¡A POR LA ESCALADA!
Lo primero será desplegar correctamente la cuerda para evitar encontrarnos un nudo mientras escalamos. Después, nos atamos cada miembro de la cordada en uno de los extremos de la cuerda mediante el nudo de ocho doble el nudo deberá quedarnos bien peinado y con un cabo sobrante
de al menos 10 cm. Mientras nos preparamos, la cordada debe situarse fuera de la línea de caída
de cualquier objeto que venga desde arriba, como ya hemos dicho, el efecto embudo del corredor hará que seamos un blanco fácil para las rocas y el hielo que se desprenden de la montaña. El que vaya a escalar de primero se coloca en el portamaterial del arnés todo lo necesario para proteger el largo y poder montar una reunión al final del mismo, es importante mantener un orden y saber en todo momento dónde está cada cosa. Mientras, el compañero ordena la cuerda en el suelo y se coloca el dispositivo de freno en el anillo ventral del arnés, con la cuerda de su compañero anclada a este. Tras comprobar el nudo, arnés, casco y demás material de seguridad de nuestro compañero, y viceversa, estamos listos para el Rock n’ Roll.
Para proteger el largo usaremos cintas, friends y tornillos de hielo. Las cintas las podemos utilizar para lacear bloques que harán de seguro en caso de caída. Los bloques de roca son un seguro
fiable y rápido de instalar. Comprobaremos previamente que el bloque es estable, que no se mueve, y que no tiene fisuras que puedan debilitar su estructura. Tras rodearlo con un anillo de cinta, teniendo siempre en cuenta la dirección de la tracción en caso de caída, usaremos un mosquetón de seguro o una cinta exprés para unirlo a nuestra cuerda.
Además de los anillos de cinta, en caso de contar con fisuras adecuadas en la roca de las paredes del corredor, podremos proteger el
largo con friends. También habrá que tener en cuenta la dirección de la tracción en caso de caída. Emplazaremos el friend de manera que todas sus levas tengan la mayor superficie posible en contacto con la roca y que todas trabajen en el mismo ángulo. Cuando tenemos un emplazamiento en el que algunas levas están más abiertas que otras debemos cambiar el friend y buscar una fisura más adecuada. Hemos de prestar atención al rango de apertura de las levas, que no estén muy cerradas, ya que podría dificultar el recuperarlo, llegando incluso a ser imposible sacarlo. Tampoco deberá estar muy abierto, ya que podría saltar en caso de caída. El rango de apertura óptimo es con las levas a mitad de recorrido. Tras colocarlo le ponemos una cinta exprés larga, de mínimo 21 cm para evitar que camine por la fisura y pierda el emplazamiento original por el movimiento originado por la cuerda si colocamos una cinta corta. Iremos progresando colocando los seguros que nos sea posible hasta el final de las dificultades o el final de la cuerda, mientras nuestro atento compañero nos asegura sin soltar nunca la cuerda pasiva. Al final del largo tenemos que montar una reunión en el caso de que no haya una ya instalada con anclajes fijos. En muchas vías, especialmente las más concurridas o famosas, la reunión la encontramos ya instalada. Pero en las que no, tendremos que hacerlo nosotros mismos. Toda reunión debe contar con un mínimo de dos seguros fiables y resistentes. En la imagen vemos una reunión montada sobre un clavo fijo de la pared y un friend colocado en una fisura horizontal.
Hay muchos tipos de reuniones. En este caso hemos optado por un triángulo de fuerzas bloqueado. Después de pasar la cinta por los dos anclajes usando mosquetones de seguro, la colocamos en la dirección de la tracción en caso de caída del segundo de cuerda, formando una uve, de manera que cargue el peso sobre los dos anclajes por igual. Después bloqueamos la cinta con un nudo de ocho en su punto central. Este nudo evita un peligroso desplazamiento del punto central en caso de que uno de los anclajes falle. El ángulo formado por los brazos de la reunión en ningún caso debe superar los 60º, ya que estaríamos sobrecargando los anclajes y habría peligro de que saltaran con una carga relativamente baja. Finalmente, y tras anclarnos nosotros mismos a la reunión, tenemos que asegurar a nuestro compañero para que suba hasta donde estamos nosotros. Para ello, lo más recomendable es un sistema de freno con bloqueo automático para el segundo de cuerda que podamos anclar a la reunión. La instalaremos igual que en la imagen para que funcione de manera automática. No obstante, mientras recuperamos al segundo no soltaremos nunca la cuerda pasiva. Una vez juntos en la reunión y si han acabado las dificultades, se recoge la cuerda y todo el material y seguimos hacia la cima. En caso de tener que hacer otro largo aseguraremos al primero con el dispositivo de freno anclado a nuestro anillo ventral del arnés, pasaremos la cuerda por uno de los anclajes de la reunión, o por el punto central si estos no son fiables al cien por cien. El primero de cuerda tendrá que poner un seguro lo antes posible en cuanto salga de la reunión para evitar una peligrosa caída de factor 2.