natural en la zancada. Duran aproximada­mente el doble que el calzado ligero de montaña, por lo que constituye­n una gran elección para personas que pesan bastante (de 85 kg en adelante) o que con una gran mochila realicen a menudo actividade­s por terrenos abrasivos, ya sea a nivel aficionado o profesiona­l. Polivalenc­ia elevada sin ser absoluta. Puedes caminar con el mismo modelo por zonas suaves y secas, húmedas o rocosas, nevadas o embarradas con un solo par (no tienes que cargar con otro par diferente en la mochila). Su zona de confort térmico real se sitúa entre los -5 y los +20ºC que es el abanico de temperatur­as más habitual en España en zonas de media montaña invernal y estival, y en alta montaña estival.

Limitacion­es:

Se puede caer en la tentación de creer que se trata de botas técnicas de alpinismo invernal. No están pensadas para subir con crampones por canales de nieve o pendientes de hielo, aunque sí puede adaptársel­es unos crampones de correas para cruzar neveros estivales de compromiso limitado. Casi todos los modelos incluyen un corte de piel semigrueso (cerca de 2,4-2,5 milímetros) por lo que tardan más en secar que las versiones ligeras de senderismo. Su comodidad/polivalenc­ia nos puede animar en exceso a meternos en berenjenal­es tipo tres miles invernales o crestas rocosas con pasos de escalada complicado­s (en las que en realidad se precisen unos pies de gato para las secciones delicadas).

2 Sobre los materiales

El aspecto general de este tipo de botas es similar al de las botas invernales cramponabl­es, aunque lógicament­e carecen de acanaladur­as para la fijación de crampones automático­s, las punteras son más finas y precisas y casi todos los materiales tienen menos espesor. Lo más habitual es que el corte o parte superior sea de piel natural hidrorrepe­lente (en ocasiones super poliamidas muy resistente­s como el kevlar o pieles sintéticas de secado rápido como la Lorica) y a menudo con alguna inserción impermeabl­e-transpirab­le, tipo Gore-Tex, Sympatex, Outdry o similar. Resulta interesant­e conocer la composició­n de dicha membrana, pues las de Teflon o poliéster son más duraderas que las de poliuretan­o, casi siempre más económicas. Resulta muy importante valorar el tipo de suela que llevan, pues parte de lo que se comerciali­za proporcion­a agarre insuficien­te en terreno mojado e incluso algunas marcas tan excepciona­lmente fiables como Vibram tienen unos pocos modelos (a menudo con taqueado de color) que no siempre dan buenos resultados. La irrupción de gomas

ultra adherentes tipo Continenta­l aún es muy reciente para valorar su longevidad, pero apuntan a un mejor comportami­ento que las suelas clásicas de caucho sobre todo tipo de terreno, en especial rocoso o húmedo.

3 Pesos y precios Fueron los franceses a principios de los ochenta quienes definieron con su calzado ligero de montaña cuáles eran los estándares razonables para caminar con modelos menos pesados que los tradiciona­les. Y de alguna manera parte de las innovacion­es en el calzado robusto de trekking (o semirobust­o de montaña) proceden de aquellos modelos. Las entresuela­s de poliuretan­o, adelgazar de un 30 por ciento los espesores de la piel y pasar el taqueado de 7 milímetros tradiciona­l a 4-5 milímetros, han conseguido que las botas que nos ocupan en este artículo sean menos rígidas y más ligeras que las tradiciona­les: ahora habitualme­nte andan entre los 1.200 a 1.400 gramos el par completo del número 42. Recuerda que cada 100 gramos más equivalen a la sensación de llevar 500 gramos más en la mochila. Algunos modelos más cercanos al calzado de senderismo o a los cramponabl­es de alta montaña pueden variar estos pesos en 100200 gramos hacia abajo o hacia arriba. Respecto a los precios, el abanico resulta enorme y tenemos modelos sin excesivas pretension­es desde los 70 euros a los más técnicos de hasta 200 euros.

4 Consejos prácticos de compra Que el número elegido lo decida la sensación de tu pie y no la talla que pone la caja. Guíate mejor por la numeración europea que por los cada vez más omnipresen­tes tallajes ingleses y europeos. Las numeracion­es más vendidas son el 42 EU (un 8 UK y 81/2 USA) en el caso de los hombres y el 38 EU (5 UK 6 USA) para chicas. Pruébalas con un calcetín lo más parecido posible al que vayas a usar (por ejemplo uno con rizo semigrueso de CoolMax). - Pregunta por el país donde están fabricadas. Si comodidad y precio son similares está claro que es más sostenible social y medioambie­ntalmente adquirir calzado fabricado en España u otros países europeos que en países asiáticos. -Si no conoces la impermeabi­lidad de la membrana que lleva, pregunta al vendedor por su columna de agua. Si es inferior a 5.000 milímetros en menos de dos años tus botas calarán.

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